—¡Einstein! Ven, gatito —grita Taylor por los pasillos de la casa.
—Debe estar en el jardín —le dice su padre en medio camino a su habitación —Ya es muy noche, ve por él antes de que se pierda.
—Pa, ¿crees que si estuviera afuera no lo habría escuchado salir?
—No, porque es un gato. Hijo, también dejamos en claro que es muy inteligente, sabe escapar como un ninja.
Taylor asiente —Bien punto, iré por el y deberíamos comprarle uno de esos collares con campanilla.
—Bien, descansa.
—Descansa, pa.
Taylor baja las escaleras a toda prisa y cuándo abre la puerta principal ve a Will con intenciones de tocar el timbre.
—Hola, Taylor —lo saluda
—¡Más pastel! —exclama el castaño con emoción. Will carraspea —Vecino, que gusto verte también y con un pastel en manos —sonríe —Algo me dice que seremos muy grandes amigos.
—Por supuesto —Will le entrega el dulce y los ojos de Taylor se iluminan al sostenerlo —Es de vainilla y esta vez comparte un poco con tu hermana, lo traje por ella.
—¿Mi hermana? —frunce el ceño.
—Si, esta mañana no se veía muy contenta, pero le dije que le traería un pastel nuevo. ¿Está en casa? Quisiera saber cómo le fue en su primer día.
—Espera, espera —Taylor ladea la cabeza —¿Tuviste una conversación con mi hermana y ahora vuelves con un pastel?
—¿Sí? Estas muy extraño, no es la primera vez que hablo con ella, ayer nos presentamos, ¿lo olvidas? estabas allí.
Taylor suelta una carcajada y se gira para entrar a la casa —Pasa, Will, creo que ya sé que está ocurriendo y tengo que explicarte unas cosas.
Will lo sigue y cierra la puerta detrás de él. Observa cómo la estancia luce igual a lo que se imaginaba, llena de cajas por desempacar y con olor a pintura fresca.
—Allí estas, Einstein —dice Taylor al ver el gato sentado a los pies de su hermana mayor.
Will se adentra a la cocina y puede ver a Alexis sentada en un taburete, aunque en realidad es Rain.
Lleva los audífonos puestos y raya la esquina de una agenda sin levantar la mirada. Viste un pijama corto y sus pies descalzos cuelgan de la silla alta, con uno de ellos acaricia la barriga del gato color negro.
Will sonríe y mientras Taylor se gira para guardar el pastel en la nevera, él aprovecha para tocar el hombro de la chica y llamar su atención.
Una mueca de disgusto es lo que recibe.
—¿¡Qué haces en mi casa?! —reclama quitándose los audífonos y poniéndose de pie. El gato maúlla ante la falta de caricias en su barriga —Einstein, muérdelo —le ordena al gato y este saca los dientes dispuesto a atacar.
—Einstein, no lo hagas —se apresura a decir Taylor y el gato voltea a ver a Rain.
—¿Por qué me miras así? Te di una orden, Einstein.
Einstein maúlla y corre en dirección a Will sacando los dientes y los clava en su pierna.
—¡Auch! ¿¡Qué carajos?!
—¡Einstein! Te dije que no lo hicieras, gato malo —le reclama Taylor y Rain se ríe cuando el gato corre a ella y se acuesta a sus pies.
—Largo de mi casa —Rain señala a Will y este se lleva una mano a su pierna mordida.
—¿Cuál es tu problema? Anoche fuiste tan simpática y me dijiste que era lindo y hoy estas toda amargada y no solo eso, tienes un gato entrenado ¡Que muerde muy duro!
Rain rueda los ojos y sale de la cocina sin responder, no iba perder tiempo con el extraño vecino. El gato le saca los dientes antes de seguir a su dueña favorita y Will retrocede confundido.
—Einstein es un gato muy inteligente —Taylor explica —Lo siento mucho, Rain es algo...
—¿Hulk? —Will repite la misma referencia de esta mañana. Era como una especie de deja vú.
—¡Exacto! Siempre está furiosa, no tiene remedio.
Se gira para sacar un poco de hielo y ponerlo en una toalla de cocina. Will estaba sangrando por las marcas de dientes que le dejó Einstein.
—Gracias —se sienta donde previamente Rain estaba y se pone la toalla en la mordida —No lo entiendo, Taylor, creí que tu hermana se llamaba Alexis.
—Escucha, Will, en realidad tengo dos hermanas y...
—¡Will! —grita Alexis entrando a la cocina con una sonrisa y corre a su lado abrazándolo.
Taylor lleva una mano en puño a sus labios para evitar reír ante la épica cara de confusión de su vecino.
—¿Qué está pasando? —pregunta el chico cuando Alexis se aparta.
—Eso mismo me pregunto yo, ¿qué te pasó en la pierna? —lo señala curiosa.
—¿¡Bromeas?! —Will se pone de pie y la mira directo a los ojos —¿Acaso sufres de pérdida de memoria a corto plazo? Tú y tu gato diabólico inteligente me hicieron esto. Creí que lo de esta mañana solo era porque estaba muy temprano y eres de las que amanece de mal humor, pero resulta que eres así todo el tiempo.
—Amigo, relájate, hay una explicación para todo —Taylor pone una mano en el hombro de Will y Alexis se aparta para salir de la cocina —Alexis, espera.