Capítulo 20.- no puedes pasar

Daniel

Es increíble que después de varios días, de haber vivido cosas mas recientes, el recuerdo de aquella chica aun siga tan fresco en mi memoria, que con el simple hecho de cerrar mis ojos aun pueda verla sentada junto en la orilla de aquel lago, gritando a la nada, pidiendo a todo pulmón las respuesta que yo solo me atrevía a pedir en silencio.

¿Como es posible que alguien tan frágil y delicada pudiera sufrir tanto?

¿Siquiera eso era posible?

Verla ese día en la bodega, justo en medio de aquella pelea, ver como el idiota de Mendez iba a golpearla sin dudar, esa sensación de necesitar protegerla de todos y de todo es tan abrumadora como repentina.

Estoy consiente de que esto que estoy sintiendo no es algo fuera de este mundo, entiendo a la perfección que la atracción hacia ella es mas que evidente pero ¿la intensidad? la intensidad de lo que ella me hace sentir sigue siendo extraño.

Se que es difícil de creer al menos aquí, por la fachada que tengo que tener, que soy el típico chico malo que se acuesta con cualquiera, y no es algo totalmente cierto, en la escuela ya se corre el rumor de que me acosté con la mitad de la población femenina que acude a aquel Instituto, lo cierto es que sólo fueron mucho menos que eso, al fin y al cabo soy hombre y tengo ciertas necesidades pero tampoco voy tirando me a todo lo que tenga vagina y pechos, por el amor de dios, ni queriendo podría tirarme a la mitad de las mujeres de aquí, son demasiadas y hay que ser realistas, no llevo aquí el tiempo suficiente como para siquiera llegar a una tercera parte del total de alumnas, pero el rumor empezó a correr y las mujeres tienden a gustarles estar envueltas en este tipo de cosas, ¿por que? Ni idea.

Mi celular vibra y me saca de mis pensamientos regresando a la realidad, la película que estaba viendo en mi apartamento tiene rato que termino y nisiquiera supe que pasó por sumergirme en aquel recuerdo.

Sacó mi celular y veo la notificación de un mensaje

Tienes un trabajo, ven en cuanto antes

Mi querido padre siempre tan dulce y cariñoso, no me tomó el tiempo de responderle y muy a mi pesar me levanta dando un suspiro y dejando de lado el bol de palomita que nisiquiera había tocado, tomó las llaves de mi moto y me dirijo a la oficina de mi progenitor, me toma poco más de media hora llegar a mi destino y cuando lo hago, camino directamente a su oficina, en el trayecto pienso en la manera en que mi padre logró todo esto, si soy sincero, nunca he investigado nada acerca de el, siempre que iba a algún evento que transmitían por televisión lo ignoraba y no lo veía, mi padre es en la extensión de la palabra, un simple conocido a medias, se lo básico de él, es mi padre y si no hago lo que me pide lo pagará con ella y es algo que no puedo permitir.

Cuando estoy parado frente a la puerta de su oficina dudo un poco en tocar, no me gusta hacer el trabajo sucio por él, ni siquiera me gusta hacer trabajos sucios para mi, no soy el tipo que gusta de buscar problemas o meterse en pelas pero el rostro de mi madre viene a mi memoria y me obligó a entrar.

La imagen de mi padre caminando de un lado a otro mientras se pasa las manos por el cabello es lo que me recibe y me desconcierta verlo de esa forma pero me obligó a no demostrar nada, en cuanto el me ve se detiene y trata de peinar su cabello con sus manos y acomoda su corbata en un intento de aparentar que nada sucede, pero es demasiado tarde y se que el trabajo que tengo que hacer lo involucra de alguna manera

- hijo, gracias por venir, yo...

-ve directo al grano y ahorremos la parte en donde quieres quedar como buen padre que aquí no hay nadie que vea y tengas que impresionar

Veo que mi comentario lo ha hecho enojar pero no me importa y él lo ignora, sin embargo él no ha dicho nada y los nervios empiezan a recorrer mi cuerpo, ¿que tan malo es el problema? Pues para tener en ese estado a mi padre debe ser algo importante.

Trató de mantener la calma y espero a que el diga algo pero lo segundos pasan y los nervios crecen veo como camina hasta su silla y yo me siento enfrente de él y por fin empieza a hablar

- necesito que vallas al hospital central, vigila el cuarto 403 del área de recuperación, necesito que estés pendiente de que es lo que dice la persona que está allí pero no entres a la habitación, sólo tienes que estar pendiente si mi nombre es mencionado sin entrar a la habitación

Vi como se giro a su computadora y no dijo nada más, era mi señal para irme y así lo hice pero en cuanto caminaba hacia mi moto las preguntas se abrían paso en mi cabeza

¿Quien estaba en ese hospital? ¿Por que no quiere que entre? ¿Como esta involucrado él?

En menos de lo que pensé llegue al hospital, cuando traté de pasar la recepción una señora ya grande de edad me detuvo

- ¿a donde te diriges hijo? no puedes pasar sólo así

La sonrisa amable de la señora hizo que mi enojo por no haber sido cuidadoso con que no me vieran se hizo presente, me acerque a ella para tratar de sacar un poco de información, no sólo para mí padre sino para aclarar algunas cosas en mi cabeza, le dedique mi mejor sonrisa

- quisiera ver a un familiar que se encuentra en la habitación 403 del área de recuperación

- me temo que aún no es hora de visita sino hasta dentro de una hora cariño

- claro, una pregunta, ¿me podría decir que le paso? es que sólo me avisaron que estaba aquí pero no me dieron más informe

- lo siento no puedo hacer eso, es algo que tiene que hacer el doctor

- porfavor estoy desesperado, no se nada, ayúdeme

La señora se lo pensó y yo puse mi mejor cara de perrito vi como ella soltaba un suspiro y negaba con la cabeza al mismo tiempo que buscaba algo en su computadora

- vino por una golpiza que le dieron, ingreso inconsciente hace poco y por el momento no ha despertado, tiene dos costillas rotas y una contusión leve en la cabeza supongo que ha de seguir dormida luego de la anestesia que le pusieron para el dolor