Al Ritmo de la Química

CAPÍTULO 42. ¿Dulce o Truco?

Halloween siempre había sido una festividad que en Argentina no se solía festejar, salvo por los adolescentes que aprovechaban aquella oportunidad para hacer fiestas, con la diferencia en la que en estas tenías que ir disfrazado. Hacía una semana que unos chicos del colegio al que Agus asistía habían invitado a mis amigos y al parecer a mi también, aunque ellos no me conocían.
Hasta lo que los chicos sabían era que irían varios de nuestro colegio y muchos de otros.
Aún no habían ido a comprar sus disfraces y la fiesta era el viernes por la noche. Por lo que decidieron que el miércoles, después de salir del colegio iríamos hacia una tienda de disfraces que ellos ya habían ido varias veces.
Por mi parte aun no sabía si iría, los chicos que organizaban aquella fiesta habían conocido a mis amigos en Bariloche, por lo que yo no entraba allí.
Éramos siete en dos autos, habíamos pasado a buscar a Agus a la salida del colegio, porque ella también debía comprarse su disfraz. Nacho, Sara, Cameron y yo nos encontrábamos en uno, mientras que Lucas, Simón y Agustina iban en el otro. 
Al llegar a aquel shopping donde al parecer se encontraba la tienda, decidimos ir a almorzar y luego a comprar los disfraces. Nos dirigimos hacía el patio de comidas y cada uno fue al lugar que prefería pedir.
— ¿Qué vas a pedir? — Cameron me tomó por sorpresa abrazándome desde atrás. 
— Creo que una milanesa con huevo y papas. — respondí mientras miraba el menú.
— Si quieres pido otra del menú y compartimos. — dijo y lo miré.
— Esta bien. — asentí con una sonrisa.
— ¿Preferís de napolitana o esa que viene con salsa de verdeo y papas rústicas? — 
— La de verdeo. — respondí y fuimos hacia la caja. Cuando estábamos por pagar Cameron negó con la cabeza y me enojé. — No Cameron, los dos o nada. — Siempre me había parecido un hermoso detalle que me invitaran a comer o salir, pero odiaba abusar de ello.
— Bueno, esta bien. — aceptó finalmente. Una vez que terminaron nuestros pedidos los retiramos y fuimos hacia las mesas que Agus y Simón ya habían apartado para todos. Me senté al lado de Simón y Cam a mi lado. 
— ¿Los chicos? — pregunté viendo una bandeja con comida enfrente de mi.
— Lucas y Nacho pidieron hamburguesas y Sara se quedó esperándolos. — respondió Agus y asentí. Esperamos a que los chicos vinieran para empezar a comer todos juntos. Sara se sentó al lado de Agus, donde estaba su bandeja, Nacho a su lado y Lucas en la punta. 
Ambas milanesas estaba muy buenas para ser de un lugar de "comidas rápidas", además de que eran bastantes grandes y había que sumarle las papas que venían en cada plato. Cameron obviamente fue quien comió mas de los dos porque yo no solía comer tanto. 
Después de aquel almuerzo bajamos hacia el segundo piso hasta la tienda de disfraces. Se encontraba al fondo y a simple vista se veía bastante grande. Entramos y lo primero que vi fueron unos maniquíes que llevaban los disfraces de Halloween, los típicos que podías encontrar en aquellas fechas, además de que todo el lugar estaba decorado con esa temática.
Fuimos hacia donde se encontraban los vendedores y comenzaron a preguntarle por algunos disfraces que habían estado viendo antes de venir.
Después de haber pasado casi una hora allí decidiendo que iban a usar y que no, ya todos tenían sus disfraces listos. Los chicos fueron los primeros en salir y dirigirse a la caja para pagar, mientras que Sara y Agus me miraron extrañadas y se acercaron a mí.
— ¿Ya tenes el disfraz? — me preguntó Sara y negué con la cabeza.
— No iré. — ambas se sorprendieron al escuchar lo que acababa de soltar.
— ¿Cómo que no vas? Es Halloween, vos venís con nosotros a esa fiesta como sea. Si te tengo que arrastrar para llevarte hasta allá, lo hago, sabes que no tengo problema con eso. — dijo Sara y Agus rio.
— Pero los invitaron a ustedes, a mi ni me conocen. — respondí.
