Algo asi como un novio

Capítulo 12. ¿Qué se cree él?

Atravesar media ciudad en su "canica" no es tan malo, lo malo es la hora en la que le toca hacerlo. En las mañanas no significa mayor problema, porque a su salida ya ha pasado la hora pico, pero en las noches, por Dios las noches son un caos, se gasta casi el doble de tiempo en las noches que en las mañanas.

Cuando llega a su casa quiere encontrar uso brazos suaves que acompañan los dulces besos de su hija, como es su costumbre, pero desde la semana anterior, esto es una mera ilusión. Volker se encuentra en su casa cada noche, se siente irritada de solo recordar que tiene que aguantárselo hasta el día que se vaya. No está siendo tan fácil como se suponía. En especial esta noche, cuando llega se lava las manos y carga a su pequeña que la besa y abraza en cuanto la ve, estaba en su habitación con su papá, que parece mas feliz que otros días.

Se sienta con ella en las piernas en el sillón grande de la sala, ese que quiere cambiar pero que le recuerda tanto a su mamá y lo orgullosa que sentía de haber adquirido ese juego de sala, que en su momento, eran la última tendencia. Allí, tratando de encontrar un poco de reposo ante un día de trabajo, inicia una conversación con su pequeña. De esas que para cualquiera no tienen sentido pero que es lo mas lindo de su día.

La pequeña entre palabras mal pronunciadas y verbos mal conjugados entretiene a su madre, que disfruta ese tiempo de intimidad con ella cada día.

Volker llega unos minutos después y se sienta al lado de ambas, acaricia con ternura a su hija y le da unos besos que incomodan a Jacquie. En algún momento él esta conversando con ambas de juegos y juguetes, hasta cierto punto, el ambiente se distiende y él aprovecha la cercanía para abrazar a la pequeña, en ese momento la niña agarra los rostros de ambos padres y trata de juntarlos, Jacquie se tensa y con un beso en la mejilla de la pequeña evita que puedan juntarse, él por el contrario quiere que se concrete la acción y hace una cara de es obvio, es natural, no te preocupes y a ella le molesta.

Cuando por fin se duerme Lía, ella le dice que no está bien que él alimente esas esperanzas en la niña, ella debe acostumbrarse a que sus padres están separados. Volker intenta manipular la situación a su favor y le dice que eso lo que su hija necesita, una familia unida. Ella da por terminada la conversación pero ve un brillo de malicia en sus ojos, eso no le gusta ni un poco.

Sola en su habitación trata de no pensar en Volker, ya mucho tiempo perdió con él en el pasado. ahora tienes muchas cosas buenas en las que pensar. Federico es una de ellas, ya están acostumbrados a llamarse cada noche y conversar e cosas tontas, pero también de cosas importantes.

Una semana más tarde, después de tantos ires y venires de Volker ella se siente asfixiada pero en su mente se consuela con el hecho de que cada día que debe soportarlo es un día menos de él en Colombia, lo que se traduce en que pronto volverá a su tranquila vida, con la ventaja de que Federico está en su vida. Perdida en sus reminiscencias Javier llega hasta ella, se acuesta a su lado, como cuando él era pequeño y se deja acariciar el cabello, que últimamente está más largo que de costumbre y le pregunta qué le pasa.

─ ¿No puedo venir donde mi hermanita un rato? ─ Dice con fingida indiferencia, lo que le causa más interés a Jacquie, centrando toda su atención en su hermano y dejando de lado todo lo que ha tenido su atención en los últimos días.

─ Mmm, te conozco. Algo te pasa. ─ responde ella, colocándose de medio lado en su cama para mirarlo directamente.

─ Mas o menos. ─ Dice sin mirarla.

─ Sabes que puedes hablar de lo que quieras conmigo. ─ Le sonríe y él siente que siguen siendo los hermanos de siempre, siente esa complicidad de cuando él era un niño y ella una adolescente que lo cubría con sus padres cuando tomaba algo de la nevera a escondidas y su mamá se molestaba al no encontrar lo que buscaba.

─ Me gusta una chica. ─ Suelta como algo liberador, es como si con decirlo su mas grande miedo se borrara y él pudiera estar más tranquilo.

─ ¿Qué hay de malo en eso? ─ Pregunta mientras recoge su cabello en un rodete a lo alto de su cabeza.

─ Ella no es como las otras. ─ Responde en un tono casi lastimero, como si ese fuera el mayor problema de la humanidad.

─ ¿Por qué? ─ Retruca Jacquie levantando las cejas para encontrarse la mirada de su hermano algo desanimado e inseguro.

─ Solo quiere ser mi amiga. ─ La respuesta no es lo que Jacquie se imaginaba. Ella siempre lo vio tan seguro de sí mismo con las chicas, ahora lo ve algo vulnerable por la situación y hace que su corazón se enternezca.

─ Entonces te trae por la calle de la amargura, eh! ─ Su afirmación lo hace levantar el hombro como es costumbre en ellos ─ seguro es por tu fama.

─ Algo así. Pero me gusta tanto y no sé cómo hacer para demostrarle que soy un buen partido. ─ Dice con algo de humor tratando de restarle seriedad al momento.

─ Cuéntame de ella. ─ Dice con verdadero interés. Hace unos años apoyaba a sus hermanos en lo que pudiera, como hermana mayor siempre sintió ese compromiso, era como parte de ser la mayor, pero cuando sus padres murieron no pudo quedarse siendo la hermana, no, las cosas ya no eran igual, sin quererlo se había convertido en la madre de sus hermanos y su compromiso se hizo mas intenso.

─ Esa mujer es lo mejor que he visto. Es excelente estudiante, sé que es una excelente hija y hermana, es muy querida por sus amigas, tiene su propio canal de maquillaje, ahora la sigo y veo todos sus videos. Es tan hermosa. ─ Suspira mientras ve girar el ventilador que está en el techo de la habitación. Jacquie lo mira sin creer que algún día vería a su querido hermano enamorado.

─ Dios, ¿qué le ha pasado a mi hermanito el conquistador? ─ Coloca la mano en la frente de su hermano tratando de ver si tiene fiebre, con un tono más serio le sugiere ─ Deberías traerla a la casa, me gustaría conocer a la perfección personificada.




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