Taylor da vueltas por la habitación de Will.
Einstein duerme en una esquina de la alfombra y Will se encuentra sentado en la silla de su escritorio viendo como su vecino camina de un lado a otro.
Taylor prácticamente le había rogado a Will que lo dejara venir a su casa por unas horas.
—Cuándo mis hermanas se pelean, la casa parece un campo minado de guerra y siempre termino herido —murmura el chico de forma desesperada —Si estoy con Alexis, Rain se enoja, si estoy con Rain, Alexis no me habla ¡Ahg!
—¿Sus peleas duran mucho? —cuestiona Will con curiosidad.
—La última vez que se pelearon así de feo no se hablaron por más de un mes —se lleva las manos al rostro y se deja caer de espalda a la cama de manera muy dramática.
Will mira a sus pies, su mente procesa los gritos de Alexis y la forma en la que Rain le arrojó el agua al rostro.
—...Odio que mis hermanas peleen —prosigue a decir Taylor y aparta las manos de su rostro para mirar al techo.
—¿Crees... Crees que Alexis decía muy en serio todo lo que le gritó a Rain? —cuestiona levantando la mirada a Taylor —Estuvo algo fuerte todo lo que le dijo.
Taylor suspira sonoramente y se apoya de los codos contra el colchón para mirar a Will.
—No sé. Quizás sí, quizás no.
—¿De verdad ninguno la soporta?
—Will, yo quiero demasiado a mi hermana, pero la chica es un dolor en el trasero que no disminuye con el tiempo, si no que más bien aumenta.
Will frunce el ceño —¿Por qué?
Taylor se deja caer nuevamente de espaldas a la cama y pone su atención al techo mientras responde —No tengo la menor idea. ¿Sabes? No tuvimos una mala infancia, ni tenemos una mala vida, nuestros padres son muy buenos y nada jamás nos ha faltado.
—¿Entonces es así solo porque sí?
—Sí y nadie jamás lo ha entendido. Siempre tratamos de no hablar mucho frente a ella y nos evitamos comentarios de cualquier cosa cuando pasamos tiempo en familia, porque no sabemos que puede molestarla. No te tomes muy a pecho todo lo que Alexis dijo, ella estaba molesta, en realidad no estamos hartos de Rain, sólo estamos cansados.
—Si esto ha sido un problema por mucho tiempo, ¿por qué no han buscado ayuda profesional?
Taylor bufa —No puedo contar la cantidad de psicólogos que mis padres han pagado para que Rain suelte algo de información de lo que pasa por su mente. Rain ya tiene 18 años, si no quiso hablar antes, no lo hará ahora.
—Mi papá es psicólogo —suelta Will y Taylor se sienta rápidamente en la cama viendo a su vecino con atención —Quizás pueda ayudar, no sé.
—Si tu padre es un psicólogo, entonces tú puedes ayudar —lo señala con una sonrisa —Algo debes saber sobre sacarle información a las personas. A tu padre no querrá ni hablarle, pero a ti...
Will niega rápidamente —¡Tu hermana me odia! —lo interrumpe.
—Rain odia a todo el mundo.
—Cierto, pero, aunque yo quisiera ayudar, ella jamás me contará de sus problemas.
Taylor suspira y asiente —Tienes razón, solo... Solo pensé que eras un rayo de esperanza, quizás esto de que estén peleadas me quiere hacer buscar una solución, aunque no la haya.
—Lo siento, Taylor —Will hace una mueca —Tendrás que esperar a que ellas decidan hacer las paces.
—Mientras eso suceda ¿Puedo pasar las tardes después del colegio aquí?
—Después del colegio, tengo prácticas de baloncesto, pero por la noche, a eso de las 8:00 pm puedes venir y vemos películas o jugamos algún video juego.
—Suena bien —el castaño asiente.
—Solo esperemos a que la guerra no dure mucho —Will sonríe de lado y Taylor suspira.
El conocía a sus hermanas, la guerra no estaba ni cerca de terminar.