Alex en el país de las maravillas

"La Llama de los mundos" capitulo 5

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El País de las Maravillas prosperaba bajo la protección de Alex y Leo, pero los cielos comenzaron a mostrar señales alarmantes. Una aurora rojiza se extendía por el horizonte, y con ella llegaban ráfagas de calor intenso que parecían desear consumir el mundo entero. Las criaturas del País hablaban de un antiguo poder olvidado: la Llama de los Mundos, una fuerza elemental que podía crear o destruir según el corazón que la guiara.

Una tarde, mientras descansaban bajo los árboles resplandecientes, Lyra llegó corriendo, su rostro grave.

—¡La Llama de los Mundos se ha despertado! Algo o alguien ha roto el sello que la contenía. Si no la controlan, todo se convertirá en cenizas, incluyendo el Corazón del Mundo.

Alex y Leo se levantaron de inmediato, listos para actuar.

—¿Dónde está? —preguntó Alex.

—En el Reino del Fuego Eterno, más allá de las Montañas Crepitantes. Pero deben saber algo: la Llama solo responde al corazón más puro… o al más corrupto. Su desafío será no solo alcanzarla, sino demostrar que son dignos de su poder.

Sin dudar, Alex y Leo emprendieron un nuevo viaje, con Lyra como guía.

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El Camino de las Pruebas

El viaje hacia el Reino del Fuego Eterno fue peligroso desde el principio. Las Montañas Crepitantes eran un paisaje infernal, con ríos de lava y tormentas de cenizas. Sin embargo, cada obstáculo parecía diseñar una prueba personal para ambos.

El Puente de los Recuerdos
Mientras cruzaban un puente colgante sobre un abismo de fuego, Alex comenzó a escuchar voces del pasado. Eran sus propios pensamientos, llenos de inseguridad: momentos en los que dudó de su capacidad para proteger a Leo, de ser digno de su amor.

—Leo, no sé si puedo hacerlo —admitió Alex, deteniéndose en seco—. ¿Y si esta vez fallo? ¿Y si pongo todo en peligro?

Leo se giró hacia él y lo tomó de las manos, ignorando el calor abrasador del lugar.

—Alex, no tienes que hacerlo solo. Estamos juntos en esto. Ya hemos superado lo imposible, y si fallamos, lo haremos luchando, no rindiéndonos.

Las palabras de Leo disiparon las voces, y el puente se estabilizó, permitiéndoles continuar.

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El Río de la Duda
Más adelante, encontraron un río de lava que bloqueaba su camino. Sobre sus aguas danzaban sombras que susurraban dudas a Leo.

—¿Y si Alex se cansa de ti? ¿Y si no eres suficiente para él? —decían las sombras, adoptando formas que parecían reflejar sus peores miedos.

Leo cerró los ojos y respiró profundamente. Cuando los abrió, miró a Alex, quien le extendía la mano desde la otra orilla.

—No tengo todas las respuestas —dijo Leo—, pero sé una cosa: siempre elegiré confiar en ti.

Las sombras desaparecieron, y el río de lava se convirtió en un puente de cristal que los llevó al otro lado.

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El Guardián de la Llama

Al llegar al Reino del Fuego Eterno, encontraron un volcán gigantesco. En su cima, una figura imponente los esperaba: un dragón hecho de fuego vivo, con ojos que ardían como soles. Era el Guardián de la Llama de los Mundos.

—¿Por qué han venido? —rugió el dragón—. ¿Creen que son dignos de controlar el poder que destruye y crea universos?

Alex dio un paso adelante.

—No buscamos controlarla para nosotros mismos. Solo queremos proteger los mundos, preservar el equilibrio.

El dragón soltó un rugido que hizo temblar la tierra.

—Entonces, demuestren su valía. ¡Muéstrenme la fuerza de sus corazones!

El dragón exhaló una ráfaga de fuego que envolvió a Alex y Leo. Pero en lugar de quemarlos, el fuego parecía probarlos, explorando cada rincón de su ser.

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La Unión de los Corazones

Mientras estaban rodeados por las llamas, Alex y Leo vieron visiones de futuros posibles. En algunos, triunfaban juntos; en otros, fracasaban y se separaban. Pero en cada uno de esos futuros, una constante permanecía: su amor, que los guiaba incluso en los momentos más oscuros.

—Leo, no importa lo que pase —dijo Alex, tomando su mano—. Siempre te elegiré.

—Y yo a ti, Alex —respondió Leo—. Pase lo que pase.

El fuego reaccionó a sus palabras, transformándose en una luz dorada que envolvió a ambos. Cuando las llamas se disiparon, el dragón inclinó su cabeza, mostrando respeto.

—Han demostrado la pureza y la fuerza de su vínculo. La Llama de los Mundos es suya.

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El Renacer del Equilibrio

Con la Llama de los Mundos en sus manos, Alex y Leo sintieron un poder abrumador, pero no lo usaron para destruir ni controlar. En su lugar, la canalizaron hacia el Corazón del Mundo, fusionando ambas fuerzas en un nuevo equilibrio. La aurora rojiza desapareció, y el País de las Maravillas floreció como nunca antes.

Lyra los miró con admiración.

—Han hecho lo imposible, otra vez. El País de las Maravillas, y todos los mundos conectados, les deben su existencia.

Alex sonrió, mirando a Leo.

—Lo hicimos juntos, como siempre.

Leo le devolvió la sonrisa, entrelazando sus dedos.

—Siempre juntos.

Con la Llama de los Mundos ahora integrada al Corazón, Alex y Leo regresaron a su hogar, sabiendo que su amor no solo había salvado su mundo, sino que también había demostrado ser la fuerza más poderosa de todas.

Y así, bajo un cielo brillante y lleno de estrellas, se prometieron seguir luchando, juntos, por cualquier desafío que el destino les trajera.



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En el texto hay: romance gay

Editado: 01.12.2024

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