Alessandro.

Capítulo 7. (EDITADO)

IMPORTANTE:

Hola, antes de comenzar a leer, me gustaría pedir más apoyo, por parte todas esas personas que leen esta novela ya sean "me gustas" o "comentarios". Últimamente estoy en una etapa, como escritora, personalmente, que me cuesta mucho escribir por bajones de ánimo. Cómo creo que está historia gusta mucho, si queréis que siga actualizando regularmente, estaría bien si recibiera mucho más apoyo. 
 

En segundo lugar, ¡Feliz día del libro! Por lo menos, aquí en España, el día del libro que se celebra este 23 de Abril, es un día muy importante para todos los escritores, y es algo, que me gustaría que se pudiese visualizar más, porque actualmente es un trabajo que no es muy valorado. ¡Seguid disfrutando de la lectura!
 


 

Año 2021. Nueva York, Estados Unidos. 
 

Alessandro, estaba cerrando la tienda cuando recibió la llamada y un escalofrío recorrió su espalda. Le había encontrado, el cabrón había jugado bien sus cartas y ahora le tenía bajo su mano.

Reaccionando bruscamente, comenzó a correr avenida abajo mientras buscaba un taxi. Mierda, se dijo a sí mismo. Su voz, orgullosa, prepotente y juguetona no había cambiado en esos seis años, seguía siendo la misma, ese tono que reconocería incluso con los ojos vendados.

Ese idiota, ¿Cómo había sido tan estupido John como para jugar con Giovanni? Es más, cómo era que este último lo había capturado tan fácilmente, si según sus antecedentes, el padre de John, tenía gran poder e influencia sobre aquella ciudad y país.

Volvio a maldecir interiormente, estaba seguro de que Giovanni, había usado una de sus sucias estrategias para jugar con él, y ya que se conocían mutuamente a la perfección, también era consciente de que su posesivo hermano no era de los que mostraban piedad.

En el fondo, se sentía tremendamente angustiado y preocupado por ese idiota de John, pues por su experiencia, sabía que el ingenuo chico, no era consciente del embrollo en el que se había metido al aceptar cualquier tipo de soborno de Giovanni Salvatore, pero de una cosa estaba seguro. Si él no regresaba a su lado, John tampoco lo haría, o al menos no vivo.

Giovanni Salvatore era peor que una víbora, venenoso, peligroso y tentador, pero cuyo veneno podía salvar miles y miles de vidas. Y tenía poder para serlo, eso era lo peor, era como un rey león en medio de la sabana africana.

Mientras iba reflexionando sobre toda la historia buscando frenéticamente un vehículo y tan desesperado que hasta se había planteado realizar un robo de un precioso Audi negro que estaba aparcado enfrente suya, una mano lo agarró, arrastrándolo en esa dirección hacia uno de los callejones desérticos que a aquellas horas, en las que casi anochecía y la gente estaba cenando, no había nadie que se percatara de aquel secuestro.

Alessandro, se dio la vuelta, esperando encontrar algún enviado de su hermano, dispuesto a sacarle información sobre el paradero de su jefe, y por tanto el de John, y vio a los chicos que le habían pegado una paliza la mañana anterior, sonriendo, amenazantes, listos para robarle tras haberse enterado del precio de la subasta de su último cuadro.

Los jóvenes, ingenuos, habían pensado en acorralarle el siguiente día lectivo en la escuela, amenazarlo y dejarle pobre, pero mientras lo discutían, él mismo había aparecido sin la necesidad de que ellos pusieran tanto esfuerzo y ellos se alegraron enormemente.

Quizá, por ello, no se habían dado cuenta del aura oscura que envolvía a Alessandro cuando sin dudarlo, lo agarraron con fuerza y lo arrastraron mientras sin saberlo, cavaban una tumba muy profunda en la que pronto serían enterrados.

Alessandro se vio amenazado por una navaja y enseguida sonrió. No sabía si reírse o llorar a mares. Por una parte, al principio estaba desesperado, pues no tenía ningún arma encima para poder defenderse y estaba seguro de que Giovanni no se lo pondría nada fácil, pues alguna prueba tendría preparada para él.

Pero afortunadamente, esos idiotas, le habían traído un par de navajas que al menos servirían para matar a unas ocho o nueve personas si fuese necesario.

Los chicos comenzaron a acercarse, mientras pronunciaban amenazas que Alessandro, concentrado en planear sus siguientes pasos, no escuchaba, hasta que por fin cuando el filo de uno de los cuchillos se pegó a la piel de su cuello haciendo una pequeña herida, volvió en sí.

La sangre comenzó a brotar de la fina línea abierta en su piel pálida y Alessandro, sin expresión lanzó su primer ataque, arrebatando el arma con una rapidez tan inhumana, que los chicos no fueron capaces de percibirlo.

Lo siguiente que hizo fue apuñalarlos, con su característica velocidad, en uno de los muslos, con suerte morirían llenos de dolor mientras se desangraban con lentitud gracias a la arteria femoral.

Tan solo había apuñalado a tres, cuando uno de ellos, sacó un arma y Alessandro sintió que definitivamente había heredado un ángel guardián.

En aquel momento, en el que él necesitaba algo con lo que poder defenderse, dios le había enviado a unos ineptos para traerle cositas básicas de defensa.

El chico que sostenía la pistola temblorosamente en su mano, pues se veía que era un total novato que nunca había apretado el gatillo, lo amenazó con la voz llena de miedo.

-T...tú, mi p...padre es policía. Te atrapará y irás a la cárcel...- No fue capaz ni de terminar la frase cuando Alessandro, que se acercaba a él amenazadoramente, con una sonrisa burlona, lo desarmó en un solo movimiento con una mano mientras que con la otra lo apuñalaba en la pierna con precisión.

Hacía tanto que no mataba a una persona, que cuando la sangre comenzó a brotar de él como una fuente y le salpicó levemente la camisa Blanca no pudo evitar sentirse asqueado.

Una de sus manos se levantaron instintivamente y sostuvo aquel tubo de metal con el que el último chico que quedaba vivo lo había tratado de golpear por la espalda, al parecer sus instintos aún funcionaban a la perfección.



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En el texto hay: boyslove, drama -romance, amorprohido

Editado: 20.07.2021

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