Al otro lado ||neverd1||

5. Neverd.

5. Neverd

Dafne, recién arribada en Neverd, empieza a contactar a las personas de su editorial para que le indiquen a dónde debía alojarse y dónde era el lugar de la entrevista.

Cabe destacar que ella era una joven la cual no estaba acostumbrada a este tipo de vida, ah ser una figura pública. No era muy organizada, pero estaba aprendiendo.

Después de poder comunicarse con sus superiores, y de recibir sus indicaciones, tomo un Uber, y se dirigió a su alojamiento.

Cuando subió al uber, el chófer la reconoció.

- ¿Dafne?

- Si, soy yo.

- Wow, no saves lo orgulloso que me siento de recibirte en mi ciudad natal, bienvenida a Neverd.

- Pues, muchas gracias - respondió Dafne.

Y así fué conversando con el chófer, quien la llevó a su lugar de destino y el cual no le quiso cobrar el viaje, aunque ella insistió pero este no cedió.

Al llegar al destino, ella no podía creer lo que veía, un hotel cinco estrellas, sus puertas eran de cristal puro, sus pisos brillaban tal diamante.

- ¿Que hago aquí? Se preguntaba Dafne. Esta aún no era consiente de lo que le estaba pasando.

Se sorprendió al ver el recibimiento que le dieron en aquel lugar.

- ¡Bienvenida! - Exclamaron los empleados del lugar a una sola voz.

Ella, totalmente sonrojada por aquella situación, solo sonrió y con una voz un poco temblorosa contestó — Muchas gracias.

Era obvio que llegaba un punto dónde ya se sentía incómoda por tanta atención que se le brindaba.

Rápidamente dos hombres que trabajan en el lugar, agarraron su maleta, su cartera y se la llevaron a la habitación cuatrocientos veinte, lugar donde ella iba a estar alojada por el tiempo que se encuentre en Neverd.

- Aquí tiene la llaves sra Lux - Dijo el empleado del hotel.

- Dígame Dafne - Susurró la escritora y agregó - Muchas gracias. Por cierto ¿Que hora es?

- Son lás 9:15 AM.

- ¡Oh! - exclamo Dafne, en 45' minutos es la conferencia.

- Tranquila Dafne - dijo el otro empleado del hotel - Ya está todo listo pero que en 15' minutos pasen a buscarla en la limosina y la lleven al lugar.

- ¿Limosina? - preguntó  Dafne.

- Si, el alcalde de Neverd le facilito en la que se traslada, por cierto, el también estará esperándola en el lugar.

Si la joven se encontraba nerviosa y un poco incómoda por tanta atención, cuánto más ahora que sabía que el alcalde de la ciudad de Neverd iba a estar allí esperándola.

- Que buena noticia - Susurró Dafne.

- Bueno, la dejaremos que se aliste y nos vemos en unos minutos en la puerta señorita.

- Está bien, nos vemos en 10' - contestó Dafne.

Al entrar a la habitación, pensaba... ¿El alcalde? ¿Esperando por mi?

Sus nervios se encontraban a mil por hora. Su voz se acortada producto de ello y su cuerpo temblaba. Era habitual en ella temblar cuando se ponía nerviosa.

Fué al baño, se lavo su cara, puso un poco de brillo en sus labios, esos que tanto la caracterizaban, acomodó su pelo, luego su sombrero, para salir rumbo a la puerta del hotel donde la estaban esperando.

Ya en el ascensor, se imaginaba la situación en el lugar. Y agradecía al universo por lo que estaba viviendo, aunque extrañaba mucho a su familia, ellos no podían asistir por sus obligaciones laborales ya que la empresa de colchones estaba tocando su punto más alto en esos momentos, en ventas y distribución tanto en el interior como en el exterior.

Al abrirse las puertas del ascensor, se sorprendió al ver una gran multitud esperándole en la puerta, estos traían el libro "Si amas no traiciones" en sus manos y pedían a una sola voz que ella se los firme.

- No esperábamos ésto - Le dijo el gerente del hotel.

- No hay problema - contestó ella.

- Solo se calmaran si usted le firma los libros, eso es lo que dicen.

- ¿Aquí? ¿Ahora? - preguntó Dafne.

- Si, eso es lo que se puede escuchar que gritan.

- Llamen a Josefo, mi representante.

- Si señorita.

Al acercarse Josefo, quien era su representante, ella le dijo. - Esta gente pide una firma de libro aquí, pero no contamos con el tiempo suficiente para ello ahora.

- ¿Y que es que lo que quiere hacer? - le pregunto Josefo.

- Son mis fans, mis lectores, gracias a ellos estoy aquí.

- ¿Entonces?

- Pues entonces quiero firmar los libros de este distrito.

- Bueno, lo que vamos a hacer es lo siguiente, tu vas a salir afuera, les vas a explicar que ya tienes un compromiso en tu agenda para el día de hoy, pero que les prometes que en el día de mañana a las 17 horas, harás la firma aquí en este hotel.

- ¿En este hotel?

- Si, yo ahora hablo con el dueño del lugar, con el cual tenemos una buena relación.

- Bueno está bien Josefo, muchas gracias.

- ¡Vamos escritora! Por cierto, ese look te queda espectacular.

Dafne sonríe y contesta - Gracias Josefo.

En ese momento decide salir afuera, todas las personas gritaban a una sola voz por ella, decían su nombre, alguno gritaban que la amaban, otro que la querían.

- Gracias por tanto cariño - Decía Dafne - Pero las personas no hacían silencio para escuchar lo que ella tenía para decirles.

Josefo al percatarse de esto, le ordenó a ella que suba rápidamente a la limosina ya que la multitud se abalanzaba sobre ella.

Estando Dafne ya dentro del transporte, Josefo se encargó de dar la noticia de la firma de ejemplares, claramente ellos quedaron contentos y se calmaron.

Al percatarse Dafne de que se calmaron las aguas, bajo su ventanilla, asomó su mano derecha a sus labios, beso la palma y con un soplo les dió a entender que les estaba tirando un beso.

Finalmente, la limosina empezó a marchar rumbo al lugar donde ella debía dar la conferencia y dónde varias personas muy importantes de la ciudad de Neverd la estaban esperando.

Al llegar, dió un suspiro largo, Josefo la miro y guiñándole un ojo le dijo - Viniste a comerte Neverd, no lo olvides.




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