Alexitimia

Capítulo 1: Amor.

03 de Agosto de 1996

A los seres humanos se nos conoce por ser seres racionales, pero lo cierto es que somos más sentimentales.

Sin embargo, son esos sentimientos los que nos impiden avanzarPiensen en las máquinasellas son tan silenciosas pero poco a poco nos están desplazando. No sienten, por eso no tienen hijos que cuidar o alguien esperándolas en casa, rinden el máximo porque nada las distrae. Nosotros deberíamos ser como máquinas pero mejoradas porque tenemos raciocinio.

Por eso hoy empiezo este experimento a largo plazo y crearé un humano superior a todos ustedes, uno sin sentimientos. Todo en nombre del avance de la humanidad.

Lo que no sabía mi padre es que crear un ser humano es muy complicado, incluso hoy en día parece casi imposible para la ciencia       

Lo que no sabía mi padre es que crear un ser humano es muy complicado, incluso hoy en día parece casi imposible para la ciencia. ¿Se quedaría de brazos cruzados? Por supuesto que no, el famosísimo Doctor Couldfield nunca se rendiría. Pero, ¿dónde encontraría un sujeto de prueba dispuesto a perder todos sus sentimientos? La respuesta la encontró en su esposa embarazada.

Por las noches, mientras ella dormía confiada, la sedaba hasta el punto de no darse cuenta de los cambios que hacía en la genética de la vida que llevaba en el vientre. Y después de varios meses de estas prácticas, nací yo.

Los doctores dicen que nunca olvidarán mi nacimiento. Mi madre no tuvo dolores contractuales, parecía como si a mí no me importara quedarme adentro. No lloré cuando vi el mundo exterior ni al recibir la nalgada del médico. Todos se conmocionaron al ver mi caso pero siguieron con sus vidas.

Al ir creciendo, la diferencia entre los demás niños y yo se fue incrementando. Mientras todos hacían amigos en el jardín y jugaban entre ellos, yo solo me sentaba en una esquina a observarlos a todos. Y es que esos pequeños humanos me intrigaban muchísimo, quería comprender por qué aveces compartían algo que les pertenecía o la razón por la cual sus ojos se llenaban de agua cuando las cosas no salían como querían. Ese fue mi primer contacto con el mundo real.

Posteriormente, las madres se quejaron porque según ellas mi presencia y actitud incomodaba a sus hijos. Le recomendaron a la mía llevarme a un psicólogo y aunque mi padre se negó rotundamente, ella en secreto lo hizo y ahí fue cuando me diagnosticaron Alexitimia pero junto con eso le dieron esperanza, le dijeron que si se esforzaba podía llegar a curarme.

Sé que si pudiera sentir, amaría como loco a mi madre. Ella literalmente vivió y murió por mí. Como después de ser expulsado del jardín me eduqué en casa, ella pasaba la mayoría del tiempo enseñándome lo que para ella era lo más importante: a sentir. Primero empezamos con los sentimientos básicos, me explicaba cuando  las personas lo sentían y por qué eran tan importantes. Compró un diccionario y me hacía reconocer todas las palabras que eran sentimientos. Luego, en ese día tenía que esforzarme por estar en situaciones que me llevaran a sentir algo. Nunca funcionó.

Llegué a mi adolescencia y mi madre había gastado todas sus fuerzas. Algunos dicen que murió por tristeza yo creo que murió por tener esperanza. Creyó que me curaría algún día pero lo cierto es que ni siquiera me dolió su muerte.

Posterior a eso, me intenté quitar la vida en algunas ocasiones. Realmente no le encontraba sentido a seguir en este mundo. Mi padre siempre me detenía diciendo que yo era importante para el avance de la humanidad pero ellos no habían hecho nada por mí, no salvaron a mi madre. ¿Por qué tenía yo que ayudarlos? Era injusto.

Esos años, él me entrenó muy duro, yo acepté porque decía que eso era lo que mi madre quería. Sabía lo que tramaba, lo descubrí cuando husmeaba en sus libros donde contaba mis avances pero nunca me dolió o me molesté con él. Tengo alexitimia, ¿recuerdan?.

Al presentarme al mundo, la respuesta de ellos no fue lo que él esperaba. Todos se escandalizaron al enterarse que un padre había sido capaz de quitarle la oportunidad de sentir a su hijo. Ese día el doctor Couldfield juró demostrar por qué mi existencia era tan importante y vengarse de esas personas. Desde ahí vive en el ático de nuestra casa.

Y pues así era mi vida. Nuestra casa era silenciosa y nuestras conversaciones escasas. Hasta que llegó el momento de elegir qué debería estudiar. Mi padre me propuso varias carreras pero nunca se imaginó lo que elegiría: Medicina.



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En el texto hay: humor, doctor, alexitimia

Editado: 20.08.2019

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