— Emma, puedes ir tranquila, y si te deja más conforme le pregunto a ellos. — dijo Agus mientras sacaba su celular de la mochila — Gero, hay una amiga, Emma, es la novia de Cameron, puede ir a la fiesta, no? — terminó de grabar el audio y me miró. — Cuando conteste te muestro. — dijo y asentí. 
******
Regresamos a casa y Cameron decidió venir conmigo. Bajamos del auto y nos adentramos. Como era de esperarse, no había nadie allí. Subimos hasta mi habitación y dejamos las cosas en mi cama. Tomé algo de ropa del placard, me dirigí al baño y me cambié. 
Al regresar a la habitación Cameron estaba mirando un álbum de fotos que había dejado arriba de mi escritorio hacía ya unos días. Como si sintiese mi presencia, cerró el álbum y volteó a verme.
— Lo siento... — comenzó a decir pero lo frené.
— No hay problema Cam, puedes verlo. — dije alentándolo. Lo agarró, se sentó en mi cama y volvió a abrirlo. 
— ¿Esta es tu mamá? — preguntó señalando la única foto que tenía de recuerdo con mamá, las demás las había roto cuando era pequeña. En ella estaban mis papás, mi hermano y yo, arriba de mi padre. 
— Si, esa es mi mamá. Ese fue el día en el que me bautizaron, fue un par de meses antes de cumplir el año, cuando tenía 9 meses. — dije, mientras apreciaba aquella fotografía. — Es la única que se salvó. — admití y miré a Cameron quien también lo estaba haciendo. — Luego de que mamá se marchara, papá había estado algunos días contemplando estos álbumes, y cuando me quedé sola por un rato, ya que papá estaba ocupado en la mini oficina que tenía en casa, decidí ir a buscar los álbumes y comencé a romper cada foto. Una detrás de la otra, mientras lloraba. Si, lo sé. Era muy chiquita para hacerlo y nunca pude explicar el porque, simplemente lo hice. 
— Yo creo que al sentirte abandonada comenzaste a tener aquellos malos pensamientos, que te llevaron a que hagas eso. Y no esta mal, era lo que sentías en aquel entonces, no puedes remediarlo, por lo que queda aceptarlo. — dijo él y lo abracé.
— Gracias. 
— ¿Por qué? — preguntó, mientras me despegaba de su cuerpo. 
— Por esto, por todo. Es lindo volver a tenerte cerca, conmigo. — dije lo más sincera posible, mirándolo a los ojos.
 — A mi también me encanta volver a tenerte cerca. Nunca más me voy a volver a ir. — respondió él, me besó la frente y me volvió a abrazar.
************
— En cinco estoy. — escuché que Cameron me decía en la llamada.
— Esta bien, ya estoy lista yo. — dije y finalicé la llamada. 
Eran las diez de la noche del viernes, estaba a punto de que Cameron me pasara a buscar para ir hacia la casa de Sara, iríamos a cenar y ella se había ofrecido a caracterizarnos según el disfraz que habíamos elegido. Agus me había mandado aquella misma tarde del miércoles el mensaje, en donde su amigo, Gerónimo, le decía que si, que no había ningún problema con que fuera yo. Por lo que finalmente había decidido ir.
Escuché estacionar el auto de Cameron, luego su bocina y salí de casa. Hoy no volvería, ya que Sara nos había invitado a todos a quedarnos a dormir en su casa.
Subí a la parte de atrás del coche y saludé a Lucas que se encontraba al lado mío y luego a Cameron y Nacho, que estaban adelante. Rápidamente Cameron aceleró, porque estábamos llegando un poco más tarde de lo que habíamos acordado.
Al llegar a casa de Sara los cuatro bajamos del auto y me acerqué para tocar el timbre. Minutos después la mamá de Sara salió para poder abrirnos. 
— Hola chicos. — dijo ella. Y todos la saludamos.
— Hola Sil. — respondió Nacho mientras entraba con unas cajas de pizza. Nos adentramos en la casa, Nacho dejó las pizzas a la cocina, mientras los demás subimos, hacia el cuarto de Sara. Antes de entrar golpeé la puerta y pasé, Sara, Simón y Agus estaban en el piso viendo algunas cosas, antes de que voltearan a vernos a los cuatro.
— Siempre tarde ustedes. — dijo Sara acusándolos a los tres, mientras se paraba para saludarnos.
