Alessandro
Trate de controlarme, pero no lo logré , no pude contener la furia que sentía, no entendía como la gente puede dañar a alguien tan increíble como lo era Alessia, me enfureció verla quebrarse.
Cuando la recosté en mi pecho pude sentir un poco de alegría, al verla tranquilizarse un poco, pensé que ya no me seguiría contando nada de lo sucedido, pero ella siguió y aguanté hasta que me contó todo, pero le agarré el rostro y la hipnotice para que se quedará inmóvil y no quisiera evitar lo inevitable.
Fui hasta su preparatoria y esperé hasta que salieron los culpables, primero salieron los chicos, rápidamente me puse mis lentes y fui por ellos
Los agarré del suéter y los estampé en unos de los árboles que estaban a la vuelta de la escuela, ellos parecían aterrados.
-Heyy, no hicimos nada, déjenos – Aún no hacia nada y ya tenían pánico
-Patéticos maricas, no hicieron nada, ¿Están seguros de eso?
-Se lo juro que no hicimos nada
No solo estaba la diferencia de edad, sino también de fuerza y estatura
-Que feo caso es jurar en vano, ¿recuerdan a la chica Alessia, me recuerdan a mí?
Asintieron con la cabeza
-Que bueno que me recordaron, porque les dejaré en claro que ella no está sola, nunca lo ha estado, quiero que sepan que yo no me quedaré con las manos atadas, mañana harán que todos le pidan disculpas y no serán hipócritas, con ella, simplemente la dejaran ser sin molestarla más, ¿Les quedo claro? – Asintieron con miedo y con obvias razones porque les propine la golpiza de su vida.
En el último golpe ya tenían la cara ensangrentada, los deje ir, porque tampoco los quería matar, estaba a punto de hacerlo, pero quería que tuvieran la hermosa oportunidad de disculparse.
Se que dicen que un hombre nunca debe de usar la fuerza contra una mujer y estoy de acuerdo, sin embargo, en esta ocasión será diferente, ya que tal vez no usaré mi fuerza física, sino la intelectual.
Ya habían pasado como una maldita hora y las hijas de perra aún no salían, me fastidiaba esperar más, porque había alguien en el parque esperándome.
Espere 20 minutos más y por fin salieron, les silbe y sin pensarlo se acercaron.
-Hola – dijeron de una forma coqueta
-Hola chicas, pero que guapas están – Dios esto tenía que terminar rápido, no he dicho casi nada y ya estoy asqueado.
-Tu no te quedas atrás guapetón – Se empezaron a acercar a mí, como gatas en celo.
- ¿Tienen pareja? – Pregunté con falsa coquetería y falso interés
-No, solteritas y disponibles – No mamen
-Bien, entonces podemos jugar algo divertido, ¿Verdad?
-Claro que sí
-Por lo que se nunca han tenido un verdadero orgasmo o tan tenido su primera vez, ¿Me equivoco?
-No, todo los de la prepa son unos tarados, hijos de papi y mami – Bueno no podía negar lo que era cierto
-Bien, vengan – Las llevé por donde habían estado los chicos conmigo antes alegremente
-Empecemos con las prendas, estorbas así que, fuera prendas – No lo podía creer, eran super fáciles
Lo hicieron sin pensarlo y les empecé a decir que se tocaran entre ellas, sin necesitad de hipnotizarlas lo hicieron, se tocaban de una forma muy desesperada, a mi no me provocaba nada lo que veía, yo tenía a alguien que ya provocaba todo en mí y no solo de forma física, les deje seguir y les decía cosas para que se siguieran excitando hasta que note que ya estaban a punto de llegar al clímax.
-Paren- voltearon enojadas por no dejarlas terminar
Me miraron con odio, pero haría que me vieran con furia con lo que les diría
-A Alessia no la quieren por su cuerpo , la quieren por la magnífica persona que es, ella no es fácil, ustedes si lo son, ustedes la tacharon de hipócrita, sin embargo , ustedes son peor que eso, ella tendrá problemas físicos y emocionales que se pueden solucionar , pero la mentalidad hueca y envidia son algo con lo que ustedes vivirán, porque no pueden sobre salir si no es por la gente que las rodea, ella si puede hacer todo completamente sola, un sólo consejo les daré, aprendan a callar cuando lo tiene que hacer, porque si no quedaran como unas estúpidas como ahorita, porque nuevamente se dieron cuenta de que Alessia es mejor que ustedes – Quedaron completamente perplejas
Me alejé, para ir por quien realmente me importaba, ella seguía en la misma posición y con una mala cara, me acerque rápidamente.
-Lo siento, pero era necesario lo que tenía que hacer
-Me duele todo, completamente todo, no hay una parte de mi cuerpo que no duela – Me miro muy mal
-En verdad lo siento, mañana te recomenzaré, lo prometo – Le di una sonrisa encantadora