Will frunce el ceño al oír el peculiar sonido de madera rompiéndose.
Sacude la cabeza y se concentra en los problemas matemáticos en su libreta.
¿A quien quiere engañar? Es casi media noche y sigue sin entender. Seguramente recibirá una gran F en su parcial de mañana.
Un grito ahogado y vidrio rompiéndose hace que Will se asuste y rápidamente se pone de pie para mirar por su ventana la cual tiene vista al jardín trasero de la casa Schmidt.
Se sorprende al ver a una de las gemelas arrojando cosas contra el suelo de la terraza.
—¿¡Qué diablos haces?! —pregunta aún sin saber cuál de las dos chicas es.
—¡Cállate, William! —grita ella molesta —O lo próximo que verás será una piedra en tu ventana.
"Rain..."
—¡Aléjate de mi ventana! —dice a punto de reír. Will jamás creyó que tendría la oportunidad de usar la carta de reversa con esa frase. —Es casi media noche, Hulk.
—¡Que te calles la boca dije!
Will bufa y abre más la ventana para salir y sentarse sobre el espacio entre el tejado y su ventana.
Los siguientes minutos solo se queda allí viendo a su vecina romper vasos, enterrar un hacha contra trozos de madera y gruñir molesta.
No entiende la situación, bueno... A ella nunca la entiende.
—¿Tus padres tienen licor? —pregunta ella en voz alta cuando ya no hay nada más por romper.
—No —Will niega —Y aunque lo tuvieran, no lo robaría para dártelo.
Rain bufa y se limpia las ligeras lágrimas que derramó y mira a su alrededor el desastre que ha hecho y debe recoger por la mañana.
—¿Quieres hablar sobre esto? —vuelve a decir Will ya que Rain solo esta allí estática viendo los pedazos de vidrio y la madera.
—¿Por qué hablaría de mis problemas contigo?
—Quizás porque ya nadie se ofrece a escucharte y soy todo lo que tienes ahora, Hulk rabiosa. —responde rápidamente en tono burlón —¿Sabes por qué estoy seguro de eso? Ya que de no ser así, no estarías haciendo toda esta devastación afuera sin impedimento alguno por parte de tus hermanos o padres.
"Ya están acostumbrados, William, por eso no me dicen nada..." piensa la chica.
Rain sube la mirada a Will y deja salir un suspiro mientras comienza a caminar hasta el patio del chico.
—¿Tienes una escalera? —pregunta secamente.
—Por la izquierda —Will señala con la cabeza —Está por la ventana del cuarto de invitados.
Rain asiente y camina en esa dirección para poder subir al techo y una vez arriba camina lentamente en dirección a Will, quien no se ha movido de su lugar.
—¿Y bien? —pregunta el chico cuando ella está sentada junto a él, pero no la mira, solo mantiene la vista fija en la terraza de los Schmidt.
—No quiero hablar de eso —susurra ella.
—¿Entonces quieres ayudarme a estudiar para mi parcial de matemáticas? —bromea.
Rain se queda en silencio unos segundos y luego responde: —De acuerdo, es mejor eso a estar aquí muriendo de frío.
Will voltea a verla.
—Solo bromeaba-
—¿No necesitas ayuda? —lo interrumpe.
—Sí, pero-
—Andando, William. —Rain rueda los ojos y se gira lentamente para entrar a la habitación de Will. Camina hasta su cama y toma la libreta en manos viendo la página llena de números y problemas. —¿No te da vergüenza el no saber matemática básica? —lo mira de forma severa. —¿De verdad no puedes resolver esto?
—Yo-
Will está sorprendido y asustado, no comprende que está sucediendo justo ahora.
—Adivinaré... —Rain sonríe de lado y le entrega la libreta —¿Esta es la razón por la cual has estado tranquilo estos últimos días?
—Te hago falta ¿eh? —Will sube las cejas de arriba a abajo juguetón.
—Ya quisieras. —Rain bufa.
Will se pasa una mano por su cabello y asiente.
—Puede que sea por mis tareas, pero más que nada estuve tranquilo porque aún tienes mi balón de baloncesto como rehén.
—Oh, cierto —Rain sonríe de lado.
Ella toma asiento en el suelo y se recuesta de la cama.
Will la imita y se queda en silencio viéndola fijamente. Aún no sabe qué diablos está pasando, ni porque Rain está comportándose más extraña de lo usual.
—¿De verdad me ayudarás?
—No te puedo prometer la falta de insultos mientras lo intento, pero sí, te voy a ayudar, no tengo sueño y honestamente no quiero entrar a mi casa todavía. —sube los hombros aburrida —Además, esto no es tan difícil, veamos si tus tres neuronas aún funcionan, William.
Will muerde el interior de sus mejillas en un intento por detener la sonrisa que se le quiere escapar. Abre la libreta y estira la mano a su cama para tomar un lápiz y dárselo a Rain.