Capítulo 4.

no pensé en las consecuencias de lo que podría pasar, simplemente actué por instinto un instinto que saca lo peor de mi cuando estoy muy enojada, pero claro esa tonta del culo como iba a saber cómo iba a reaccionar yo, estúpida decisión que tome al irle a partir la cara a Milka la bocona y estúpidos sentimientos extremistas que tengo y bueno heme aquí. En la dirección siendo interrogada por la policía, no sé porque pero creo ya sé en qué va a terminar todo esto, estúpidas decisiones de mierda.

-Señorita Krous, me podría repetir los hechos sucedidos hace unos momentos- dice un agente de policía.

-Ya se lo dije todo como fue, ella siempre me empujaba o decía cosas de mi que ni al caso, entonces hoy que estaba bien enojada y algo frustrada me entero que según soy lesbiana y que me gusta ella y no sé qué tantas chorradas más dijo, el punto es que fui a buscarla y la golpee

-¿Está consciente de que puede ir al Tutelar de Menores si se levanta una demanda contra usted, Señorita?

-Sí, lo estoy.

Llaman a la puerta y acto seguido entra mi madre, que me ve con decepción, el Coronel Simur, cuyo rostro está demasiado tenso y me ve como si me fuera a matar en cualquier momento, y seguidamente entra el Director. Nadie dice nada por unos momentos, entonces mi madre suelta primero.

-¡Cómo pudiste hacer esto Evolet! ¡No pensaste en las consecuencias! Ahora que va a ser de ti, yo que te he dado todo y me he esforzado para que tengas lo mejor ya que con tu padre no puedo contar, tengo que arreglármelas sola, cómo pudiste pagarme de esta manera, ahora que va a ser de mi y de ti- bueno creo que esto va para largo, siéntense y vean el espectáculo-. Dirán que no pude sacar a delante a mi única hija, que no pude educarla bien que fui una mala madre y que nunca te pude inculcar valores como se debe, hasta parece que ya estoy escuchando a la gente del vecindario hablando de mi y de ti ¡Cómo pudiste!- y terminando de decir esto rompe en llanto, lo cierto es que a mi madre siempre le ha importado demasiado lo que la gente diga de nuestra familia, pero a mí me importa muy poco lo que digan, cada quien es como es, no comes y vistes de los comentarios de la gente y punto, jamás vas a darles gusto,

El Coronel Simur en todo este tiempo no ha dicho ni una sola palabra pero la forma en cómo me ve lo dice todo, no va a descansar hasta que me vea encerrada en el tutelar.

-Debido a que ha demostrado un comportamiento muy violento y poco respetable para este instituto y también que ha roto demasiadas reglas en tal poco tiempo que lleva iniciado este año escolar, queda usted Señorita Krous, expulsada de este plantel y se le negara el acceso a cualquier nivel educativo que imparta este Instituto- termina de decir el director, o esto sí que es genial, no les había comentado que este Instituto es el único que imparte la carrera de veterinaria y que es el único en estado de Mayto.

Mi madre recoge todos mis papeles y hace el papeleo necesario para darme de baja sin dirigirme ni una sola mirada o palabra, que no toma mucho tiempo tal parece que estaban esperando a que algo así pasara para sacarme de la vida de todos en este plantel de una vez por todas, incluso me pareció ver alguna sonrisa dibujada muy disimuladamente en los rostros de algunas personas.

Antes de salir del plantel escucho que alguien me llama, me giro para ver quién es y veo a un poli acompañado de un señor no tal viejo a su lado, llegan hasta donde estamos nosotras esperándolos y el poli suelta.

-Señorita Krous debido a que no tiene abogado se le concederá uno, el señor aquí presente- veo al señor, cuyo nombre no me dijo el poli, me ve algo raro, no sé como simplemente es raro y me sonríe, el poli se va y se queda el abogado quien se presenta muy formalmente.

-Soy el abogado Havers Mongomery y será todo un placer fungir como su defensor en la audiencia.

-¿Cuándo será la audiencia?- pregunta mi madre con un tono algo preocupado.

-El sábado- contesta algo desanimado el abogado.

Mierda estamos en jueves.