Algo Mas Que Tú, Amor

3

Hee Seon

El dolor punzante en mi cabeza se hacía cada vez más fuerte. Acababa de salir de la reunión más estresante que había tenido en toda mi vida. Volví a la oficina de Celina y me senté en la silla frente a su escritorio. Esto estaba mal. Se acercaban malos tiempos para esta empresa.

Maldito Kim Su Jin. No solo le rompió el corazón a mi amiga. También por su estupidez estuvimos encerrados durante casi todo el maldito día, tratando de encontrarle una solución a su idiotez. No era como si pudiéramos desmentirlo o decir que era un chisme. Existía la maldita foto. Gracias a Dios Celina no fue enfocada, de lo contrario ella tendría serios problemas con su abuelo.

Ahora ella, Su Jin y el Ceo Song se encontraban hablando a puerta cerrada en la oficina del gran jefe. Me preguntó cuál será el motivo de su conversación privada. Mi cabeza empezó a trabajar tratando de ordenar todo lo que debía hacerse. Habría que elaborar un comunicado oficial, el cual dejara muy claro que no se acatarían ninguno de los deseos egoístas de personas que se hacen llamar fans, que lo único que quieren es destruir el trabajo duro de estos chicos.

Aun no me cabe en la cabeza que piensan todas esas niñas. Creen que porque abran páginas de odio y recojan firmas ¿lograran algo?, debo de admitir que por un momento dude de que Su Jin siguiera como miembro activo. Pero el señor Song nos sorprendió cuando lo primero que dijo es que no estaba molesto por que el tuviera una relación sentimental. Al contario se alegraba de que a pesar de su vida toda agitada pudiera encontrar el momento para dejar fluir sus emociones y vivir una vida normal.

Aunque no se pudo salvar del todo. El Ceo lo reprendió por dejar que esto se supiera de esta manera. Dejo muy claro que cualquier asunto personal que podría comprometer a la empresa y a la imagen del grupo debía ser comunicado personalmente a él. En ese instante no pude evitar mirar hacia Eun Yeong, él también tenía los ojos clavados en mí. Ambos sabíamos que éramos una bomba de tiempo.

Su Jin se justificó aclarando que ella era una vieja relación. Me causa diversión el recordar la expresión que puso su rostro al mirar a Celina después de hacer esa declaración. Mi amiga lo miraba con cara de ¿me estas jodiendo maldito imbécil? y remato preguntando ¿entonces dígame joven Kim porque parece que la chica quiere llegar hasta su campanilla?

Los demás miembros incluida yo reímos por lo bajo. El rostro se Su Jin era un poema. Rojo de vergüenza esa era la definición. Estaba claro que Celina se llevaría una ligera reprensión de parte de su abuelo pero nada serio. La puerta se abrió de golpe y una muy cabreada Celina entro dando fuertes pisotones. Tomo asiento en su sillón y cerró los ojos.

-Por favor dime que no hay más malas noticias- me queje mirándola fijamente. Celina abrió los ojos y me miro con pequeñas lágrimas retenidas en las esquinas de sus ojos.

- ¿Cariño que paso?- Pregunté alcanzando la mano de mi amiga que descansaba sobre su escritorio. Le di un pequeño apretón esperando reconfortarla.

- Mi abuelo acaba de decirnos que él pensaba que…- su voz se quebró. Tomo unos segundos a que volviera a recomponerse.

- Pensaba que Su Jin y yo teníamos una relación- soltó de repente.

-¿Qué?- realmente no había nada que no se le pasara a mi jefe.

- lo negué.

- ¿Por qué lloras entonces?- Celina toco sus labios y cerró fuertemente los puños.

-Al salir de la oficina Su Jin me siguió, me acorralo en la pequeña sala vacía que está a lado de la oficina de mi abuelo y me reclamo el hecho de que haya negado nuestra relación, cuando claramente mi abuelo esperaba que fuera cierta- Mi boca cayo abierta. El chico callado al parecer tenía carácter.

-¿Entonces peleaste con él?

- Yo no, el soltó un montón de estupideces sobre el hecho de que el jamás me negaría ni pisotearía todos los momentos que pasamos juntos, se atrevió a besarme - Kim Su Jin seguía sorprendiéndome.

- ¿entonces tus lagrimas son por?- pregunte confundida.

- porque le devolví el beso y no solo eso, deje que mentira su mano bajo mi falda  y…- la voz de Celina se apagó. Me levante de la silla y caminé unos pasos lejos de ella. La mire incrédula.

-dime que no tuviste sexo con él estando a unos metros de tu abuelo.

- no, pero casi.

- maldita sea Celina el tipo de puso el cuerno- mirándola más detenidamente me percate que en el borde de su escote sobresalía la marca de lo que parecía ser un gran chupetón.

- súbete el vestido ¿o quieres que todo el mundo vea la bonita marca que tienes en el pecho? - realmente no podía creer que lo hiciera. Bueno no tengo cara para juzgarla yo no era mejor que ella. Volví a mi posición anterior en la silla y suspire.

- ya no quiero hablar de eso, fui débil, no volverá a ocurrir, mejor dime ¿ya han hablado Eun Yeong y tú sobre Eun Min?- por un momento me había olvidado del gran desastre que estaba por convertirse mi vida. Pero la mención del nombre del padre de mi hijo me traía de vuelta a esta maldita encrucijada.

- si gritarnos una hora por teléfono es hablar, se podría decir que sí.

- ¿tan mal estuvo?




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