Meses antes de cumplir mis 16 recibí un mensaje por Instagram, como es normal en nosotras las mujeres, corrí a ver como se perfil, ver su nombre, sus fotos (lo normal). Su nombre era Zac, y al parecer tenia 18, era muy simpatico, alto, medio blanquito, en fin, todo un galán.
-Hola!- fue su mensaje.
-Hola, que tal?-Le respondi.
Al parecer tuvimos muchas cosas en común desde el primer momento, nos gustaba la misma musica, el mismo equipo de futbol, fue muy agradable charlar con él, luego de varios dias de hablar por esta red social, recibí un mensaje
-Hablamos por WhatsApp?- dijo zac
-Claro, le dije
Al dia siguiente de hablar por whatsApp me di cuenta que casualmente él vivia por mi casa, a 4 cuadras para ser exacta, eso fue una sorpresa para mi porque desde bebé he vivido en la misma casa y era curioso que jamás me lo topara.
Tambien me enteré que era hijo unico, y que al parecer estaba soltero, nuestras placticas duraban bastante y no nos aburriamos de hablar, hasta de cualquier pendejada.
Él es estudiante de enfermeria y amaba su profesión. Yo me lo imaginaba con su uniforme, él alto, pelo negro liso, unos hermosos ojos café con unas largas pestañas que me encantan, no era musculoso pero tampoco era gordo, él tenia lo suyo. No me cansaba de ver sus fotos, era muy atento conmigo, siempre se le ocurria algo de que hablar, nos encataba mandarnos memes, y nos reiamos demasiado.
A veces la persona que menos esperamos termina siendo la más importante para nuestra vida solo hay que dejarnos sorprender por el destino.