Capítulo 13: Estadía forzada

— Oye, Marky, te están necesitando allí afuera —le despertó Sarah tocando su mejilla en repetidas oportunidades. De haber seguido durmiendo la potencia hubiese incrementado hasta convertir esos toques en cachetadas.

— ¿Qué haces aquí? —respondió medio dormido.

— Estás en mi casa, tonto.

— Cierto... —dijo y abrió los ojos, Sarah se veía risueña debido a lo que acababa de ocurrir, eso le resultó incómodo y vergonzoso al joven Cemaran.

— ¿Quien se supone que me necesita?

— Pues parece ser la agencia de seguridad, pero vienen en son de paz, de no ser así hubieran derribado las puertas necesarias hasta llegar a ti. No creo que se grave.

Mark se levantó y fue hacia el baño, solamente iba a cepillar sus dientes, echarse agua en la cara y bajar las escaleras para encontrarse con esos sujetos. Sarah le ofreció café, pero él se limitó a decir que en otro momento lo aceptaría. Y tal como decía la señorita afuera estaba un pequeño grupo de humanos uniformados, esperándolo. Al voltear a mirar hacia atrás captó que la familia Montenegro no estaba a la vista, por lo que asumió que eran ajenos al asunto y no deberían adquirir información de lo que sea que le fueran a solicitar. Un hombre de aproximadamente 32 años se acercó y mostró su identificación, debía ser quien estaba a cargo.

— ¿Necesitan algo?

— Soy el inspector Hugo Castillo, y le pedimos que nos acompañe.

Mark en realidad no deseaba ir con ellos, pero no tenía más alternativa, estaba en su terreno y no debía llevarles la contraria. Subió al vehículo sin decir ni una palabra, tenía confianza en que estaría bien, pero por si acaso debía activar una grabación de voz sobre lo que le dijeran. Al llegar hasta un edificio que anunciaba que pertenecía a la agencia de seguridad supo que tendría que bajar del vehículo y que pronto escucharía qué era lo que necesitaban.

Caminar por allí se sentía algo pesado, la exagerada vigilancia, las personas que circulaban con aquellos uniformes, y la decoración del lugar. El inspector iba a su lado, y abrió una de las puertas, claramente conducía a su oficina, allí estaba escrito con su nombre y código. Le indicaron que se sentara y eso hizo. Hugo se posicionó en su silla aparentemente de cuero, pulsó un botón que causó que los vidrios se oscurecieran y procedió a sacar aquella tecnología holográfica que aparentemente les encantaba a los seres humanos.

— ¿Sabes el por qué se requiere tu presencia?

— No, y realmente quiero saberlo.

— Provie solicitó permiso para revisar una zona del sistema solar, hace unas horas, y se han intentado comunicar contigo sin éxito, pero ambos casos son separados, cuando solicitaron no se te hizo mención. Piden permiso y no dicen el por qué, así que quisiera que por lo menos nos digas que planean hacer si tienes algo que ver.

— No he tenido contacto con Provie desde... Ayer en la mañana —habló tras hacer un cálculo rápido sobre el tiempo transcurrido.

— Cuando preguntamos sobre ti, omitiendo el que obtuvimos el mensaje, nos dijeron que no estabas en un descanso programado.

— Me dijeron que mientras hacían una revisión de la IA anexada a la nave y a la regulación de las armas estándar tendríamos tiempo libre. Y he tenido el comunicador asignado bastante vigilado al igual que el personal; en caso de que me llamasen, cosa que no ha sucedido.

— ¿Entonces es tiempo extraoficial?

— Sí, obviamente es eso.

— En fin, recibimos un mensaje por parte de Provie en el que te estaban mencionando, y algo respecto a un envío que deberías recoger.

— ¿Ah? ¿Entonces adquirieron ese mensaje casualmente? —mostró de inmediato su malestar ante la clara interceptación de mensajes.

— En realidad fue interceptado el mensaje, y grabado por una de nuestras inteligencias artificiales, pero supongo que no te vas a molestar por eso, ¿no es así? —habló el inspector mientras buscaba en una de las gavetas.

— Pudieron haber adquirido información que no debería estar a su alcance. Pero, de todos modos, eso no es algo que en realidad yo deba manejar, no tengo el nivel adecuado para eso. Eso ya sería asunto de personas con mayor jerarquía en Provie. Como sea, ¿podrían mostrarme la grabación que tomaron? —dijo el cemaran procurando mantenerse calmado, después de todo la especie humana solía entregar dinero a Provie para, por así decirlo, garantizar que tendrían protección de ser necesario; esa civilización no era la que más cedía, y solía ir demasiado a la defensiva, pero en parte era comprensible tras las guerras en las que se vio involucrada.

— Seguro, después de todo debes ser el receptor. Pero no está completo, una pequeña porción, el inicio, para ser exacto, fue omitido porque la grabación no había comenzado.

— Entiendo...

Uno de los hombres que habían estado bloqueando la salida de esa oficina le ayudó a buscar al inspector Hugo, y tras un minuto de búsqueda dieron con el dichoso objeto, era una de esas diminutas cosas que usaban para almacenar información sin ocupar la memoria interna de sus ordenadores y otros dispositivos. Lo insertaron para que mostrara lo que habían conseguido con esa interceptación de mensajes que era bastante frecuente en la sociedad humana. Mark pensaba prestar atención, y confiaba en que todo lo que dijeron fue grabado.