Alessia
Había pasado una semana en la que había llego a mi vida el chico raro, no se su nombre así que pongámosle el chico raro.
Ha sido la mejor semana de mi vida, me siento más libre siempre que llego de la escuela, escucha toda mi narración de lo paso en mi día, se preocupa por mi alimentación, me dice porque no debo fingir y que me hace sonreír a cada nada.
Mis amigos han visto un cambio en mí, quieren saber porque mi cambio, pero la verdad es algo tan bonito que esta pasando que no quiero que nadie me lo quite, en estos momentos prefiero guardarme mis cosas.
Llegue a mi casa y en mi sofá estaba él, siempre vestido completamente de un mismo color, aun no conseguía que me enseñara su rostro, no entendí el ¿Por qué?, pero lo que, si entendía, era que sin importa como estuviera su rostro, nunca lo dejaría ir.
- ¿Cómo estás? - Pregunto en cuanto cerré la puerta de la casa
-Pues estoy como cansada, me siento débil.
- ¿Comiste?
-No, estuve muy ocupada con proyectos de la prepa y no tuve tiempo.
Sinceramente si podía comer rápido, pero no quería, siento que, si no uso la técnica de las películas, no lo logro hacer- Lo pensé
- ¿Segura?
Asentí
-Creo que no te acuerdas de que puedo sentir y escuchar lo que los demás piensan.
Mierda, no me acordaba
-No puedes hacer eso, que tal que si pienso cosas de sexo y tu lo escuchas.
-Bueno trata de no pensarlo y si lo haces, hagámoslo realidad
Me sonroje y soltó por primera vez una pequeña risa.
-Vas a comer y después decides que hacemos.
-Bien
Iba hacia las escaleras para dejar mi mochila y bajar el iPad, pero me detuvo
- ¿A dónde vas?
-Voy a dejar mi mochila y a traer el iPad
-Se nota que tienes memoria de Dory
No entendía nada, de repente, ya no sentí el peso de la mochila en mi hombro
-El iPad está en la cocina, así que vamos a comer, ya
Otra cosa que había olvidado
-Creo que me gusta, el tipo de humano raro que eres.
-Lo sé, yo también me gusto.
Lo arremede, tenía los ojos amarrillos, definitivamente aquí era, estaba débil y cansada y ahora me siento completamente bien.
Me puso una serie que de llama The vampire diaries, es una serie muy buena.
Terminé de comer y seguíamos viendo la serie ahora en el sofá, era un poco tarde mis ojos ya pesaban, pero decidí seguir viéndola un poco más.
Vimos como 5 episodios más, hasta que...
-Tengo mucho sueño...
-Vamos a dormir entonces, mañana ya tendremos como distraerte para que puedas comer- Sonreí
Me levanté del sofá y me fui hacia las escaleras, quería preguntarle, ¿Cómo lo podía llamar?, si aún no me puede decir su nombre, pero desistí de la idea, también quería decirle que mi círculo de amigos quería saber porque mi cambio de ánimo había mejorado, pero no sabia si le iba a gustar la idea, así que tampoco le pregunté por eso.
***
Sonó mi alarma, quería aventar mi móvil, quería agarrarlo, pero había algo en él, no quería abrir los ojos, pero quería ver que era.
Así que los abrí y era una hojita que decía….
De nuevo se me había olvidado de que había pensado lo que le quería preguntar y que claramente lo podía escuchar.
Ya no era el chico raro, ahora era “Al”