¡aléjate de mi ventana!

14. Casa de los gritos Pt.2

La alarma de Will hace que él abra los ojos a duras penas y Rain se despierte asustada.

Seguidamente ambos sueltan un quejido de dolor al lentamente irse sentando.

Ciertamente dormir en el suelo no es una maravilla.

—No puede ser —susurra Rain al ver el lugar con ojos entrecerrados y sentir el sol mañanero colarse por la ventana. —¿En qué punto nos quedamos dormidos?

—No lo sé, siento que acabo de cerrar mis ojos —responde Will con la voz ronca y adormecida.

Rain voltea verlo, por alguna razón aquello le pareció sexy.

Will se levanta con dolor reflejado en sus facciones ya que la espalda le duele. Busca su celular y apaga la alarma.

—¡Will, hora de levan...! —Carla Roberts entra a la habitación y sus ojos se abren cuando ve a la chica en el suelo y a su hijo en una esquina luciendo adolorido. —Ay... ¡Por los clavos de Cristo! ¿Pero que ha pasado aquí?

—Nada, mamá. —Will niega y se acerca a Rain para tenderle las manos y ayudarla a levantarse. —No hagas un drama.

—¿¡Drama?! —la mujer lo mira asustada. —William Theodore Roberts, ¿me puedes explicar esto? —señala a Rain —¿Qué hace una de las gemelas en tu habitación?

—Me estaba ayudando a estudiar para mi parcial de matemáticas, pero nos quedamos dormidos —se rasca el cuello —Ya luego me regañas ¿de acuerdo? Tengo que bañarme y alistarme para ir a clases.

—Yo igual, así que me voy. —Rain susurra y le da una breve mirada a la señora Carla y Will antes de salir prácticamente corriendo de esa habitación. —Nos vemos.

Carla se inclina y toma una de sus pantuflas y antes de que Will pueda reaccionar ya recibió el golpe en la cabeza.

Rain comienza a bajar las escaleras sintiendo su corazón latir con frenesí.

Va tan asustada que no entiende porqué. Incluso termina chocando con Theodore en mitad de pasillo por la sala.

Al hombre se le caen varios libros y el periódico.

—Ay, por Dios —dice ella mientras se inclina para ayudar a recoger todo.

—¿Pero que está pasando? —pregunta el hombre a punto de reír al no entender la presencia de la chica en su casa.

—Tal parece que a los Roberts les gustan los libros de la psicóloga Lucy Sky —dice Rain al ver la portada de uno de ellos mientras se los tiende de regreso.

—Así es, la verdad me gusta recomendarle sus libros a mis pacientes. —responde.

—Oh —Rain asiente —No sabía que era psicólogo, señor Roberts.

—Y yo no sabía que usted pasaría la noche en mi casa, señorita Schmidt —responde sarcástico —Al parecer los dos nos llevamos una sorpresa esta mañana.

Rain se ríe nerviosa y quiere abofetearse por ello.

"¿Qué demonios me pasa?" piensa de forma nerviosa "Will y yo no hicimos nada. ¿Por qué estoy tan asustada?"

—Debo irme, tenga buen día. —es lo que dice y prosigue a caminar a la salida.

—Oh, Will... Dios te salve de la ira de tu madre. —susurra el hombre negando y sonríe de lado mientras camina a la cocina para preparar el desayuno antes de irse a trabajar.

❁❁❁

Rain abre la puerta de su habitación y lo primero que ve es a sus hermanos sentados en la esquina de su cama y a Einstein entre medio de ellos.

Los tres lucen molestos.

—¿Puedes explicar por qué no pasaste la noche aquí? —Alexis es la primera en cuestionar.

—No tengo porque decirles nada. —responde Rain y cierra la puerta a su espalda.

—Rain, si mis papás se enteran de esto te van a castigar de por vida. —Taylor la mira mal. —¿Dónde diablos estabas?

—¡Dejaste la terraza hecha un desastre! —dice Alexis.

—Dios, ustedes son peores que ellos.

Rain gruñe y se lleva las manos al rostro.

—¡Solo dinos dónde estabas! —exclama Alexis —¿Cómo puede ser posible que te pongas más loca de lo que ya eres de la noche a la mañana y desaparezcas así?

Einstein maúlla, quizás dándole la razón a la gemela menor en ese argumento.

—¡NO PUEDEN DECIR QUE ME PONGO LOCA DE LA NOCHE A LA MAÑANA SI NO SABEN QUE ES LO QUE DE VERDAD ESTÁ PASÁNDOME!

Alexis se levanta de la cama y la mira furiosa.

—ENTONCES CUENTANOS, NO SOMOS MALDITOS ADIVINOS PARA SABER QUE DIABLOS PASA CONTIGO.

Rain se cruza de brazos sin decir nada.

—Lo único que hacemos es preocuparnos por ti y tú ni siquiera puedes notarlo —Taylor se levanta también y se para junto a Alexis.

—Salgan de mi habitación. —pide Rain entre dientes.

—No sin antes saber dónde pasaste la noche. —responde Alexis.

—¿Eso a ti que te importa? —Rain amarga el rostro.

—¡ERES UNA IMBECIL!

—¡ALEXIS! —grita Taylor de forma sorprendida.

—¡TÚ TAMBIÉN LO ERES Y NO ME VES GRITANDOTE ESE HECHO!



#6225 en Joven Adulto
#17855 en Otros
#2685 en Humor

En el texto hay: vecinos, gemelas distintas, bromas y peleas

Editado: 25.12.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.