Algo inesperado

Capítulo 16.- La pelea II

Valentina

Todo el alivio que había sentido se esfumó en cuanto la mirada de Daniel se posó en mi, entonces cai en cuenta de la situación, carajo, lo habían golpeado y por mi culpa y nisiquiera me había dignado a ponerme de pie, seguía sentada en el piso, y apesar de que quise hacer algo no pude moverme, me sentí agarrotada, como si mi cuerpo estuviera pegado al suelo

me percate que el sujeto frente a nosotros se movía y mi mirada quedó en aquel individuo y supongo que Daniel al ver que ya no tenía mi atención giro su rostro al muchacho quien por cierto tendría quizás nuestra edad o un par de años más, vi que Daniel se acercaba a él y le decía algo que no alcanzaba a oír y entonces cai en cuenta que la gente seguía sin emitir ni un solo ruido

Estaba paralizadas viendo aquella escena, era algo raro a decir verdad pero no le tome importancia y me dedique a buscar con mis ojos a mis amigas sin éxito alguno, estaba tan metida en mi labor que no me percaté que alguien se estaba acercando sino hasta que sentí las manos de alguien tomarme de los brazos y alzarme, mire quien había sido y nisiquiera me dejo decir nada, cuando empezó a arrastrar mi cuerpo, supongo que aún seguía en algún tipo de transe porque no me opuse, simplemente deje que me arrastrará fuera de aquel lugar, y se que sonara demasiado estupido pero , sentir la forma en que su mano agarraba la mia hizo que sintiera nervios, estúpidos y patéticos nervios y eso sólo podía acarrear problemas, problemas que yo no quería sumarme así que los ignore, aunque muy en el fondo sabía que eso simplemente sería el primer paso para desarrollar algo caótico lo sabía y me asustaba, no era momento para esos sentimientos aunque muy pero muy en el fondo de mi ser siempre soñé con una ridícula historia de amor se que no es mi momento, no ahora que tenía demasiados problemas en mi vida que nisiquiera encontraba las soluciones así que sólo lo ignore.

Daniel dejo de caminar haciendo que por consecuencia yo también dejara de hacerlo y sin previo aviso giro hacia mi

- ¿estas loca? ¿Que carajos haces aquí? ¿Como te atreves a venir sola?

Eran demasiadas preguntas bueno quizás no tantas pero no lograba regresar del todo a mis cinco sentidos así que sus preguntas se sentía como si hubiese hecho unas 20 así que necesite un poco más de tiempo para pensar en la respuesta de cada pregunta pero por lo visto al señorito le pareció una eternidad porque volvió a hablar

- contesta joder, ¿tienes idea de lo que podría pasarte de toparte con la persona incorrecta? ¿Sabes lo que harían contigo?

No entendía que le pasaba, entendía el peligro aunque no sabía hasta que límite llegaba, pero no entendía en lo absoluto su actitud, no era una niña a la que necesitasen cuidar de todo, no me asustaba tan fácil y eso, en parte, debía agradecérselo al monstruo de mi padre, cuando vives un infierno como el mío, aprendes a no asustarte tan fácil, o eso quería hacerme creer

- ¿ que rayos te sucede amigo? Sigo preguntándome quien diablos te crees como para pedirme explicación y si yo estoy aquí es porque yo así lo quiero

Bueno eso no era del todo cierto pero no me sentaría a platicar con él y contarle el motivo de mi venida, no es como que él quisiera saberlo ni yo quisiera contárselo

- cada vez que te veo estas en una situación que hace que luzcas cada vez más patetica  y no se ni porque me sorprende, te juró por dios que eres molesta y nisiquiera he convivido contigo una hora pero eres demasiado hirritante para tu propio bien y de pasada el nuestro

No entendía porque sus palabras lograban afectarme, o en realidad creo que esa era la segunda señal para el caos, joder es demasiado rapido, sólo hay que ignorar que lo que piensa de mí me afecta

- pues si soy tan molesta porque estamos aquí teniendo esta estúpida conversación a la cual, si me pides mi opinión, es estúpida al igual que tu

Estaba molesta, que digo molesta, estaba furiosa y gran parte se lo debía a estas estúpidas señales de la amenaza caótica y que mi corazón no fuese ni un poquito razonable de que estos eran los peores tiempos para que decidiera hacer acto de presencia y precisamente con alguien que no ha parado de decirme y recordarme lo patetica que soy.

¡ serás estupido corazón!

Lo peor de todo era saber que no podría hacer gran cosa, cuando el corazón decidía no había nada que lo hiciera retroceder salvo una sola cosa: desilucion, cosa que iba agarrada de la mano de su gran amigo el sufrimiento y esos eran los que me hacían compañía en mis tiempos de soledad así que ¿porque invitar a más desiluciones y sufrimientos a mi vida?

Así que la única manera de expresar aquello fue mediante gritos y enojos y para la suerte de perro que tenía, sería descargada contra el mismo autor de aquellos sentimientos, irónico

- no eres más que una adolescente caprichosa y aunque no te guste me dirás cómo rayos supiste de este lugar y porque se te ocurrió venir sola

Me estaba hartando de él así que sin pensarlo sólo lo dije

-no vine sola estupido, vine con mis amigas a una de ellas le dijeron de la pelea y por eso venimos

Me sentía toda una estúpida por darle explicaciones, pero entonces me pregunté porque él estaría aquí y una posible respuesta llegó a mi cabeza casi de inmediato

- espera un momento - lo interrumpí ya que él ya había abierto la boca para hablar- ¿que haces TÚ aquí?

- no tengo porque explicarte nada

- aah mira, no sabía que tu podías pedir explicaciones y yo no

El coraje me estaba matando pero me controle

- no me lo digas, ya se que haces aquí, claro- vi como su entrecejo se contrajo - vas a pelear, eres uno más, otro cavernícola que recurre a este estupido juego solo para demostrar quien es supuestamente superior ja, y te atreves a decirme patetica a mi

Esperaba que se enojara y me contestará otra cosa pero me sorprendí cuando vi que empezó a  reírse, estupido, pensé.




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