El Sacrificio Para Los Dioses Y La Bendición de Las Armas, En La Tumba de Aquiles, En Troya

Después de liberar a Troya de los odiosos persas, Alejandro Magno, junto con su comitiva hasta la tumba del famoso héroe de la Ilíada, Aquiles, para hacer 2 cosas, 1 hacer un sacrificio a los dioses y 2 bendecir sus armas para lograr la venganza tan hanciada hacia los odiosos persas, ya que Alejandro Magno sabía que sin la bendición de los dioses no podría llegar muy lejos si pretendía conquistar el mundo conocido, y en parte también quería venganza por lo que los odiosos Persas hicieron a Grecia, hace 150 años, cuando el emperador Persa Herjes invadió Grecia y la destrozo, y de hecho si los griegos no se hubieran unido para poder expulsar al invasor hubiera sido imposible que los griegos fueran libres, para que después pudieran vengarse de los invasores Persas.