Siempre me había considerado una persona segura de mí misma, a quien le gusta salir con chicos y experimentar cosas nuevas. Sin embargo, tras ese encuentro en el despacho del director con ese muchacho nuevo, Luca, supe que me gustaba y mucho. De hecho, una vez leí que si sientes atracción por alguien durante 4 meses es porque estás enamorado. Sin embargo, yo sabía que era también amor a primera vista, al menos por mi parte, aunque creo que a Luca también le agradé, yo también era una persona bastante graciosa, es más, mi madre también me lo decía mucho. Ella incluso me comentó una vez que encontraría al amor de mi vida por mis ocurrencias y mis chistes, y creo que esa vez dio en el clavo, a pesar de que desde hace bastante tiempo tuve un crush con el maestro Vandeleur, pero claro, Francheska era su amante y él se iba a casar con la maestra Lory, alias “la perra”.
Pero tenía un problema, y era que me encontraba de viaje con mis padres, y fue por esa razón por la que tuve que adelantar mi último examen de fin de cuatrimestre. Di a gracias a Dios por eso, ya que ahí fue donde conocí a Luca esa vez en el despacho del director con Francheska, a quien le tuve que pedir ayuda, pues él hablaba español y tenía dificultades con el inglés. Todavía no le había dicho nada a mi madre (sí, a ella le contaba todo, era como mi mejor amiga y teníamos un montón de confianza), así que un día, cuando estábamos las dos en la cocina preparando la cena, se lo conté:
Sonreí. Era verdad, mi madre era muy observadora y eso era una de las cosas que más me gustaban de ella, porque así no había secretos entre nosotras y podíamos hablar de los problemas de cada una.
Me sonrojé y mi madre se rió.
Y ahí fue donde surgió todo.