¡aléjate de mi ventana!

28. Epílogo

8 meses después

—¿Por qué te ríes de todo? Pareces idiota

—¿Por qué te enojas por todo? Pareces loca.

—Eres insoportable, William.

—Tú eres demasiado amargada, Hulk.

—Ya detente, me estás comenzando a dar dolor de cabeza.

—Pues, allá tú y tu necesidad de victimizarte por todo. No es mi culpa que no tengas dinero suficiente para pagarme por haber caído en mi hotel.

Rain baja la mirada al tablero de Monopolio y frunce el ceño. Will vuelve a sonreír victorioso y levanta las cejas de arriba a abajo.

—¿Un beso podría saldar esta deuda?

—Puede ser —Will acerca su rostro al de ella y Rain sonríe mientras une sus labios en un beso profundo.

—¡Qué asco me dan ustedes dos! —Taylor hace el amago de vomitar cuando abre la puerta de la habitación de Rain.

Will se ríe separándose y Rain le arroja uno de los dados a su hermano.

—Entrometido —susurra ella.

—Vamos, Will —Taylor le arroja el balón de baloncesto y este lo atrapa de forma ágil entre sus manos —Es tiempo de chicos, despídete de besolandia.

Rain se ríe y se levanta del suelo junto a Will.

—Tiempo de chicos, nena —le dice él y le guiña el ojo —Eso no se cancela.

—Lo sé —ella asiente y le da un beso en la mejilla.

Will sale de la habitación con Taylor y ella cierra la puerta.

A mitad de las escaleras le lanza una mirada picara a Alexis ya que viene subiendo de manos agarradas con su novia, la hermosa chica de ojos verdes llamada Emilee. La gemela menor solo se ríe por lo bajo ante la mirada de Will mientras este sale de la casa entre risas con Taylor.

Rain toma a Einstein en brazos, quien dormía en una esquina de la cama y acaricia su cabeza. Este comienza a ronronear ante el afecto de forma feliz.

El piqueteo del balón hace que Rain tenga un gran déjà vu, así que, sin dejar de sostener a Einstein con una mano, abre la ventana y grita: —¡Aléjate de mi ventana!

Will al oír la voz se detuvo y sostuvo el balón en mano. Una sonrisa se plasmó en su rostro, pero prosiguió a seguirle la corriente.

—¿¡Cuál es tu problema?! —le responde y camina hasta la acera para poder verla más de cerca.

—Tú eres mi problema, ¡lanza tu balón por otro lado!

—Hulk, la calle no te pertenece y no tengo porque hacer lo que dices.

—Bien —ella asiente también con una sonrisa —Ya me preocupo si comienzas a hacer lo que yo digo. Te quiero.

—Yo te quiero más.

Taylor se ríe negando con la mirada al cielo y Will vuelve a él arrojándole el balón para proceder a jugar bajo la iluminada carretera y luz de las estrellas. 



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En el texto hay: vecinos, gemelas distintas, bromas y peleas

Editado: 25.12.2021

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