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Mis padres estaban felices y sonrientes, tanto por Margot como por mi. Además de que ellos hablaron de Deívan y como había cambiado, no les he dicho que él esta muy decidido a ese cambio.
El teléfono de la casa suena, me levanto para ir a contestar, así que dejo a mis padres y a Margot cenar, no es tan tarde pero el hambre es hambre.
—Hola.
—¿Sebastián?
—Sí ¿Quién habla?
—Soy Helen, soy enfermera de urgencias.
—¿Urgencias?
—Encontramos tu número en el telefono celular de Deívan, tuvo un accidente y esta aquí, y esta muy grave. Tememos por su vida.
No escucho más y dejo la bocina, tanto que mamá me toma del brazo y me mira preocupada, lloró y ella no me suelta.
—Pero ¿Qué te pasa cariño?—las palabras no me salen, y no hago más que verle aterrado.
—¿Qué pasa? —pregunta papá.
—Sebas... oye ¿Qué tienes?
—Deívan, esta en urgencias..., tuvo un accidente—suelto y mi madre me suelta, se queda perpleja y Margot se lleva las manos a la boca como evitando un grito. Y yo caigo de rodillas sin poder creermelo aún.
En pocos minutos estamos en la sala de urgencias, en el camino mamá le ha llamado a Mabel, la mamá de Deívan, esta en otro hospital así que dijo que iría en seguida. Estoy confundido, y me siento inútil en estos momentos.
No logro entender como mi mejor amigo tuvo un accidente pero ¿en que momento sucedió tal cosa?