— El de la pizza tardó un montón, encima no había tanta gente. No entiendo que pasó. — se defendió Nacho. Me acerqué a su cama y apoyé mi mochila, donde se encontraban las demás y me senté allí. Minutos después Cameron se acercó hacia donde estaba yo y me imitó, sentándose a mi lado y pasando su brazo por mis hombros para atraerme hacia él. Mientras nos quedamos contemplando la escena de Nacho y Sara "discutiendo", como siempre.
Cuando la cena estuvo lista bajamos a comer, nos sentamos en la mesa del comedor, yo en medio entre Cameron y Lucas, Sara enfrente mío, junto a Simón y Agus, y en la punta Nacho.
Después de cenar nos quedamos un rato más, debido a que la mama de Sara había tenido el dulce gesto de preparar un postre, por lo que lo aceptamos y comimos.
A eso de las once y media, decidimos que ya era hora de prepararse, subimos los siete al cuarto y comenzaron a entrar a cambiarse, mientras tanto preparaban algunos tragos para ir aclimatándonos, ya que en la fiestas siempre solía acabarse el alcohol bastante rápido.
Primero fue Nacho, ya que era el que tenía un maquillaje más completo. Había decidido disfrazarse del Joker. Mientras él había entrado a cambiarse le pedí a Sara que adelantara haciéndome una trenza cocida, bastante característica de mi personaje, cuando la terminó me dijo que los accesorios que llevaba en el pelo me los pondría después para que no se salieran al cambiarme. 
Después de que Nacho salió vestido se sentó en una silla junto a Sara, quien lo había comenzado a maquillar, ya que no había tiempo que perder. El siguiente en salir del baño fue Lucas, con su disfraz de médico, él era muy fan de la serie de "Grey's Anatomy", había tenido la oportunidad, con él de ver varios capítulos que realmente estaban buenos. Aunque definitivamente nunca la vería en casa, tenía alrededor de 16 temporadas, por lo que pasaba de verla, completamente.
Cameron y Simón fueron los últimos en salir de cambiarse, este último había decidido disfrazarse de Woody de "Toy Story", un personaje muy querido por los niños y fans de las películas. Cameron, en cambio, había decidido disfrazarse de un preso, con un mameluco naranja y una musculosa blanca debajo del mismo. Sara después de mil intentos lo había convencido a hacerle algunos detalles de golpes y cortaduras que parecían muy reales.
Agus se dirigió al baño, antes de que lo hiciera yo y volvió vestida de Bo Peep, la pastorcita de "Toy Story", tenía puesto el disfraz nuevo, el de la última película, en donde en vez de tener su falda, esta se convertía en una capa y usaba pantalones. Lo que me más me gustó y me hizo ilusión fue de que tanto Simón como ella habían decidido disfrazarse en pareja.  
Me adentré en el baño, junto a mi mochila y me cambié, con cuidado para que no desarmara la trenza. Había decidido disfrazarme de Rapunzel, mi princesa favorita de Disney, siempre había querido hacerlo y definitivamente esta era mi oportunidad. Con ayuda de Romina que realmente se le daba muy bien la costura, habíamos hecho una falda de tul en color violeta y para la parte de arriba conseguí un top strapless de color lila, me calcé mis zapatillas blancas, guardé la ropa que me había sacado y salí del baño. 
— ¿Se supone que eso es...? — dijo Nacho cuando me vio. Estaba increíblemente muy bien maquillado de Joker, con su cara toda blanca y el labial rojo utilizado exageradamente para agrandar su sonrisa, característica de aquel personaje. Además de que tenía el pelo pintado de verde, con esos aerosoles que vendían en cotillones o tiendas de disfraces.
— ¡Nacho! — lo regañó Sara cuando lo escuchó decirme eso, ella estaba terminando de maquillar a Agus. 
— Soy Rapunzel moderna, no iba a ponerme el vestido largo para esta fiesta porque hace calor. — respondí mientras dejaba la mochila de nuevo en la cama.
— Ah, es verdad. Me había olvidado de que en la película después lleva la trenza, mala mía. — dijo él y asentí, aceptando sus disculpas. 
— ¿Quieres un poco? — me preguntó Cameron, que estaba sentado en la cama.
— ¿Qué es? — le pregunté y me senté a su lado,  mirando el vaso
— Vodka y jugo. — dijo, acepté el vaso y bebí un buen trago.
— Ven Emma, que te termino de peinar y maquillar. — dijo Sara mientras Agus se levantaba y se dirigía hacia donde estaba Simón. Me levanté y fui hacia allí, me enganchó algunas flores como las que tenía Rapunzel en su cabello y luego me hizo un maquillaje bastante tranquilo, como solía usar siempre.
