"Los Ecos Del Pasado" capitulo 9

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Han pasado algunos años desde que Alex y Leo derrotaron a las Sombras Perdidas. Aurel, ahora un niño lleno de curiosidad y energía, comenzaba a explorar los secretos del País de las Maravillas bajo la atenta mirada de sus padres. Aunque su familia vivía en armonía, una extraña inquietud comenzaba a crecer en el corazón de Alex, como si una parte de su historia estuviera llamándolo desde las profundidades del tiempo.

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Un Misterioso Mensaje

Una noche, mientras Alex dormía, soñó con una voz desconocida que le susurraba desde la oscuridad:

—Alex… ven al Bosque de los Suspiros. Solo allí encontrarás la verdad sobre quién eres realmente.

Alex despertó sobresaltado, su corazón latiendo con fuerza. Miró a Leo, quien dormía tranquilamente a su lado, y luego a Aurel, que descansaba en la habitación contigua. La voz resonaba en su mente como un eco persistente.

A la mañana siguiente, compartió su sueño con Leo.

—¿Crees que deberíamos ir? —preguntó Leo, siempre dispuesto a apoyar a Alex, aunque la idea lo inquietara.

—No lo sé, pero siento que hay algo importante esperándome. Algo que necesito entender para seguir adelante.

Leo asintió, tomando la mano de Alex. —Entonces iremos juntos. No importa lo que encontremos, lo enfrentaremos como siempre lo hemos hecho: como familia.

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El Viaje al Bosque de los Suspiros

Alex, Leo y Aurel partieron hacia el Bosque de los Suspiros, un lugar envuelto en misterio. Según las leyendas, el bosque guardaba fragmentos del pasado, momentos perdidos atrapados en el tiempo. A medida que se adentraban en él, comenzaron a escuchar murmullos suaves, como si las hojas mismas les susurraran secretos antiguos.

De repente, Aurel se detuvo frente a un árbol gigante con una grieta luminosa en su tronco.

—Papá, siento algo aquí —dijo, señalando la grieta.

Alex tocó el árbol y, al hacerlo, una ráfaga de luz los envolvió. Cuando abrió los ojos, estaban en un paisaje completamente diferente: un valle donde el tiempo parecía haberse detenido. Frente a ellos había un portal, pulsando con una energía familiar.

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El Encuentro con el Pasado

Al cruzar el portal, Alex se encontró cara a cara con una figura que parecía ser… él mismo, pero más joven. El Alex del pasado lo miró con una mezcla de curiosidad y tristeza.

—¿Quién eres? —preguntó Alex, sintiendo que las palabras se atoraban en su garganta.

—Soy quien eras antes de llegar al País de las Maravillas —respondió la figura—. Antes de que encontraras a Leo, antes de que salvaras este mundo, antes de que te convirtieras en padre.

Leo y Aurel observaron con asombro, sin intervenir, dejando que Alex enfrentara este momento.

—¿Por qué estás aquí? —preguntó Alex al joven.

—Para recordarte que tu fuerza siempre ha venido de tu amor y tu capacidad para seguir adelante, incluso cuando no sabías qué camino tomar. Pero hay algo que olvidaste… algo que necesitas recuperar.

El joven Alex extendió su mano, y una pequeña esfera de luz surgió de su pecho, flotando hacia Alex. Al tocarla, una avalancha de recuerdos lo invadió: momentos de soledad, dudas y sueños olvidados antes de encontrar su lugar en el País de las Maravillas.

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El Legado de Alex

Los recuerdos no solo le mostraron su pasado, sino también una visión del futuro. Vio a Aurel como un líder sabio y compasivo, guiando al País de las Maravillas hacia una nueva era. Vio a Leo a su lado, siempre fuerte, siempre amoroso. Y lo vio a él mismo, apoyándolos, siendo un pilar para su familia y el mundo que habían salvado juntos.

Cuando la visión terminó, Alex sintió una paz que no había conocido antes. Había cerrado un capítulo de su vida que ni siquiera sabía que estaba incompleto.

—Gracias —le dijo al joven Alex, quien sonrió antes de desaparecer, dejando solo la luz cálida del portal.

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El Regreso a Casa

Al regresar al Bosque de los Suspiros, Alex sintió que algo había cambiado dentro de él. Era más fuerte, más seguro, y más conectado con la persona que siempre había sido.

—¿Estás bien? —preguntó Leo, tomándolo de la mano.

Alex asintió, mirando a su esposo y a su hijo con amor. —Sí. Ahora sé que todo lo que hemos vivido, lo bueno y lo malo, nos ha traído hasta aquí. Y no cambiaría nada.

Aurel, sin entender del todo lo que había ocurrido, sonrió y tomó las manos de sus padres. —Entonces, ¿podemos volver a casa? El País de las Maravillas nos necesita.

Alex y Leo rieron, dejando que la inocencia de Aurel los guiara de regreso. Sabían que, aunque siempre habría nuevos desafíos, mientras estuvieran juntos, no había nada que no pudieran superar.

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Un Futuro Lleno de Luz

Con el pasado reconciliado y el futuro lleno de esperanza, Alex, Leo y Aurel regresaron a su hogar, listos para enfrentar lo que viniera. El País de las Maravillas seguía cambiando, moldeado por el amor y la fuerza de su familia. Y aunque las aventuras nunca cesarían, sabían que su mayor logro siempre sería la conexión que compartían.

Bajo el cielo estrellado, Alex miró a Leo y a Aurel, y supo que el verdadero milagro no era la magia del País de las Maravillas, sino el amor que los mantenía unidos, ahora y siempre.