Algo Mas Que Tú, Amor

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Hee Seon

¿Alguna vez había sentido miedo de la persona que estaba frente a mí?, nunca, ni siquiera  cuando mi padre me reprendía por hacer cosas que no iban con una señorita de mi clase, o al menos eso decía él, pero ahora me estaba ahogando en mi propio terror y angustia.

Después de que entráramos Celina camino hasta el fondo de la gran oficina y se sentó en el sillón de cuero café que se encontraba en un rincón, una tetera con un té recién hecho que se encontraba en la mesa a juego que estaba en el centro, Celina se sentó con elegancia y se sirvió una taza para después pegar los ojos en el respaldo del sillón de su abuelo.

-Bueno chicos ¿qué es lo que querían hablarme con tanta urgencia?

Cuando el señor Song giro su sillón hacia nosotros y nos miró con ojos cálidos, mi corazón se rompió, ¿Cómo iba soportar decepcionar a este hombre que confió en mis talentos? No me importaba ser despedida, pero si me dolía saber que esa mirada de aprecio y  respeto que me regala cada vez que hacia  mi trabajo, seria reemplazada por una fría y silenciosa ira. Mire de reojo a Eun Yeong, a quien le empezaba a temblar ligeramente su ojo derecho; no podía creer que aún tenía ese tic nervioso.

-Ceo song tengo algo que comunicarle, como bien nos dijo en la reunión que tuvimos por la posición de Su Jin, a usted debe de ser la primera persona en decirle las situaciones que puedan afectar al grupo.

En la última palabra la voz de Eun Yeong quiso perder fuerza, lo que causo que se le fuera el aire por completo, esto era igual o más difícil para él que para mí, y no podía dejar que él cargara con todo esto solo.

-Lo que queremos decir – empecé, mirando fijamente al Señor Song – es que, Su Jin y yo nos conocemos desde hace mucho tiempo- me calle por unos segundos, esperando ver la reacción de mi jefe ante esta primera declaración, no hubo nada, creo que ni pestañeo.

-Prosiga señorita Sun Hee- respiré hondo para poder decir todo de una sola vez.

-Su Jin y yo nos conocemos desde niños, él era vecino de mi abuela, cada verano nos veíamos, prácticamente crecimos juntos, nos convertimos en buenos amigos… y como en muchas veces sucede, fuimos algo más que amigos- su Jin tomo mi mano y la apretó suavemente.

-estuvimos juntos durante algún tiempo, pero nuestra relación no termino bien, nos separamos y no volvimos a vernos hasta hace algunos meses, cuando yo entre a trabajar aquí definitivamente.

-no veo el problema aquí, el hecho de que hayan tenido una relación en su adolescencia no afecta en nada al ahora, eso es algo que pertenece a su pasado- me interrumpió seriamente el señor Song. 

-ese es solo el contexto para lo que realmente nos trajo aquí- dijo de repente Su Jin, el Ceo Asintió hacia él, instándolo a que continuara.

-lo que realmente nos trae aquí, es el hecho de que durante nuestra relación cometimos errores y eso causo que nos hiriéramos profundamente mutuamente, el hecho de que yo me comporté vilmente, obligo a Hyorin a huir y prácticamente desaparecer sin decirme que estaba esperando un hijo mío.

La oficina se quedó en un sepulcral silencio, el aire acondicionado pareció bajar aún más su temperatura, congelándonos hasta los huesos. El señor Song nos miró intermitentemente antes de sentarse en actitud de jefe con un solo trabajo. Quitar las molestias de su vista.

-¿Entonces Sun Hee tú tienes un hijo de Eun Yeong?

-Si…

-¿Cuántos años tiene?

-Cinco, casi seis - respondió rápidamente Eun Yeong

-Si sabes lo que esto significa ¿verdad Su Jin?

-Sí señor, y estoy de acuerdo con todo, no pondré obstáculos ni hare las cosas más difíciles, asumiré mi completa responsabilidad, no solo con la empresa si no también con los medios si es necesario.  

-Yo presentare mi carta de renuncia hoy mismo señor Song, además he dejado preparado todo para la persona que vaya a reemplazarme, inclusive en mi escritorio esta una lista de posibles candidatos que espero llenen sus expectativas laborales- mi jefe dejo de mirarme para clavar sus ojos sobre mi hombro.

-¿Sucede algo Celina?

-Creo que usted ya lo sabe Ceo Song- antes que nadie dijera nada el intercomunicador se habilito, haciéndonos saber que alguien quería entrar.

-Señor, disculpe por interrumpirlo pero los demás miembros designados al proyecto sueños quieren verlo.

Eun Yeong pasó sus dedos por su cabello nerviosamente, sabíamos perfectamente quienes querían entrar, Dios esto no se estaba poniendo mejor.

-Que pasen.

Definitivamente esto no iba a acabar nada bien, cuando la puerta se abrió y los demás chicos entraron con miradas decisivas y pasos fuertes, mis lágrimas quisieron empezar a derramarse, se detuvieron cuando estuvieron a unos dos metros de nosotros, colocándose lateramente al escritorio del Ceo, hicieron una reverencia para después erguirse y tomar una postura seria, Celina se colocó junto a ellos, catorce pares de ojos miraban fijamente al Ceo, Eun Yeong y yo solo podíamos mirar a nuestros amigos.

-¿Cuál es el motivo, para que ustedes interrumpan esta reunión privada?- pregunto rudamente el señor Song, Eun Woo dio un paso al frente.




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