Capítulo 5. Algo así como un novio

Levantarse antes que suene la alarma de su celular ya es costumbre, las lágrimas en sus ojos por las pesadillas de cada noche son costumbre, tristeza y angustia oprimiendo su pecho son costumbre, por eso la mañana de Jacquie parece una mañana más en su nada extraordinaria vida. Decir que esa mañana de domingo tenía algo de especial era exagerar, porque además de recordar a su madre y lo feliz que se veía en la última de esas fechas que compartieron juntas, no había algo que resaltara.

Ese día, con mas calma de la habitual, prepara el desayuno y trata de consentirse a si misma un poquito, cuando ya casi está terminando Johana hace aparición con una pijama de Mickey Mouse que le encanta y ya le queda pequeña, le ayuda con la mesa, pero antes de sentarse la abraza y apapacha durante unos minutos entre sonrisas, que llaman la atención de Javier y sale de su habitación muy despeinado, vistiendo solo un pantalón de pijama. Se une al abrazo consentidor de las sus hermanas y las levanta en vilo a ambas, ya no es tan delgado como unos años atrás y puede con ambas.

Cuatro personas sentadas en la mesa comiendo y conversando, ese el panorama que cualquiera podría describir, pero en realidad con cuatro personas que se aman y se apoyan sin condiciones, celebrando el día de las madres para esa mujer que dejó de ser hermana para convertirse en madre de dos adolescentes.

Se podría decir que con veinticinco años, Jacquie tenía una hermosa familia.

A media mañana, ya todos están perfectamente vestidos y planeando que hacer el resto de esa jornada. Javier propone ir a el nuevo centro comercial a comer, según dicen tiene muy buenos restaurantes. Pero no es el plan más familiar que se pueda encontrar. Así, que cuando llega Juan Daniel, el novio de Johana y los invita a todos a comer en la casa campestre junto con su familia, en la afueras de Turbaco todos se animan y optan por ponerse ropa mas adecuada, empacar trajes de baño y juguetes de piscina para Lía. Ya han sido invitados a ese lugar con anterioridad y siempre la han pasado de maravilla.

La llamada de Federico mientras viste a Lía es muy bien recibida, ella siente una emoción que hace mucho no percibía en su interior y que le da un poco de nerviosismo acompañado de felicidad.

─ Hola hermosa. ─ Se escucha alegre a través del teléfono.

─ Hola Federico, ¿Cómo estás? ─ dice mientas recoge un peine y unas coletas para peinar a su hija.

─ No tan bien como quisiera, pero todavía se puede solucionar. ─ Ella sostiene el celular entre el hombro y su oído.

─ ¿Te ha pasado algo? ─ Pregunta mientras trata de agarrar a su hija que salta bajándose de la cama y se le escapa.

─ Si, pero se puede solucionar.

─ Entonces no es tan malo ─ No pregunta porque no quiere ser entrometida, pero siente curiosidad. Sale de la habitación y ve a Lía saltando sobre la cama de Johana, donde Luis Daniel está sentado riendo de la energía que tiene la pequeña.

─ Eso depende de ti. ─ Hace vara de no entender, aunque él no pueda verla.

─ ¿De mi? Pregunta al tiempo que agarra a su hija por la cintura y la carga para llevarla hasta la sala, donde se sienta con ella en las piernas ─ Ven con mamá. Déjame peinarte

─ Si, de si aceptas otra cita hoy y antes de que digas algo, te propongo salir a almorzar, solo como celebración del día de las madres, pero con tus hermanos y, claro, con Lía.

─ Lo siento. No puede ser... ─ Trata de amarrar una de las dos colas que quiere hacerle, sin éxito.

─ Pero es solo un almuerzo... de amigos, con los muchachos, nada comprometedor. Dice antes que pueda negarse, sabiendo que ella no es del tipo de mujeres que meten a sus hijos en cada relación, por inocente que parezca.

─No se trata de eso, es que ya tenemos planes, el novio de mi hermana nos invitó a celebrar con su familia y hemos aceptado. ─ Por fin logra hacer una de las colas.

─ Entonces puedo invitarte en la noche, quisiera poder tener la oportunidad de felicitarte personalmente. ─ Su descuido hace que Lía salga corriendo de nuevo y debe levantarse otra vez a buscarla con media melena suelta.

─ Puede ser, te parece si hablamos más tarde, ahora estamos a punto de salir y aun debo peinar a una pequeña que me está haciendo sudar.

─ Está bien. Te llamo más tarde, espero que no te niegues, de verdad quiero verte.

─ Hablamos después. Adiós. ─ realmente es incómodo para ella escuchar de su interés.

Terminan de arreglar todo y se van en su pequeño carro todos juntos, Juan Daniel va en su moto y Jacquie no permite que Johana se vaya con él, porque esa carretera es bastante peligrosa, argumenta ella.

Pueden disfrutar de un agradable día, un asado delicioso con muchas bebidas. Jacquie solo tomas refrescos, no consume alcohol porque debe conducir y no quiere poner en riesgo la vida de su familia. El dorado de su piel se acentúa mas y hace que se vea mas fresca y relajada. Lía no para de jugar en piscina y algunas veces quiere ir a la parte mas profunda, pero sus hermanos siempre están atentos a ella cuando Jacquie esta ocupada haciendo algo.

En verdad es un día especial. Los padres de Juan Daniel, Mireya y David, son personas muy sencillas, han adquirido algunas propiedades que les permiten vivir holgadamente y darse alguno que otro lujo. siempre han sido muy amables con Johana y su familia.

Antes de que comience el atardecer, Jacquie, Lía y Jorge se despiden. Johana se queda a compartir mas tiempo con su adorado novio, ya que sabe que en unos días se va a España a estudiar su post grado y serán 2 años en los que poco se verán. Le deja claro que no puede quedarse y que debe llegar a casa esa misma noche. No le dice una hora pero hay un horario implícito en esa condición.

Para Johana es imposible no mostrar la tristeza que siente por la pronta partida de Juan Daniel, se la pasa casi todo el día con él y en algunos momentos Jacquie pudo observar una lágrimas rodando en las mejillas de ambos. Pero como había dicho la misma Johana unos días antes "no puedo ser egoísta, esto es por su bien. Si la vida quiere que estemos juntos de nuevo así será". Esa era ella, siempre madura para su edad y tomando decisiones que parecían ser de una persona mas adulta.