Alerta de proximidad

Capítulo 11: La estrella falsa

— Parece que te has emocionado mucho Peroti —comentó Mark con humor, no lo admitiría, pero le encantaba manejar la nave a gran velocidad.

— ¿Cómo se te pudo olvidar algo tan importante?

— No lo sé Garup, tal vez es que estoy preocupado por Cemitono, sabes para qué está aquí, Cemitono hace que queramos o no el reglamento sea cumplido, nos protege de nosotros mismos —se defendió Peroti sin saber cómo debía proceder.

— Uff, hablan como si tuvieran conductas autodestructivas —habló Oonna mientras tomaba su quinta copa de licor.

— Si, algunos aquí tienen conductas autodestructivas —respondió Garup, lo que resultó más creíble dada su profesión como médico y su actitud seria.

— ¿Todos ustedes o solo dos? —preguntó ese sernsa con cierta incomodidad.

— Oonna, un colega de nosotros está en psicoterapia porque intentó suicidarse, y antes de nosotros un sujeto se enloqueció tras estar solo durante 2 años —habló Mark— Y alguien tiene que fumar para mantener sus nervios a raya.

— Cierto, en esa zona el tiempo pasaba demasiado rápido... —dijo Garup volviendo a su lectura.

— Me alegra que se estén abriendo, aunque aprovechan que eso no está activo —comentó Oonna— Seguramente ahora que no se está tomando registro pueden decir lo que quieran.

— Puede ser molesto, pero si los superiores saben que está encima de nosotros no tenemos tantos problemas, la supervisión es leve —decía Peroti mientras seguía intentando sacar información. —Además nos puede facilitar muchas cosas. Cemitono es muy importante. Es algo muy fundamental, y no debe ser tomado a la ligera, aunque esta IA en particular es bastante tolerante; tiene un gran nivel de comprensión emocional que regula su malicia.

— No entiendo muy bien el asunto con las IAs, pero no es mi culpa, mi planeta está gobernado por idiotas que no han permitido la entrada de tecnología como esa —habló Oonna para luego mandarse a pecho el contenido de la copa, se levantó y fue a buscar otra— Pero entiendo, no uso cosas tan complejas y sería bueno que de llegar a necesitar algo lo hiciera en mi lugar.

— Ya fue suficiente Oonna, no podemos tomar tanto —le regañó el cemaran.

— ¡Solo voy por la sexta Mark! ¡Estoy muy bien! ¡Y me ayuda a relajarme!

— No quiero lidiar con alguien en estado de embriaguez.

— Ach, que aburrido eres —respondió Oonna sin disimular su malestar.

— No hablaremos de eso ahora, por el momento solo esperaremos a ver que va a hacer Peroti —habló Mark observando a ese sernsa— Así que solo quédate quieto.

Mientras los otros discutían o se limitaban a jugar cartas el rago estaba concentrado en ver qué podía hacer. El panel tenía opciones muy limitadas, pero sabía que los supervisores podían acceder a más contenido, por lo que pensó en vincular uno de sus artículos personales. Intentó numerosas veces, como era de esperarse la conexión era cortada, estaba frustrado y terminó dando un golpe a la pantalla; fue ridículo, había funcionado. Dejó salir una sonrisa cargada de nervios al saber lo que había conseguido, dicho eso comenzó a revisar ese archivo en donde informaba las acciones de la IA, solamente necesitaba saber lo ocurrido hacía horas. Parecía normal, supervisar a los tripulantes oficiales y al no oficial, nada extraño hasta el momento; pero algo llamó su atención, el 30% de su capacidad parecía estar enfocada en otra cosa: comunicarse con Cemonitor.

Su amigo Mark ya le había hablado de Cemonitor, y el que había aceptado ayudarles, así que sin saberlo había otra nave de la que recibían información. Así como la Fugaz Escarlata realizaba análisis del sitio en el que se encontraba la otra nave hacía lo mismo y se lo enviaba. Ambas habían estado zonas con cantidades anormalmente altas tomando en cuenta el espacio en que se encontraban, y el informe llegó a su final. Cuando Cemitono fue penalizado estaban hablando con Ilu, tal vez esos pocos datos que recibieron de ella fueron suficientes como para que su programación asumiera que ya sabría demasiado y que había estado rompiendo las reglas.

— ¿Podrían dejar de jugar y escucharme? —interrumpió aquel técnico.

— Espera un momento, estoy dejando a Garup sin medio salario —habló Oonna mientras estaba contando las ganancias que había obtenido de momento.

— ¿Tú también Mark? —pasó a preguntarle a su amigo, que solo estaba observando.

— No, Oonna no aceptó jugar porque si le gano tendría que pagarle menos o ni tendría que pagarle. Le dio miedo después de que gané unas dos partidas, me dijo que me retirara ya que "le traía mala energía".

— ¿A qué demonios le propusiste jugar? —se desvió un poco del tema.

— Al principio cartas, ese juego raro de Moar V. Luego tikap, póker, y cosas así.

— Oh... En fin, esperaré a que su estúpida partida termine ya que no puedo contar solo con tu opinión Mark —habló Peroti y tomó asiento, pensaba esperar a que Garup terminara de jugar.

— Como digas —habló ese poare mirando bien sus fichas.

A esos agentes que observaban el juego realmente no les importaba el resultado, solamente querían pasar a un tema más relevante. Y no debía faltar mucho para el final, puesto a que Oonna claramente ya no tenía muchas opciones. Tras notar la frustración del sernsa y hacer entrega de lo que había apostado solo restaba esperar a que guardaran todas las piezas que habían usado; cosa que no pensaban hacer aún ya que tenían pensado hacer otra partida, uno para recuperar algo de dinero y el otro para ver si le sería posible sacarle más. Mark iba a quitarles esa caja, pero ese rago fue mucho más rápido les recordó que había cosas por hacer, así que no fue necesario.



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En el texto hay: alienigenas y humanos, aliens, space opera

Editado: 25.07.2021

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