Narra seo jun.
Quería estar lo más tranquilo posible, al menos eso es lo que intento tenía miedo de que a mis amigos les hicieran daño, como no podía dejar de pensar en ellos sabiendo que hay personas que quieren hacerme daño y que también se lo pueden hacer a ellos, quizás no se que vaya hacer pero creo que la idea de venirme a vivir con Alexander es lo que nos va a mantener con vida al menos eso es lo que pienso y para decir verdad lo que quiero.
Que estemos a salvo.
siento unos pasos acercarse a mí y sé que es el, cuando me beso sentí muchas cosas entre ellas miedo, miedo de que vaya a pasar de ahora en adelante me causa muchas cosas, entre ellas ganas de volver a besarlo sin pensar en que si mi padre se entera va a querer que vuelva a corea.
y dejarás de verlo.
no puedo permitir eso.
— te sientes mejor.- susurra
— Si, ¿ ellos estarán bien?.
— Si, te lo prometí.
me volteo y lo veo a los ojos.
— Voy a quedarme.
el me ve y sus ojos expresan todo lo que él quiere decir pero, su forma tan arrogante se lo impide.
cómo es que me gusta.
— Te quedarás, en serio.
— Si, pero debes prometerme que ellos estarán a salvo.
— Los puedo poner en un apartamento aquí mismo.
— De verdad harías eso.
— Si, Seo jun por ti sería capaz de hacer cualquier cosa.
— Gracias.
— No debes agradecer, vamos esperemos en el comedor a los demás.
nos sentamos en ese bonito comedor el me sentó a su lado y nos pusimos hablar de todo lo que él hace y lo que yo hago en mis tiempos libres me habló de todo lo que gusta y no dejaba de sonreír, cuando iba a besarme nuevamente la puerta se abrió de golpe y por ella entraron sus hermanos y mis amigos mi sonrisa creció aun mas y me acerque a ellos.
— chicos.
— Seo jun.- me abrazaron fuerte.
Alexander se acercó a sus hermanos y se dieron la mano empezaron hablar mientras yo hablaba con mis amigos.
— Vamos a cenar, hay que ubicar a tus amigos en una de las habitaciones.
— Nos quedaremos.- pregunta dylan.
— Después les explico.
—Esperen, yo lo conozco a usted.- habla sahsa.
— Es el señor del gimnasio.
— Eso no es un gimnasio, es un lugar donde ustedes no pueden estar.
— ¿ de qué gimnasio hablan?. - pregunta el inspector que está con su novio.
— los vi donde charlie.
el inspector me ve y niega, ven para mi nunca hay escapatoria.
— Después hablamos de eso.- dice
nos sentamos en la mesa a cenar y todos hablaban y reían, se que esto no sera asi siempre, me estoy metiendo en un mundo que no es el mio.
— ¡ Que bonito!.- habla Noah el hermano de alexander.- Mi hermano tiene novio.
yo me ahogo con mi propia comida y todos empiezan a reir.
— Callate Noah, no es mi novio.
— ¿Lo podemos llamar cuñado?.
— Que imbecil eres, te estoy diciendo que no somos nada.- habla el novio del inspector.
un teléfono suena y podemos ver que es el del inspector mathew.
— Chicos, en casa de su tío alexander, está bien, nos vemos aquí.
— Mis sobrinos vienen.- pregunta Noah
— si, están libres.
— Y mi novio tambien esta libre.- dice su novio Daniel.
— Para ti siempre.
— qué cursilería.
— claro, y tu no eres asi.
— dejen de hablar no ven que se pone nervioso.
ellos solo sonríen, terminamos de cenar y todos nos fuimos a una de las salas de estar de este impresionante apartamento ellos se fueron a hablar a otra parte y yo me quedo con los chicos en la terraza.
— Esto es grande.- habla sasha.
— Es inmenso y hermoso, tiene unas habitaciones grandisimas.
— y tu como sabes eso.
— el me dijo que las viera para elegir una.
— ¿y nosotros también podemos elegir?.
—no se .- solo sonrió.- pero se que el me prometió que cuidaría de los tres.
— cuidar de los tres y como.
— voy a venirme a vivir aquí un tiempo, y dijo que a ustedes los pondrá cerca en otro apartamento.
— en serio puede hacer eso.
— el puede hacer eso y mas.
— el poder de tener dinero.
— si creo, jun porque esos tipos llegaron a nuestro condominio.
— son personas que quieren hacerle daño a él.
— como supìeron de ti.
— cuándo el fue a la universidad, parece que lo estaban siguiendo.
— pero estaremos bien verdad.
— lo estaremos.
el timbre de la casa suena y nosotros nos asomamos un poco desde la terraza, la señora que me abrió a mi es la que se acerca y abre la puerta y entran dos chicos que se parecen mucho son como de unos diecinueve años creo.
— es el.- susurra dylan.
— de qué hablas.
— ve sasha, es el de clases de arte contemporáneo.
— el imbécil que tiró tu pintura.
— shhh, no le digas asi.- hablo.- Es el sobrino de alexander.
— eso no le quita lo imbécil.
— Esta diferente.
— qué quieres decir con.- lo veo y su mirada cambió.- Oh.
— Oh, qué pasa con ese oh.- pregunta sasha.
— Le gusta, dylan te gusta el hijo del inspector.
los chicos ven hacia acá y uno de ellos ve a dylan su mirada era de asombro y retadora a la vez el se empieza a acercar .
— Ay no.- susurra dylan.
— Dean sobrino.- llama alexander
nosotros nos acercamos y dylan cambia su postura.
— ¿Que haces tu aqui?..- Dylan sonríe de lado
— No es por ti, si eso piensas.
— Puedo golpear esa bonita cara que tienes, sabias no.
— Estas diciendo que soy lindo.
Alexander y el inspector se acercan.
— Aquí nadie se va a golpear.- habla el inspector.
— Porque está él aquí .- vuelve hablar el chico mientras que alex y su papa estan detras de el.
— Está aquí por el novio de tu tío Alexander.
— ¡Ah es que tienes amigos!.
— A diferencia de ti.- responde Dylan y da un paso adelante.- Si soy buena persona.
Dylan vuelve a sonreír pero no le quita la mirada.
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Editado: 28.03.2025