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Un Extraño Presagio
El País de las Maravillas volvía a prosperar tras el despertar de los Elementos. Sin embargo, Aurel comenzó a tener sueños inquietantes. En ellos, una figura envuelta en sombras lo llamaba desde un lugar olvidado, donde el cielo era gris y las flores carecían de color.
Una noche, Aurel despertó sobresaltado y encontró una pluma negra sobre su cama. La Reina Blanca fue llamada de inmediato. Al verla, su rostro palideció.
—Esto no puede ser... —susurró con voz temblorosa—. Esa pluma pertenece al Cuervo del Olvido, un ser que se alimenta de los recuerdos más preciados. Si ha regresado, el País de las Maravillas está en grave peligro.
Alex, Leo y Aurel se miraron, conscientes de que su paz estaba, una vez más, en riesgo.
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La Amenaza del Cuervo del Olvido
La Reina Blanca explicó que el Cuervo había sido encerrado siglos atrás en el Abismo de los Ecos, un lugar al que nadie debía acercarse. Sin embargo, algo o alguien lo había liberado. Ahora, sus poderes se extendían como una sombra sobre el País de las Maravillas, robando los recuerdos más valiosos de sus habitantes y dejando tras de sí un vacío devastador.
—Si no detenemos al Cuervo, el País de las Maravillas perderá su esencia —advirtió la Reina.
Leo apretó los puños. —No podemos permitirlo. Aurel, ¿crees que tus sueños están conectados con esto?
—Lo están —respondió el joven, decidido—. Siento que el Cuervo está llamándome. No sé por qué, pero estoy seguro de que encontrarlo es nuestra única opción.
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El Camino al Abismo de los Ecos
Guiados por los sueños de Aurel y un antiguo manuscrito de la Reina Blanca, la familia emprendió un viaje hacia el Abismo. Sin embargo, el Cuervo, consciente de su llegada, envió pruebas para detenerlos.
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La Prueba del Olvido
En un bosque encantado, comenzaron a perder pequeños recuerdos: el nombre de un ser querido, una promesa, una fecha importante. Aurel notó que, cuanto más avanzaban, más vacíos parecían sus propios pensamientos.
—¡No dejen que les gane! —gritó Alex, tomando la mano de Aurel—. Recordemos lo que nos une.
Al compartir historias y recuerdos entre ellos, lograron restaurar sus memorias. El bosque cedió, pero Alex entendió que el Cuervo estaba jugando con sus mentes.
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La Prueba de la Culpa
Al cruzar un valle cubierto de niebla, se encontraron con reflejos de sus propios errores. Leo revivió un momento en que había dudado de su fuerza como padre, Alex vio sus propios temores sobre no ser suficiente, y Aurel se enfrentó al peso de su conexión con los Elementos.
Fue Aurel quien dio el primer paso, abrazando sus errores y enseñando a sus padres que no podían dejar que el pasado definiera quiénes eran. La niebla desapareció, pero la familia sabía que la batalla final sería aún más difícil.
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El Abismo de los Ecos
El Abismo era un lugar desolado, lleno de murmullos que repetían recuerdos olvidados. En el centro, el Cuervo del Olvido se alzaba como una sombra imponente, con ojos que parecían pozos infinitos.
—Aurel —dijo el Cuervo, su voz resonando como un eco interminable—. Eres la clave. Dame tus recuerdos más preciados, y te dejaré en paz.
Aurel sintió el tirón en su corazón. Sabía lo que el Cuervo buscaba: los recuerdos de su familia, de su amor y su unión. Pero en lugar de ceder, miró a Alex y Leo.
—Mis recuerdos son mi fuerza —dijo Aurel, enfrentándose al Cuervo—. Y no los abandonaré.
El Cuervo lanzó un ataque, intentando arrancar los recuerdos de la familia. Sin embargo, Alex, Leo y Aurel se unieron, creando un escudo de luz. Con cada recuerdo que compartían, debilitaban al Cuervo, mostrándole que la memoria no era solo algo que podía robarse, sino una energía viva que florecía en el amor.
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La Redención del Cuervo
Cuando el Cuervo cayó derrotado, algo inesperado ocurrió. La sombra que lo rodeaba se disipó, revelando que no era un ser maligno, sino una criatura que había sido corrompida por el olvido.
—No quería esto —susurró el Cuervo, ahora con voz suave—. Solo deseaba ser recordado.
Aurel se acercó, colocando una mano sobre el Cuervo. —Te recordaremos, pero no con miedo. Si buscas un lugar en el País de las Maravillas, puedes encontrarlo con nosotros.
El Cuervo aceptó, transformándose en un pequeño pájaro negro que voló hacia el horizonte, libre de la oscuridad que lo había consumido.
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Un Futuro Brillante
Con el Cuervo redimido y el País de las Maravillas a salvo, la familia regresó al palacio de la Reina Blanca. Aunque habían perdido algunas cosas en el camino, ganaron algo aún más valioso: una comprensión más profunda de lo que significaba estar unidos.
—Nuestros recuerdos son nuestro mayor tesoro —dijo Alex, abrazando a su familia—. Pero lo más importante es que seguimos juntos para crear nuevos.
Aurel sonrió, mirando el horizonte. —Mientras estemos juntos, siempre habrá luz en el País de las Maravillas.
Y bajo un cielo despejado, la familia se preparó para nuevas aventuras, sabiendo que, pase lo que pase, su amor y su fuerza siempre los guiarían.