Valentina
Cuando llegue a mi casa subi corriendo a mi cuarto, no queria saber si mi padre estaba, aunque lo mas probable es que aun este en su trabajo, aún así no queria averiguarlo.
Me tire a la cama mirando el techo, pensando en mi vida y lo diferente que era antes, cuando mamá estaba viva, las lagrimas comenzaban a caer por mi rostro, ya había pasado bastante tiempo desde aquel accidente y aún no lograba superarlo y mi padre no era de gran ayuda.
¿ como era posible odiar a alguien aquien habías amado tanto?, recuerdo ser su princesa, era la niña de sus ojos, pero ahora no soy más que un estorbo para él y se que si estuviera en sus manos la que hubiese muerto ese día hubiera sido yo, y admiramos lo, quizás sería lo mejor para todos, mamá estaría viva y con papá, ellos quizás hubiesen sufrido por un tiempo pero lo superarían, quizás hubiesen tenido otro hijo y podrían darle el amor que merecía, el amor que tanto me hace falta.
Si soy honesta varias veces he pensado en quitarme la vida y terminar con todo de una buena vez pero, a quien engaño, no quiero morir, me aterra la idea de irme de este mundo sin poder hacer lo que quiero, sin encontrar esa paz que necesito, igual se que aunque mi padre quisieran con todo su ser que desapareciera del mapa es algo que mancharía su imagen y haría que me odiara más de lo que ya lo hace así que el suicidio no es una gran opcion.
Las lágrimas no dejaban de caer de mis ojos, repitiendo en mi cabeza una y otra vez imágenes de mi madre y los momentos juntas, lo se, soy bastante masoquista, pero era inevitable, poco a poco sentía como el sueño se apoderaba de mi y ya que era la única manera de alejarme de todo, me quede dormida.
Abrí mis ojos en cuanto escuche los gritos de mi padre llamándome, de inmediato baje corriendo las escaleras para ver que era lo que queria, sin embargo, al llegar al final de esta, mis pasos se volvieron lentos, era como si mis pies pensaran toneladas cada uno y me costaba demasiado avanzar, mientras más me acercaba a él mi corazón se aceleraba, las manos comenzaban a sudarme, la respiración empezó a hacerse más pesada y sabía perfecto que era debido al miedo, cuando estuve frente a el espere a que hablara.
- vistete, algo elegante, iremos a cenar con un socio y es muy importante que te veas bien
Iba a negarme ya que las cenas de mi padre suelen terminar tarde y yo mañana tendría escuela pero negarme sólo serviría para hacer enojar a mi padre y ganarme una posible golpiza así que me límite a decir que si con la cabeza y retirarme a mi habitación para comenzar a arreglarme, decidí darme una ducha primero para poder despejar todo rastro de los pensamientos anteriores junto con los temblores de mi cuerpo.
Cuando termine salí para buscar que me pondría, papá dijo que tendría que ser elegante asi que termine eligiendo un lindo vestido azul, era un vestido bonito, era de tirantes con un corte tipo A, tenía unos adornos de piedreria en la parte de la cintura y la falda me llegaba a mitad de la rodilla.
Empecé a maquillarme, la verdad no puse demasiado, solo lo básico, base, polvo, un poco de sombra rosa para contrastar con el vestido, delineador, rimer y para los labios un tono rosa. Decidí dejar mi cabello suelto, me mire al espejo y me agrado mi apariencia, me puse perfume y espere a que mi padre me hablara para irnos.
Me senté en mi cama y empecé a revisar mi teléfono, tenía varios mensajes de las chicas así que comencé a leerlos
~Ale: vamos al cine, quiero salir, muero del aburrimiento D:
~Yesi: siiii, yo quiero
~Yo: no puedo, cena con mi padre
~Yesi: que aburrido, dile que no puedes
~Yo: saben que no puedo decirle que no, es algo importante
~Ale: ¿no puedes decirle que te duele el estómago o algo así?
~Yesi: dile que te dio diarrea :D
~Yo: horror contigo mujer, no diré eso, eres asquerosa
Escuché que mi padre me hablaba así que me despedí de las chicas, tome mi bolso, me coloque rápido los tacones y baje.
Subimos a su auto y comenzamos el camino al restaurante sumergidos en un increíble e incómodo silencio, me dedique a mirar por la ventana, luego de unos 40 minutos el auto bajaba de velocidad y terminaba estacionándose, estaba apuntó de bajar cuando mi padre toma mi mano, seti mi cuerpo entero tensarse ante su tacto, el pánico me invadió de inmediato y por un momento me imagine corriendo lejos de él.
- quiero que te comportes, pobre de ti que me hagas quedar mal, no quiero escenas ni escándalo me entendiste.
Tenía tanto miedo que nisiquiera pude hablar así que me límite a asentir con la cabeza. Soltó mi mano y solté el aire que estaba reteniendo.
Respire repetidamente para calmar mi pulso y sali del auto, mi padre me esperaba para entrar al restaurante
- sonríe - demando con firmeza
Hice mi mayor esfuerzo, juntos entramos al lugar donde ya nos esperaba su socio, se me hizo un poco extraño el hecho de que el socio de mi padre estuviera acompañado de un chico quizás de mi edad pero supuse que sería su hijo y decidi no tomarle tanta importancia, caminamos hasta la mesa en donde ellos se encontraban y antes de sentarnos mi padre me presentó
-ella es mi hija Valentina, te dije que era hermosa, lo heredó de su madre
El comentario de mi padre me tomo por sorpresa pero su mirada me hizo disimular
- un gusto señor- le tendí mi mano
-.dime Roberto, el gusto es mío, eres una jovencita muy bella, el es mi hijo Naithan
El muchacho me tendió su mano y como todo un caballero me ayudó a sentarme, al poco tiempo llegó el mesero y todos ordenamos nuestras comidas, no tardó mucho en regresar con lo que cada quien había pedido, mi padre y el señor Roberto se dedicaron a hablar de negocios durante la cena, la verdad es que yo estaba demasiado distraída, me sentía fuera de lugar, hace mucho tiempo que mi padre y yo no hacíamos nada juntos y de repente esto, estaba tan metida en mis pensamientos que no escuche que me hablaban, hasta que sentí un golpe en mi pierna, los mire