Alexandra Potter

El Juicio de Canuto

Lo primero que hizo al despertar fue ver que Harry estuviera bien y pensar en todo lo que su pequeño iba sufrir cuando fuera creciendo y no tenga a sus padres con él. Ella aún se culpaba de la muerte su hermano y de Lily, tal vez si ella no hubiera estado persiguiendo a los mortifagos y al mismo Tom hubiera llegado a tiempo, tal vez la que debería estar muerta era ella y no los padres de Harry.

Los Slytherin siempre tienen una debilidad aunque lo nieguen...siempre existirá esa persona por la que harían cualquier cosa para verla feliz y a salvo, Harry se convirtió en la debilidad de Alexandra cuando lo cargo por primera vez tal como en su tiempo lo fue Regulus.

Muchos pensarían que su debilidad fue James pero que equivocados estaban; su debilidad desde tercer año fue Regulus...él solo la tenía a ella y Alexandra...Alexandra solo lo tenía a él.

Regulus fue él único la entendió cuando sus padres murieron y se refugio completamente en él, su hermano tenía a sus amigos y ella...ella ya no tenía ha nadie que la comprendiera hasta que Regulus apareció, James y Alexandra todo un año estuvieron distanciados cada uno con sus amigos viviendo su duelo de maneras diferentes.

Apesar de que Regulus tenía de hermano a Sirius su relacion nunca fue muy buena y los problemas en su casa no ayudaban, Sirius parecía más el hermano de James que el de Regulus, en cambio James siempre la apoyo aunque ella quedó seleccionada en Slytherin y él en Gryffindor nunca hubo problema con eso, los hermanos Potter solo se separaron el año en el que sus padres murieron.

La risa de Harry la sacó de sus pensamientos.

— ¿Que paso mi amor? ¿Tienes hambre cariño? — pregunto sacándolo de su cuna y dándole besos en sus mejillas

— Shi tita — respondió soltando una pequeña risa al final

— Entoces vayamos a desayunar mi pequeño ciervo — dijo saliendo de la habitación y caminando hacia el comedor — Buenos días Tulip, Buenos días Lila — saludo sentando a Harry en su sillita y ella sentándose en la silla junto a él

— Buenos días señorita Alexandra, ¿Desea que Lila les sirva el desayuno? — pregunto ansiosa

— Sí, porfavor — le respondí mientras le ponía el babero a Harry — ¿Ustedes ya desayunaron?

— Sí ama, Tulip y Lila ya desayunaron ¿Los amos necesitan otra cosa? — pregunto Tulip terminando de servir el desayuno

— No Tulip, pueden retirarse gracias — dijo dándole una cucharada de cereal a Harry las elfinas asintieron y regresaron a la cocina

(.....)

Ese día en la tarde era el funeral de James y de Lily, Millicent Bagnold logró que el juicio de Sirius se programará para ese mismo día, en este momento la Potter se encontraba afuera de la nueva casa de Remus Lupin; uno de sus contactos lo rastreo hasta un pequeño poblado en Rumania. 

— Hola Remus — saludo y contuvo una risa al ver su pálido rostro 

— Alex....¿Cómo me encontraste? — pregunto luciendo desconcertado 

— Soy una Potter y tengo muchos contactos — explico con una sonrisa egocéntrica — Aunque también soy muy amiga de la nueva Ministra de Magia  

— No me sorprende, después de todo desde la escuela tenias amistades poderosas — respondió dándole un pequeño abrazo

— Dejemos de lado a mis amistades, supongo que tendras una idea de porque te busque — dijo mirando su casa y caminado lentamente por todo el lugar

— Directa al grano como siempre, la verdad que no...no se porque me buscaste ¿Que necesitas? — pregunto con una expresión cansada

— Tenemos que ir por Sirius, hoy es su juicio y también hoy es el funeral — en su rostro se formo una mueca y su mirada reflejaba tristeza — Sirius es inocente; el verdadero culpable fue Peter, él fue quien nos traiciono, fue quien le dijo el paradero de James y Lily a Voldemort — un escalofrió recorrió por todo su cuerpo al oír el anagrama de Tom 

— ¿A que hora es el juicio? — pregunto recuperando la compostura después de la noticia

— En 10 minutos — mientras menos tiempo tengan para llegar al juicio más difícil seria que se hubiera negado a regresar con ella a Londres  

— ¿Y que esperamos? Vamos no tenemos tiempo que perder — hablo con determinación y con mucha prisa, así que mi shipp si es real pensó Alexandra con emoción ¡¡Wolfstar es real bitches!! 

— Entonces vamos — respondió con sorna al ver la desesperación en su rostro

Tomaron el trasladador y llegaron a una cabina telefónica del mundo muggle la joven ingreso la clave para entrar al ministerio.

— Buenos días sea bienvenido al Ministerio de Magia Británico ¿Cuál es el motivo de su visita? y ¿Cuántas personas son? — pregunto la contestadora 

— Vengo al juicio de Sirius Black y necesito el pase para dos personas — respondió cerca de la bocina; la cabina rápidamente dejo dos pases para el juicio y los bajo a la primera planta del ministerio 

— Disfrute su visita — hablo por ultima vez la contestadora

— ¿Desde cuando sabes utilizar una cabina muggle? — pregunto Remus desconcertado  

— Que sea sangre pura no quiere decir que no sepa moverme en el mundo muggle — respondió sin mirarlo 

Ambos caminaron hasta llegar al lugar donde se iba a realizar el juicio.

— Estamos aquí para el juicio del Señor Sirius Black, traigan al acusado — ordeno Millicent 

Dos Aurores entraron con un Sirus esposado y demacrado "si así se ve con unos días en azkaban no me imagino como se vería si hubiera estado mas tiempo en ese maldito lugar pensó Remus con amargura". Sirius los volteo a ver y una sonrisa cruzo por su rostro, Alexandra murmuro un "No te preocupes, te sacaremos de aquí" dio un asentimiento casi imperceptible.

— Bien demos inicio al juicio ¿Señor Black esta de acuerdo en que le sea suministrado Veritaserum? — pregunto Bartemius Crouch

— ¡¡Denme, denme, denme!! — grito Sirius 

Un Auror le dio unas gotas de la poción de la verdad y los ojos de Sirius inmediatamente se volvieron llorosos y parecía en un trance.




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