Me puse a pensar en por qué a veces uno se calla tantas cosas y las deja ahí...en la punta de la boca, entre los dientes, rozando la lengua. A veces uno se atraganta con esas cosas, las compacta en una bolita que intenta tragar pero que se queda pegada en la garganta. Generalmente esto sucede porque la masa que forma la bolita es una mezcla de condimentos de muy diversa índole que por proximidad, o vaya a saberse qué, tienden a unirse, a pegotearse.
Hoy sentía la bolita revotar en mi boca y pensé que no iba a ser bueno tragarla, que no siempre es bueno callar. Pensé en escribir y encontré la libretita rosa que mi amiga Laura me trajo de Brasil. (Ahora nos vamos a Río). Ella también está cansada de callar y se pregunta las mismas cosas en el mismo momento. Quizá ahora tenga la bolita formándose en su boca. Me sentí mal por esa posibilidad y la llamé. Hablamos de que a diferencia nuestra hay gente que no se calla, que habla de más sin pensar en las palabras y lo que producen. A veces las palabras se anidan en el cuerpo y quedan allí produciendo sensaciones, creando cosas, cosas que se transforman en bolitas. Me pidió que buscara la definición de callar a fin de desentrañar su sentido pero sólo encontré un poema:
Callar
No hablar, guardar silencio.
Abstenerse de manifestar lo que se siente o se sabe.
No quiero ofenderte y entonces mejor me callo.
No calles nada.
Grita
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Editado: 12.05.2022