Algo Mas Que Tú, Amor

13

Eun Yeong

El hecho de pensar que otro había siquiera respirado cerca de Hyorin, me volvía loco, me descontrolaba, tanto que tuve que recordarme y recordarle que era mía; aun hervía mi sangre bajo mi piel pero tenía que controlarme, esta noche debía ser perfecta o al menos algo parecido. Cuando Hyorin entro y se sentó junto a Celina y Eun Min en el  sofá, los chicos se sentaron en el piso frente a ellos, todos sabían lo que venía; todos sabían lo que iba decir. Porque todos de algún modo U otro me conocían.

-bueno primero quiero agradecerle a cada uno de ustedes chicos, gracias por apoyarme y no juzgarme en el momento en que les conté todo lo que estaba sucediendo; además les agradezco como líder y como hermano mayor el hecho de que me apoyen aún más por lo que está por venir- ya todos sabían lo que iba a pasar el lunes y cada uno de ellos me aseguraron que no me dejarían solo, ni a Eun Min, ni a Hyorin.

-también quiero agradecerte a ti Celina por ser una buen amiga para Hee Seon y sobre todo por ser una maravillosa amiga para mi hijo.

- Appa, tía Appa- me interrumpió efusivamente mi hijo – es cierto, lo siento – finalmente mire a Hyorin, estaba sonrosada y se notaba su nerviosismo.

-Hyorin quiero agradecerte el regalo que me has hecho, hay muchas cosas que aún tenemos que hablar y solucionar; pero quiero asegurarte que no voy a dejar que esto afecte tu vida y mucho menos la de Eun Min.

Me alegro saber que aun ponía lo bastante nerviosa a Hyorin, como para desviarme la mirada; esta sería una batalla y no pensaba perderla.

-bueno creo que eso es todo Eun Woo ¿me ayudas en la cocina?

-claro Hyung.

-¿tienes alguna idea de lo que le sucede a Su Jin y a Celina? – pregunto Eun Woo cuando estuvimos solo dentro de la cocina, lo mire confuso.

-no tengo la menor idea, pero hay que dejarlos solos; ellos tienen que encontrar la manera de solucionar su situación.

-¿y tú ya sabes cómo solucionar la tuya?

-mañana se decidirá todo- deje el plato donde pensaba poner el bulgogi a un lado y mire a Eun Woo - si la empresa no me apoya, lo siento pero no podre continuar; yo no quería decepcionar a nadie y mucho menos tener que elegir pero…

-no, Hyung tu no estas decidiendo, ni mucho menos escogiendo; nosotros somos los que decidimos apoyarte a ti. Todos nosotros somos C.E.N.T.S si uno faltare no habría motivo o solución lógica para seguir.

- no quiero que pierdan su sueño por mí.

-gracias a ti es que pudimos alcanzar todo lo que tenemos, tu siempre nos motivaste, tu siempre nos diste fuerza, tu siempre has estado allí, ahora nosotros estaremos para ti.

Sentí como mis ojos se iban humedeciendo, quería quebrarme allí frente a mi hermano, aunque frente a todo siempre estaba calmado, relajado, aparentando que tenía todo bajo control, la realidad es que por dentro era un desastre; sentía miedo, miedo a perderlo todo, miedo a que terminen odiándome, terror a quedarme solo.

- si te abrazo ahora vas a romperte, y no es momento para eso.

- es verdad, mejor  ayúdame a poner la mesa, y llama a Su Jin tengo que al menos saber si está bien.

- nunca permites que nos preocupemos por ti, pero tú siempre vives pendiente de nosotros.

- soy su líder y más que eso, soy su hermano mayor.

 

***

Hee Seon

Debía admitir que estaba divirtiéndome, todos estaban muy contentos de tenernos a mí y a Eun Min aquí, pero lo que más me sorprendió fue la nueva faceta de Eun Yeong que estaba viendo, yo solo conocía su frialdad, su pasión, su hostilidad y algunas veces su amabilidad. Pero ahora podía ver su calidez, realmente se había convertido en el tipo de persona que te escucha atentamente, alguien confiable, alguien por quien tú pondrías las manos al fuego.

Esto era algo que no había visto nunca, esa sonrisa sincera, las expresiones picaras que hacían reír a todos, las cosas más locas y divertidas salían de su boca, haciéndonos sentir cómodos. Como si fuéramos una familia. Aún tenía miedo por lo de mañana, mi corazón quería salirse de mi pecho cada vez que lo pensaba, pero ahora me sentía más segura. Estaba completamente confiada que Eun Yeong no dejaría que nada malo sucediera; bueno algo no tan malo.

Pero lo que si era malo, eran los sentimientos que empezaban a calentar mi corazón, ver la sonrisa completa en el rostro de Eun Yeong me llevaba a través del tiempo; cuando él me miraba con adoración, cuando me besaba como si fuera la persona más valiosa del mundo, me recordaba las palabras dulces que me susurraba en el oído al momento en que entraba en mi cuerpo lentamente, para no lastimarme. Carajo no tenía que ir por ese camino, sentía como mis mejillas ardían ¿era posible ponerme caliente con un simple recuerdo?

Me puse nerviosa y cometí el error de mirar nuevamente a Eun Yeong, mis ojos cayeron directo en sus labios, los cuales estaban prisioneros de sus dientes superiores, por el amor de Dios aún me mataba ver como mordía su labio inferior, mi boca se hizo agua por querer ser yo quien lo mordiera, mi mirada recorrió su nariz hasta llegar a sus ojos, él sabía lo que pensaba, él sabía lo que sentía. Sus ojos me miraban hambrientos y conocedores, sin darme cuenta mi lengua mojaba mis labios; fue muy satisfactorio ver como los ojos de Eun Yeong se oscurecían y me miraban con deseo.




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