Capítulo 5
— ¿Qué vas a pedir? —pregunta mientras lee la carta que le entrego el mesero.
Sinceramente aun no lo se, no sé nada de comida gourmet. Absolutamente nada
Hubiera preferido una hamburguesa y papas de Mcdonals. Pero, claro el señor tenía que traernos a un restaurante de comida gourmet.
Leo la carta y algunos nombres se me hacen asquerosos.
Ají de gallina ¿enserio? Trato de mantener mi rostro sin ninguna expresión como si de verdad supiera que es cada plato. Tampoco quiero quedar como tonta
— ¿Qué me recomienda? — pregunto intentando sonar interesada en su opinión.
Mi mira de nuevo a los ojos, la curiosidad sigue allí, en ellos.se cerca de mi como si quisiera decirme un secreto.
— ¿sinceramente?
Asiento.
— Prefiero comer alitas picantes de KFC— susurra.
¿Y por qué no lo dijo desde el principio? yo también lo prefiero.
Rio suavemente antes de ver como deja la carta sobre la mesa y se pone de pie para luego jalar mi mano y encaminarnos a la puerta.
El recepcionista se alarma al vernos supongo que por el poco tiempo que pasamos en el restaurante como para comer algo.
Al salir del restaurante me carcajeo, el me observa con una sonrisa en su rostro antes de negar con su cabeza.
Creo que ve como el alivio inunda mi rostro porque dice. — Si no querías comer allí solo debías decírmelo.
Hago una mueca. — ¿tanto se notaba?
—mientras leías la carta tu nariz se arrugaba de manera sutil.
¿Me observaba? No puedo evitar el aleteo en estomago al oírlo decir eso. Joder ¿qué me estaba pasando?
—lo siento solo que no estoy acostumbrada a esa clase de comida.
—No te preocupes, entonces ¿alitas picantes o hamburguesa?
—umm. Decisión difícil. No sé.
Se rie. — ¿Qué tal ambas?
Una sonrisa se ensancha en mis labios, claramente eso me encanta.
—Sí, eso suena…
—¿Liam? —la voz alegre y dulce detrás de mi hace que voltee rápidamente.
La actitud de Liam cambia drásticamente al verla, su ceño se frunce con disgusto y su mandíbula se tensa.
Observo a la mujer enfrento nuestro se hace conocida de algún lugar, aunque no recuerdo de dónde.
Su vestido rojo pegado al cuerpo llama la atención de varios hombres al verla, el cabello negro recogido en una coleta la hace ver más alta de lo que ya se ve con los tacones negros que lleva puestos.
—¿Qué quieres? —pregunta a la mujer con desagrado.
—Oye no seas así ,yo solo quiero disculparme por lo de ese día ,no era mi intención…
—¿no era tu intención? ¿Enserio Rosy? ¿Entonces que pretendías comportándote como una prostituta?¿qué te alagara?¿qué te aplauda por semejante estupidez?¿qué te felicite por estar siendo una idiota?
—Oiga no le hable de esa manera—le digo antes de que continúe diciendo estupideces. —no tiene derecho a tratarla de esa manera
La mujer no se muestra ofendida más bien furiosa. Liam dirige su vista hacia mí. Y también su furia.
—tengo todo el derecho a tratarla como se me dé la regalada gana .No te metas—vuelve a la maldita actitud idiota del día que lo conocí.
—No, no lo tiene —exclamo frustrándome .
—Mire señorita Brown que se …
—niña no te entrometas en esto. No me defiendas, no lo necesito. Puedes largarte mientras nosotros terminamos de chalar—la tal Rosy me mira con arrogancia y fastidio.
Pero mira que mal agradecida, aparte de que la defiendo de los insultos que esta recibiendo, ella viene y me insulta a mí.
—¿enserio lo dices? —le pregunto a ella.
—Claro, largo. —chasque los dedos.
Par de idiotas, eso es lo que son .
—Bien. Mátense—les digo antes de darme la vuelta .Liam me ve de reojo antes de que le de la espalda y camine.
Que actitud tan volátil poseen esos dos. Que estresante.
¿Qué clase de persona se comporta de esa manera cuando la están insultando?
Una claramente estúpida.
Bufo por lo bajo y ruedo los ojos. Me he llevado un gran disgusto.
Y también me he quedado sin alitas picantes y hamburguesa.
¡Que desagrado!
***
—empecemos de nuevo. Tiene que estar todo perfecto para la semana que viene.
—va a estar todo perfecto para la semana que viene Mario, si has estado como loco haciéndonos ensayar cuando esta ya todo listo. —le digo mientras doy un sorbo de agua a mi botella.
Me mira con obviedad y rueda los ojos.
—Hay que estar preparados Jazz ,es una presentación importante.
—no me llames jazz, y ya sé que es una presentación importante.
Me saca la lengua. —pero es tu nombre, y como ya sabes que es una presentación importante todo tiene que estar…
—perfecto—digo al mismo tiempo que él con una mueca de disgusto.
—mis piernas tiemblan—me quejo . —ya vámonos a casa. Enserio Mario, todo está perfectamente bien, llevamos haciendo la coreografía con un mes de antelación. Todo saldrá bien ¿si? Vámonos. —hago un puchero y entrecierro mis ojos.