Luego de que terminó conmigo fue hacía el baño a cambiarse, ya que era la única que faltaba hacerlo. Mientras tanto, Nacho se dirigió al parlante de Sara, puso algo de música más fiestera y como ya estaba un poco borracho comenzó a bailar en medio de aquel caos que era la habitación en esos momentos.
******
Habíamos llegado a la fiesta, Sara me tomó del brazo junto a Agus y las tres nos adentramos en la casa donde esta se hacía, estaba decorada con algunas cosas de Halloween, como carteles, calabazas, telarañas de mentira, entre otras cosas más. 
Al final Sara había decidido de vestirse de porrista, según ella siempre había sido su sueño frustrado por lo que aprovechó para disfrazarse de eso. Llevaba un strapless negro con las letras "USA" en blanco y una pollera blanca con una línea negra abajo. Se había atado el cabello en una media colita y se había puesto un moño blanco, realmente estaba bellísima.
Las chicas comenzaron a saludar a algunos conocidos que yo no tenía la menor idea de quienes eran, pero que al parecer eran del colegio de Agustina.
Nos dirigimos hacia el patio trasero de la casa, donde estaban los chicos que habían organizado la fiesta, me los habían presentado pero la realidad era que no recordaba sus nombres, solo el de Gerónimo que ya lo conocía desde hacía unos días. 
Un rato más tarde Nacho y Sara habían desaparecido de la nada, por lo que nos habíamos quedado Cameron, Simón, Agus y yo, Lucas también se había ido desde que había encontrado a algunos conocidos de él. Bailamos todos juntos y disfrutamos de aquella noche que realmente estaba siendo increíble.
Cuando Cameron y yo quedamos completamente solos decidimos apartarnos un poco del resto e ir hacia un lugar donde no llegaba tanto la música.
 — ¿Quieres irte? — me preguntó él y negué con la cabeza. Me había sentado en el borde de una pared baja, Cameron había quedado parado y lo acerqué a mi, enredando mis pies a su cintura. Acercó su rostro al mío provocando que nuestras narices se chocaran y ambos reímos. Comenzó a dejar un pequeño camino de besos alrededor de mis labios, tentándome cada vez más. No sabría si iba a poder aguantar demasiado aquello. 
Finalmente cuando se apartó de mi para mirarme a los ojos, me le adelanté, lo atraje hacía mi con la fuerza de mis pies y lo besé. Podía notar que desde aquella vez en la boda que nos besamos después de un tiempo sin haberlo hecho me había dado cuenta de que le gustaba que tomara la iniciativa de vez en cuando, por lo que casi siempre lo trataba de hacerlo. 
— Deberías llevar tu este disfraz. — dijo después de apartarse de mi y lo miré con cara extraña.
— ¿Por qué? — le pregunté.
— Porque me robaste el corazón. — dijo. Automáticamente me ruboricé y reí para ocultar aquello.
— Estas mal. — le dije sin poder parar de reír.
— Por tu culpa. — respondió. Nos quedamos un rato abrazados y besándonos durante el resto de la fiesta, hasta que Sara y Nacho aparecieron haciendo que ambos nos separemos. Sara me tomó del brazo para que la ayudara a buscar a Agus, a Lucas y a Simón. Era hora de irnos. Después de un rato conseguimos encontrarlos y nos unimos todos en la puerta de entrada de aquella casa.
Antes de volver, decidimos hacer una parada en el Auto Mc. Después de pedir todo, fuimos hacia la casa de Sara. 
— Esto esta buenísimo. — dijo Nacho mientras disfrutaba aquella hamburguesa.
— Debo admitirles que es la primera vez que como una hamburguesa después de una fiesta. — dije y todos me miraron sorprendidos. 
— ¿Esto es en serio? — preguntó Agustina al igual de sorprendida que el resto. Asentí.
— En Puerto Madryn no solía salir, alguna que otra vez pero nunca me sumaba cuando iban comer al Mc Donald's, siempre volvía a casa. — le conté.
— Bueno, nose si esto es bueno o malo, pero lo que si es que estás viviendo más experiencias con nosotros en un año que en todos los que viviste en tu ciudad. — aseguró Lucas, todos concordaron y reímos, porque la realidad era que tenía razón.
 




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