Algo diferente para navidad

Capítulo 3. ¡Algo diferente!

 

Pin by Mari Carmen Arbol Garcia on Nền đệp | Christmas themes, Free  christmas backgrounds, Christmas background images

 

A la mañana siguiente despierto en mi cama, aun no recuerdo muy bien lo de anoche, pero por cómo me siento creo me la pase genial (aunque nunca necesito alcohol para divertiré), me duelen los pies, por lo que deduzco que baile sin parar.

Camino al baño para darme una ducha y despejar mi mente, cuando tomo la toallita desmaquillante noto algo en mi mano izquierda.

Alcanzo a leer una dirección así que inmediato voy a mi escritorio para anotarlo en mi libreta.

Antes de seguir con mi historia, quiero contrales como han sido las navidades para mí.

 

La última navidad en familia que recuerdo es de cuando tenía 6 años, estábamos todos reunidos aquí en casa, mis abuelos, mis tíos, mis primos toda la familia de ambas partes.

Jugamos, rompimos piñatas, hicimos intercambios de regalos e infinidad de actividades más.

Mi madre solo me atendía a mí, no trabajaba, pero cuando iba a cumplir 7 años, ella decidió que era tiempo de enfocar su carrera en los medios de comunicación, yo no me opuse, la apoye. Pero la navidad siguiente fue demasiado diferente.

Mi padre tuvo un viaje de negocios a Hong Kong y no pudo llegar si no hasta el 27, y mi madre de igual manera tuvo que salir de la ciudad para unas grabaciones e igual regreso después del 25, por mi parte, nadie de la familia pidió que me fuera con ellos, así que pase la navidad con los empleados de la casa, Esther la encargada de la mansión, me invito con sus familiares y desde ese entonces, cada navidad era de estar con ellos.

Nunca me queje, pues el ambiente que tenían era de lo más divertido.

Hace dos años, mi madre me prometió que la pasaríamos juntas, pero se tuvo que ir, al igual que mi padre, Esther no se enteró de que me quedaría sola en casa hasta el 26 de diciembre que llego.

—Mi niña, de haber sabido hubiera venido por ti. —no dejaba de repetir.

El año pasado por cuestiones de Covid-19, no nos pudimos reunir, bueno no con Esther, mis padres si salieron de velada con sus amigos y yo pase una navidad más sola.

Con amigas y amigos de preparatoria no conté, pues todos estaban de viaje, yo pude haber hecho lo mismo, pero del dinero que había aguardado lo doné a una casa hogar de manera anónima.

 

Bueno, este año planeo que sea completamente diferente, sé que mi madre me odiara de por vida, pero no puedo permitir que desborde dinero en personas que tienen demasiado.

Literal.

Por lo que, si todo sale bien, cancelare la cena que mi madre planea y nos iremos a un refugio de personas sin hogar a darles la cena navideña, siento que es una forma correcta de demostrar que podemos dar sin recibir nada a cambio.

—Esther. —llamo en cuanto entro a la cocina.

—Niña Clara, dígame.

—Tú sabes donde esta esta dirección —le entrego el papel donde anote lo que traía en mi mano —solo es curiosidad.

—Si niña, es un lugar donde unas personas sin hogar se están quedando.

—Pero el refugio de las personas sin hogar está en el centro ¿existe otro?

—Niña, en esta ciudad existen a lo mucho unos 3 centros de refugios.

Diablos. Pienso.

—Gracias Esther.

Salgo de la cocina y camino de regreso a mi habitación, gugleo y en efecto existen 3 centros de refugios para personas sin hogar.

Jamás me hubiera imaginado que en esta ciudad existía tanta gente desafortunada. Pienso.

Camino a mi closet, busco mi saco negro con capucha con protector caliente adentro —ya que las temperaturas empiezan a bajar. —tomo un gorro, unos guantes y mi bufanda.

Tendré que averiguar ¿quién me dio esta dirección? y ¿para qué? Pienso cuando salgo de la mansión y le pido al chofer que me lleve a la dirección que le entrego.




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