Valentina
Estaba estática en mi lugar, ¿como se supone que reaccione a eso? intente decir algo pero las palabras no salían
- entonces, si fue él, no creó que tu mamá lo haya hecho y dudo que tengas novio
Vi que se paro frente a mi, se me hacia conocido pero no recordaba de donde
- ¿te comió la lengua el ratón? - su tono era burlón y eso me hizo enojar
- mira, no se quien eres ni que creas saber de mi, pero alejate
-tranquila muñeca, no te exaltes - se acerco de un momento a otro que nisiquiera me dió tiempo a reaccionas, tan solo sentí su respiración en mi oreja - tu secreto esta a salvo conmigo
Y así de rápido como se acerco, se alejo de mi y vi como empezaba a caminar hacia la dirección contraria de mi y de la fiesta, pero que tipo tan odioso y como sabe de mi moretón y lo peor es que él sabe que lo hizo mi padre, bueno, lo dedujo y yo ni lo negué, genial, más problemas a mi vida, si mi padre se llega a enterar que alguien sabe capaz me mata a golpes creyendo que yo lo dije.
Definitivamente mi noche estaba arruinada.
No quise irme por esperar a las chicas pero tampoco quise quedarme ahi, así que les mandé un mensaje avisándoles que iría a dar vueltas por ahí y en cuanto quisieran irse me llamarán.
Estaba en mi auto conduciendo sin rumbo alguno, hasta que divise un parque, estacione mi carro y baje a caminar, no lo había visto así que empece a explorarlo, a decir verdad era un parque bastante grande, es más bien como un parque en donde la gente viene a correr o eso me parece a mi.
Sin darme cuenta me fui adentrando cada vez más al punto en que ya casi no había veredas sino sólo árboles, no me importó y sólo seguí caminando, estaba todo en silencio, era la única persona en todo el lugar, era algo normal teniendo en cuenta que eran como las dos de la mañana, llegue a una especie de lago, era hermoso, ideal para un día de campo, me senté en el suelo, no me importaba que el vestido se ensuciara, me quite las zapatilla y me dedique a admirar aquel lugar, sentía una paz que hace mucho no sentía, empecé a tratar de buscar una solución a todos pero no pensaba en nada, ¿como me podía estar pasando todo esto a mi? ¿Que hize para merecer esto?
Sentí las lágrimas correr por mi cara y las deje salir a su antojo, necesitaba liberarme, estuve un rato así, llorando y sacando lo que tenía dentro.
No se bien cuanto tiempo había pasado pero cuando sonó mi teléfono ya no había rastro de las lágrimas, mire el aparato y vi que eran las chicas, me levante de ahí con la idea que aquel lago sería mi refugio y que volvería cuantas veces quisiera.
Cuando llegue al carro me puse en camino a la fiesta, no tarde mas de 15 minutos en llegar y una vez dentro me dedique a busque por todos lados a las chicas, pensé que estarían afuera esperándome, pero claro que no, ellas seguían en la casa, parecía que los chicos no se cansaban porque el ambiente estaba igual que cuando me fui, estuve un rato buscándolas hasta que volví a tropezar con alguien, pero que demonios, hoy estaba demasiado torpe
- lo siento no te vi
- no han pasado ni dos horas muñeca, tan rápido me extrañaste
Era el mismo tipo que sabe de mi moretón, ni siquiera dije palabra alguna, sólo me di media vuelta intentando irme para seguir buscando a las chicas cuando siento que alguien toma mi mano
- lo siento, por lo de hace rato, no quise ser tan brusco al decir lo que pensaba
Me dedique a observarlo, era bastante guapo para ser honesta y no podía quitarme la sensación de haberlo visto antes
- no importa
Por más que quise quedarme un poco más debía irme, no quería que papa se enterara que hablaba con un, sin esperar que hablara me fui sin darle tiempo a siquiera decir nada, seguí buscando a las chicas y no tarde mucho en encontrarlas, las muy desgraciadas estaban mirándome desde que tropecé con aquel chico, de puro milagro ellas no dijeron nada y sin más deje a cada una en su casa y fui directo a la mía.
Cuando llegue solo subí a mi cuarto y estaba tan cansada que sólo me puse mi pijama y me quede dormida de inmediato.
El domingo no hice más que estudiar, ya faltaba cada vez menos para los exámenes y no quería que el tiempo me ganara.
Era lunes por la mañana y ya me encontraba con las chicas platicando en el portón de la escuela
- ¿ya supieron los rumores? - dijo Yesi
- no me digas que otro tipo nuevo- dije con cara de cansancio
- claro que no tonta
- Daniel, el nuevo no tan nuevo, ya se acostó con la mitad de la escuela y se dice que esta involucrado en peleas clandestinas
- algo así había escuchado- dijo Ale
Comencé a reirme y carcajadas, las chicas me miraron extrañadas, yo trate de controlarme pero era casi imposible ¿En serio andan diciendo semejante estupidez?
- ¿Y a ti que bicho te pico? - 0regunto Ale
- ¿Es que acaso no se dan cuanta? Es una gran mentira que se haya acostado con la mitad de las mujeres que están en esta escuela
- ¿Cómo lo sabes? O más bien ¿Que te hace creer eso? - Yesi se veía realmente ansiosa por escuchar mi explicación
- es que es más que obvio, ¿Cuántas mujer hay en todo el plantel?
- más de 500 probablemente- dijo Ale
- exacto, ¿Cuánto tiempo lleva Daniel en la escuela?
- poco más de una semana - dijo Yesi entendiendo a dónde quería llegar
- ¿Ustedes creen que él se acostó con 250 mujeres en menos de una semana? Ni aunque fuera todos los clichés juntos de mujeriegos que describen en los libros, lograría acostarse con 250 chicas en una semana
- no lo se, pero yo puedo averiguar que tan cierto es que es un dios en la cama
Reímos por el comentario y decidimos ir a nuestro salón, las clases pasaron igual que siempre y el amado descanso había llegado.
Estábamos comiendo entre bromas cuando escuchamos gritos y vimos que varios se empezaron a amontonar en un mismo lugar y como las chismosas de primera que somos no tardamos en dirigirnos al mismo lugar que todos, eran demasiados y por lo que decían es que dos tipos se estaban peleando pero no sabíamos quienes eran, entre empujones y con mucha suerte logre llegar al frente y lo que vi no lo podía creer, en el suelo se encontraba un pobre chico con la cara sangrada pero eso no fue lo que me impresiono, fue más bien ver al tipo que había ocasionado aquel incidente, nada más y nada menos que el chico de la fiesta, el que me dijo de mi moretón y fue entonces que lo recordé, era Daniel, el chico nuevo, un chico con muchos problemas y mala fama a pesar de no llevar aquí demasiado tiempo.