Los hombres de Rory la rodearon sacando sus espadas, mientras Grant se llevaba a su laird dentro del castillo para pedir ayuda. Alessandra se arrodilló junto a Alec que todavía seguía en el suelo, lo miro un momento ¿Por qué no se había dado cuenta antes? Ella amaba tanto a ese hombre, tanto que no podía ni respirar si algo le pasará. Lo abrazo mientras repetía una y otra vez su nombre. Alec hundió su cara en el cabello de la joven rodeando su cintura, se quedaron a si un buen rato hasta que Duncan les pidió que debían irse de ahí antes de que los demás volvieran. Cabalgaron de vuelta hasta el castillo sin hablar o decir nada de lo que había pasado, ella simplemente apoyó su cabeza en la espalda del hombre y lo abrazo. Sentía tanta culpa, Alec había sido humillado por su peor enemigo. Llegaron al castillo y Alec simplemente les pidió que la llevarán a descansar y entró dentro sin decir nada. La señora Gab la acompaño para cambiarse y después la llevo a la cocina a comer algo.
-Te traeré algo de comer.
-No quiero ¿Donde está Alec?.
-Esta en su cuarto.
-Bien, iré a verlo y...
-Less, no es buena idea. Mi laird estaba muy preocupado por ti y ahora desea estar solo.
Less asintió sentándose ¿Que podía hacer? Ella tenía razón, lo mejor era dejarlo solo, después podría hablar con él. Al rato enteraron las jovenes acompañadas de Ian. Este corrió hacia ella abrazándola.
-Te extrañe mucho, no vuelvas a dejarnos.
Less sonrió abrazando al niño-. No volveré a irme, prometido.
-Nos alegra que estés bien -dijo Amy.
Alessandra la miro fijamente y se acordó lo que le había contando Rory ¿Realmente era buena persona o no? Cuando la joven la abrazo no pudo evitar sentirse triste, ella había apuñalado a su hermano.
-¿Que paso ahí? Rory...
-Lo siento...
-¿Por qué lo sientes? ¿Que paso?-pregunto preocupada.
-Lo siento Amy... realmente lo siento...-volvio a decir agachando la cabeza.
Amy se tapo la boca ahogando un gritó al comprender lo que quería decir, dio media vuelta y salió llorando de ahí.
-No te culpes, el se merecía lo peor -la tranquilizó la señora Gab.
-Lo se...
-Niñas, preparen la mesa.
Alessandra se levantó y sin decir nada fue directamente a la habitación de Alec, debía de hablar con él. No podía quedarse ahí sentada sin hacer nada, al llegar junto a su puerta llamo varias veces pero este no respondió.
-Por favor Alec, déjame entrar...por favor.
Al no obtener respuesta abrió la puerta y entró cansada de suplicar sin respuesta alguna. El hombre estaba sentado y con varias jarras de cerveza en la mesa, se acerco a el pero se detuvo cuando esté levantó la cabeza y sus miradas se encontraron. ¿Por qué la miraba así? Esa mirada la estaba matando.
-Alec...
-¿Por qué te fuiste?-su voz sonó tan apagada.
-Solo quería que todo acabara.
-¿Que querías que acabara? Te pedí que me esperarás y tú solo...maldita sea.
Al verlo así no pudo evitar llorar ¿Que había hecho? Ese hombre realmente se preocupaba por ella. Se acerco a el y sentándose junto a el sujeto sus manos entre las suyas.
-Alec, no vuelvas a arrodillarte ante nadie.
Él la miró un momento para después apartar la mirada -.¿Crees que eso es lo que más me duele? Lo que más me dolió fue que no me esperarás y sobre todo que me abandonaras.
Esas palabras cayeron directamente en lo más hondo de su corazón haciendo que todo su cuerpo se estremeciera ¿Por ella? Que tonta había sido pensando que no se preocupaba por ella.
-Prometo que no volveré a hacer nada sin que tú estés de acuerdo.
-Less...no sabes yo...-el no podía encontrar las palabras adecuadas para expresarse, no sabía que decir en ese momento-. Simplemente no vuelvas a irte a ningún lado.
-Promesa, ya no te causare más problemas.
Alec la miró sonriendo, levantó su mano hacia ella para colocar uno de los mechones que tenía sueltos de su moño detrás de su oreja- Me gusta que me des problemas, me gusta como eres.
-Alec, yo realmente te...-se detuvo al ver que este agarraba una de las jarras y se la quitó de las manos-. ¿Por qué nunca me dejas terminar de hablar?.
-Porque tú siempre dices cosas que no entiendo.
-Pues lo que iba a decir está vez lo hubieras entendido perfectamente.
Alec la miró con una mirada burlona -¿Así? Entonces soy todo oídos.
-Paso, ya mataste el momento-respondio algo molesta.
-Less-el tono de su voz se torno serio de nuevo mientras la miraba-. ¿Es verdad lo que dijiste ahí? ¿Somos tú familia?.
-Asi es, en este siglo yo...-hizo una pequeña pausa pensando bien lo que decir -. En este mundo solo os tengo a vosotros, al clan McLean.
-No vuelvas a ponerte en peligro o juró que yo mismo te castigaré la próxima vez.
-¿Estabas tan preocupado?-pregunto dedicándole una dulce sonrisa mientras lo agarraba del brazo y lo sacudía sin dejar de reír al ver cómo apartaba la mía.
-Yo solo estaba...
-Ah dios mio, los hombres sois unos patanes ¿Tanto te cuesta admitirlo? Yo siempre me preocupo por ti-le confesó sonriendo.
-Eres alguien importante para mí.
-Tu también, puedes hacerlo si quieres.
-¿Cómo?-pregunto confundido.
-Abrazarme.
Alec dudo un momento, pero después rodeo su cintura con sus manos atrayéndola hacia su cuerpo, Less se sentia tan feliz, apoyó su cabeza en el pecho del hombre mientras se acomodaba cerrando los ojos y disfrutando ese momento.
-¿Los amigos hacen esto también?-la pregunta sonó de repente lo que hizo que Less se echará a reír.
-Creo que hay una mejor forma de preguntar eso ¿Harías esto con cualquier mujer?-le pregunto mirándolo.
-¿Y tú? ¿Harías esto con otro hombre?-contraataco con sus mismas palabras.
-Tu eres mi favorito, Alec McLean. Siempre lo fuiste y siempre lo seras-le confesó sin apartar la mirada.
-Entonces para mí también, Eres mi favorita, Alessandra Sorni-contesto acariciando su cabello, no sabía que sentimientos eran esos que estaban floreciendo dentro de su corazón. Pero tenía algo claro, jamás dejaría ir a esa mujer a ningún lado.