Algo Mas Que Tú, Amor

12

Hee Seon

 -Tranquila Hee Seon, te vas a desmayar si sigues reteniendo la respiración de ese modo- me advirtió Celina mientras nos acercábamos al departamento de los chicos. Celina realmente había sido una gran amiga al ofrecerse para ir recogernos a mí y a Eun Min. Era un gran gesto sabiendo que ella vivía en la puerta de al frente de la cual estaba parada ahora.

-mami ¿ya puedo tocar el timbre?- pregunto mi hijo emocionado, estaba realmente guapo con el par de jeans negros y la camisa blanca con bordes negros en  mangas y cuello. Fue un regalo que envió Eun Yeong ayer en la mañana pidiendo que lo usara hoy. Aunque estaba tensa como una viga, me esforcé en sonreírle a mi hijo y asentí. El sonido del timbre cayó como piedra en mi estómago.

-¿estas lista para pasar una noche con Su Jin?

Celina mordió su labio y apretó sus puños, realmente me sorprendía que ella aceptara la invitación sabiendo que Su Jin estaría presente.

-no se quedara.

-¿Cómo sabes eso, Le pediste a Eun Yeong que lo desapareciera?

Celina rio por lo bajo y la tensión fue remplazada por una pequeña atmosfera de diversión y complicidad.

-no, ayer accidentalmente escuche su conversación, se escuchaba como si hoy tuviera una cita con Ha Neul.

-¿cita?

La puerta se abrió y un alegre Eun Yeong apareció frente a nosotras, mi boca cayó al piso cuando vi que su ropa era la misma que usaba mi hijo; ahora entendía todo.

-mi pequeño campeón ¿Cómo estás?- Eun Min se abalanzo a los brazos de su padre en el instante en que este se agacho a su altura.

-bien Appa un poco nervioso de conocer a mis tíos.

-nada de eso, ellos están ansiosos de verte- Eun Yeong se irguió en toda su altura y tomo la mano de Eun Min, me miro intensamente para después posar sus ojos en Celina-¿cómo están chicas?

-bien señor Kim ¿crees que pueda hacer uso de tu cómodo sofá, o nos tendrás aquí en el pasillo toda la noche?

Eun Yeong sonrió ante la pregunta sarcástica y divertida de Celina, se hizo a un lado e hizo una pequeña reverencia.

-lo siento señoritas, que descortés de mi parte, pasen ahora les avisare a los chicos que ya están aquí.

Celina entro como si se tratara de su propio departamento, en cambio mi cuerpo se estremeció por completo al pasar junto a Eun Yeong.

El departamento de los chicos era muy grande, la decoración era neutra, clásica de una casa donde solo viven hombres. La sala estaba amoblada por dos pares de Muebles grises, uno en forma de L y otro más pequeño, también había una mesa de mármol blanco en el centro y otras del mismo material pero más pequeñas en los costados del sofá más grande. En la pared del frente en un mueble de madera oscura se hallaba una pantalla plana enorme, conectada a una consola de juegos y en los costados de esta se hallaban estanterías llenas de libros y juegos; lo poco que podía ver era sencillo pero muy acogedor.

-denme un segundo- dijo Eun Yeong antes de desaparecer por un pasillo, donde asumía llevaba a las habitaciones.

-ven te va a encantar la vista.

Celina tomo mi mano y yo tome la de Eun Min, ambos fuimos arrastrados hacia un balcón que se encontraba detrás de unas cortinas blancas.

El aire fresco fue bienvenido, mi cara había empezado a sentirse caliente y eso no era nada bueno, respire profundo dejando que el aire congele todo mi interior. Celina tenía razón, la vista era hermosa se podía ver las siluetas de los edificios a lo lejos, las ventanas junto con los rayos del sol mandaban reflejos plateados como si de un diamante se tratara; las puestas de sol se verían maravillosas desde aquí.

-Omma iré a guardar mi abrigo, dame el tuyo y el de mi tía Celina.

-Claro carriño- me costó mucho tragarme la risa mientras maniobraba en salir de mi abrigo, cuando estuve fuera me gire para poder mirar a Celina- vamos Celina dale el abrigo a tu sobrino- dije sin dificultosamente ya que la risa quería salir de mi garganta. Celina tenía cara de susto pero se recuperó rápidamente, salió de su propio abrigo blanco y se lo entrego con una sonrisa a mi hijo. El pequeño hombrecito salió cargado hacia el recibidor.

-Por Dios dime que me dice tía gracias al hecho de que tú y yo somos amigas y no por la razón que estoy pensando.

- creo que es más lo segundo.

-¿pero cómo siquiera sabe que…?

-hace dos días Eun yeong fue a casa y llevo a Eun Min por un helado, en ese instante Su Jin lo llamo, al parecer estaba furioso por algo que había sucedido entre tú y Yul o algo así, y sabes que Eun Min jamás se queda con la duda. Le pregunto a su padre si su tío Su Jin quería te quería,  una cosa llevo a otra y mi hijo terminó con la conclusión de que tú y su tío terminaran casados dándole un primo con quien jugar.

Celina se quedó en blanco con las manos aferradas a la barandilla, la única señal de vida era dada por el movimiento de sus hombros.

-¿Qué sucede?- pregunté, pero Lena seguía igual que un hielo - no te preocupes, mi hijo aún es muy pequeño y se hace ideas en la cabeza; no te asustes solo igno….




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