Narra Seo-jun.
Cuándo decidí venirme a Italia lo pensé, lo pensé mucho porque era la primera vez que salía de Corea mis padres no estuvieron muy contentos con la idea pero no era una opción quedarme allí, quería salir del país y poder enfrentarme a la vida solo además de eso, no podía vivir abiertamente y no quería que mis padres pasarán por el desprecio de la gente cuando se enteren de que soy gay, en Corea no es bien visto que un chico hable de su orientación sexual.
Toda mi vida he vivido escondiendo mi orientación sexual por vergüenza o por pena quizás por bullying o no se, solo porque me da miedo que sepan que me gustan los chicos y me agarren de burla.
— Que vida tan miserable .- suspiro.
— Miserable, ¿ Quién es miserable?.
Dylan Farrow, mi compañero de cuarto junto a Sasha grey ellos han estado conmigo desde que empecé la universidad son unos buenos amigos creo que los mejores que he tenido y pues cabe destacar que también los únicos que he tenido, desde que llegué a la universidad la mayoría de los chicos me atacan, siempre recibo burlas o me hacen bullying, quizás sea por mi forma de tratar a las personas o quizá porque sea un poco blando, bueno ellos piensan que soy blando solo trato de no meterme en problema, créanme cuando me vine de Corea vivía metido en problemas y fue una de las cosas que me hizo venirme pues, ya que mis padres eran muy reconocidos siempre ellos tenían que resolver mis problemas ya estaba cansado de que siempre mandaran a su secretaria para que resolvieran mis problemas, muy poco nos veíamos pero era por el trabajo de mis padres.
Quizás sí fue una opción al venirme para acá, bueno cada que me meto en problema aquí siempre salen mis amigos ayudarme pero, no es la idea porque siento que en cualquier momento pueden lastimarlos.
— mi vida, es algo Miserable.
— no digas eso, complicada si lo es pero, miserable jamás.
Soltamos una carcajada ellos son todo lo que necesito para estar en paz y en familia.
— ¿encontraste tu tarjeta.? .- pregunta Sasha.
— no, creo que la perdí afuera del gimnasio.
Donde te encontraste con ese chico de mirada intimidante.
Si, es raro el tenía una mirada penetrante no sé cómo explicarlo una mirada que podía ver o descifrar lo que estás pensando o lo que estás sintiendo, una mirada fría que te hace temblar pero al mismo tiempo te hace suspirar.
¡ay qué mierda estoy diciendo!.
— ese chico recuerdas, el que te acorraló.
— No me acorraló.
— sabes que si, su mirada decía algo como "vamos a comernos al bonito ".
— No sé de qué hablas, el no tenia cara de comerme.
— no.- habla sasha.- tenía cara de asesino.
— y de actor porno.- dylan suelta y todos nos quedamos en silencio para luego empezar a reír.
el y sus ocurrencias.
Creo que lo mejor sería alejarme de su camino.
—
La alarma es lo que más odio en mi vida, cuando me recuerda que debo levantarme para irme a estudiar, me gusta al menos saber que puedo hacer lo que más me gusta, quiero quedarme otro rato en la cama, al menos para pensar cómo haré hoy con mi tarjeta de identificación.
Y para pensar en ese señor, tan misterioso tenía una mirada fría quizás esté exagerando pero no es normal al que haya sentido escalofríos en mi espina dorsal cuando el me vio fijamente.
— ¡.Jun, levántate.!
— Voy no tardo.
Hoy quiero que sea un día mejor que el anterior, sin tanto bullying pues, solo quiero que esos chicos ya dejen de molestar además de eso tengo que ir al gimnasio para buscar mi tarjeta, si es que logro encontrarla al menos tirada en algún lugar .
Me pongo un jean negro ajustado, mis converse negras, una chaqueta negra, mi gorra y un cubre boca para ocultar mi cara, ese es mi día a día, así puedo pasar desapercibido.
— Listo nos vamos.
— No entiendo cómo es que siempre sales así.
— a veces es mejor ocultarse.
Caminábamos cuando un idiota pasa y no llena de agua, lo que faltaba un imprudente estúpido que se cree dueño de la calle.
— Imbécil. - susurro
Me subo al autobús y coloco mis audífonos, no entiendo cómo puede haber personas tan pendejas en esta vida .
Cuando llegamos a la parada de la universidad nos bajamos y nos despedimos ya que los chicos están en otras clases aparte de la que compartimos, cuando camino hacia la entrada veo que hay un grupo de chicos haciendo alboroto.
— ¿Qué está pasando allí? .- susurro
— ¡Jun! .- escucho que Sasha me llama
—¿Que pasa?. - llega a mi lado agitada.
— no se, eso quiero saber.
Veo que las personas empiezan abrir espacio y una persona me señala, cuando veo que poco a poco la persona que está haciendo revuelo y no lo puedo creer.
— Es el .- susurra Sasha.
Él sonríe y empieza a caminar hacia a mi con una sonrisa pícara en los labios.
Hay no.
Hay si.
No ayudas conciencia no ayudas.
— no fue tan difícil encontrarte después de todo.- susurra cuando llega a mi lado.
No dejo de mirarlo fijamente, qué maldita manía tengo con mirar fijamente Pero, sus ojos, sus ojos eran claros muy claros llamaban la atención y su mirada, su mirada era penetrante tanto que sentía que me veían intensamente y ush no sé cómo explicarlo.
— ¿Porque está aquí?.- logré hablar muy pero muy bajo.
El se acerca más a mi tanto que por mis fosas nasales puedo sentir como su perfume se adueña de mis pensamientos.
Piña colada.
Lo estas detallando.
#3708 en Novela romántica
#1135 en Chick lit
armas droga dinero y poder, amor y celos posesivos, policias y corrupción
Editado: 17.08.2025