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Eun Yeong

No podía controlar los temblores que recorrían todo mi cuerpo. Mis ojos picaban por las lágrimas que querían derramar. No podía llorar frente a mi hijo. Quería que este sea un momento feliz. El escucharlo llamarme padre voló por los aires toda la tranquilidad fingida que trate de construir en el momento en que mi hijo y su hermosa madre salieron del ascensor y caminaron hacia mí.

-¿puedo abrazarte? – luche contra el temblor de mi voz. Fui el hombre más feliz cuando mi hijo me sonrió y se abalanzo hacia mí con sus brazos abiertos. Jamás había sentido esto. Felicidad pura y cálida burbujeaba en mi interior. El olor a limpio y puro que emanaba era como llegar a la infinita paz. Mire hacia Hee Seon. Estaba de espaldas a nosotros intentando disimular las lágrimas que rodaban libremente por su rostro. Mi interior se revolvió inquieto perturbando la paz que sentía.

- ¿porque no vamos a comer? ¿Tienes hambre? – pregunté alejando suavemente a Eun Min para poder mirarlo a los ojos.

- claro que si Appa.

-Preparé pasta a la Carbonara.

-¿enserio?  Es mi favorito - volví a mi altura normal y tome la mano de mi hijo. Rebosaba de felicidad. Mire a su madre y le sonreí. Me dolió ver el asombro y la desconfianza en sus ojos ante mi gesto. Realmente hay muchas cosas que tenía que arreglar con ella.

- vamos Hee Seon tú y Eun Min pueden tomar asiento mientras yo ayudo a Eun Woo.

- Appa tu amigo también comparte nuestro nombre.

-claro caballero y por eso tu tío Woo también es tan genial- me adelante hacia el comedor de 8 sillas que se encontraba a lado de la cocina. Gracias al estilo americano de mi cocina podía ver como Eun Woo sacaba la pasta del horno y se disponía a servirla.

-Appa ¿puedo llamar a tu amigo tío? – pregunto Eun Min mientras se paraba detrás de una de las silla y la abría.

- claro que si a él le encantara, además aun tienes a cinco tíos mas por conocer.

-Omma toma asiento por favor- Eun Min miró alegremente a su madre mientras esta se dirigía hacia la silla que Eun min había abierto para ella. Pensé que el la tomaría. Sonreí. Me alegra mucho saber que realmente era todo un caballero.

-gracias cariño- contesto Hee Seon antes de sentarse

- bueno caballero puedes sentarte al lado de tu madre yo iré a ayudar a tu tío- dije ahora abriendo yo la silla que estaba junto Hee Seon  para Eun min.

Cuando entre a la cocina Eun Woo parecía tenerlo todo controlado. Me aclare ligeramente la garganta y trate de hablar lo más silencioso posible. Sabía perfectamente que en la cocina no había la suficiente privacidad con respecto al comedor.

-Cálmate Hyung no quiero que te desmayes- susurro Eun Woo cuando estuve  a su lado.

- estoy bien, nada nervioso.

- claro por eso olvidaste encender el horno para calentar la pasta ¿verdad?

-no me digas que aún no está lista- ¿cómo pude ser tan tonto? No podía arruinar este día. Lleve mis manos a mi cabello y lo despeine. Mire a Eun Woo avergonzado.

-cálmate llegue a tiempo, por suerte el hecho de que tu alma se cayera al piso y tuvieras que recogerla cuando mi pequeño y lindo sobrino te llamo padre, me dieron algunos minutos- respondió divertido.

Le golpee su hombro con el mío y empecé a servir el jugo de naranja. Cuando Eun Woo termino de servir la pasta  ambos llevamos los platos hacia la mesa. Eun Min y su madre hablaban muy divertidamente. Hee Seon se tensó cuando notó mi presencia y la sonrisa que tenía antes en su rostro vaciló.

-Hyung puedes tomar asiento, yo puedo traer lo demás.

- No te preocupes Eun Woo yo te ayudo.

- ¿Por qué no te quedaste con ellos?- pregunto Eun Woo en un susurro cuando entramos nuevamente a la cocina.

- acaso no viste la reacción de Hee Seon – tome dos vasos en mis manos y Eun Woo hizo lo mismo. Suspiró antes de mirarme.

- lo vi. Parecía que estaba lista para saltar y clavar sus uñas al techo. Esta tensión que la invade cada vez que te acercas tienes que arreglarlo- asentí.

- Lo sé. Realmente quiero tener una buena relación con ella, por el Bien de Eun Min.

- A mi parecer quieres tener más que una buena relación. Lo vi Hyung. Vi todos los sentimientos que aun tienes por ella, en el instante en que la miraste al salir de ese ascensor- Eun Woo salió con los vasos de la cocina y me dejo solo.

Lo noto. Fui un tonto al pensar que podía engañarlo. De todos los miembros Eun Woo era el más reservado. Casi no hablaba mucho. Pero eso no significaba que no analizara ni se percatara de las cosas que suceden a su alrededor. Nada se le pasaba por alto. Saliendo de mi aturdimiento moví mi cabeza y seguí por el mismo camino que mi hermano había tomado antes.

-disculpen la espera- dije cuando llegue a la mesa y vi que todos estaban esperándome para poder empezar. Tome asiento en el asiento principal, a mi derecha estaba Eun Min y a mi izquierda Eun  Woo. Todos dimos las gracias antes de empezar.

- Hyung debo de admitir que esta es la mejor carbonara que has hecho- me elogio Eun Woo después de meterse el primer bocado a la boca.