Se que en algún lugar éstas, me acompañas de manera inconsciente y aún en las penurias de mis desconsuelos estas allí para mí. Tormentoso, desdichoso, lúgubre y mohíno se vuelve la mente por pasar tiempo en la monotonía, dichoso aguél que no carece de buena compañía.
Dedicado a todo aquel que sabe que es vivir en sueños.
Areli Pereyra