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Hee Seon

Creo que todos en esta sala teníamos la misma cara, la boca abierta hasta el piso, y ojos incrédulos, valientemente Celina hizo lo que todos queríamos hacer en ese momento, salir del estupor y pedir respuestas.

-Espera Harabuji ¿Cómo es que estas enterado de esto?

El Ceo dejo de mirar el paisaje y se giró hacia su nieta con ojos cálidos y amorosos.

-Creo que a partir de ahora debo hablar a solas con Hee Seon y Eun Yeong, hablare contigo más tarde querida.

Celina lo miro por unos segundos a los ojos, lo que sea que vio en ellos hizo que se relajara completamente y asintiera.

-Está bien, esta noche iré a cenar.

-Le diré a Dónatela  que haga tu platillo favorito, estará muy feliz de verte.

-Me iré a ahora.

-Nosotros también.

Todos hicieron una reverencia para luego caminar hacia la puerta no sin antes mirarnos esperanzadoramente. Cuando estuvimos solos, el señor Song volvió nuevamente a su sillón y nos invitó a tomar asiento en las sillas frente a su escritorio. El hombre frente a nosotros nos estudió por un minuto.

-Hagan sus preguntas.

-¿Cómo lo supo?

Tal vez estaba siendo grosera, tal vez debí preguntar de una forma más amable, quizás no debí de sonar tan aturdida, pero ya mi cabeza no podía con tanta presión.

-Tan certera como siempre señorita Sun Hee, bueno querida todo empezó en el momento en que decidiste dejar las pasantías- fruncí mi ceño, no entendiendo lo que quería decir.

-continúe por favor- dijo Eun Yeong con su tono de voz tranquilo y relajado.

-Bueno debo de admitir que cuando te conocí no estaba seguro de si cumplirías mis expectativas, pero las superaste, aparte de ti solo eh tenido dos pasantes y ninguno se quedó después del periodo de pasante, pero tú fuiste, eres, muy eficiente, realmente me recordabas a mi nieta.

Mis mejillas se sonrojaron ante la comparación, me sentía tan halagada que no podía decir nada ante eso.

-El día después de que terminaras abruptamente tus pasantías mi nieta me informo que volvería a corea y planeaba quedarse permanentemente todo esto dentro de uno o dos meses, Entonces se me ocurrió la idea de que tu serias un perfecta asistente y mano derecha de mi nieta, sabía que se llevarían bien en ámbito profesional, y tenía la esperanza de que también, quizás, si era posible pudiera encontrar una amiga y no se sintiera tan sola. Estuvo a mi favor el hecho de que la anterior coordinadora me comunicara que planeaba renunciar y que necesitaba un reemplazo, entonces le pedí a mi asistente para que te recontratara inmediatamente, así la señora Yang podría explicarte todo antes de que se fuera y tu pudieras guiar a mi nieta, pero sorpresivamente rechazaste la oferta.

Recuerdo perfectamente la llamada, la asistente del señor me pedía que me presentara al día siguiente a primera hora a recursos humanos para firmar mi contrato y empezar a trabajar de inmediato, pero tenía miedo de lo que podía pasar si estaba en la misma empresa de Eun Yeong, no quería, pero debí rezarlo. En ese momento pensé que sería lo mejor para mí.

-Me sorprendió el hecho de que rechazaras la oferta, no lo entendía, muchos jóvenes matarían por conseguir un trabajo en mi empresa, eso me intrigo.

Eun Yeong me miro fugazmente, sus labios se movieron ligeramente formando una sonrisa divertida.

-Así decidí ir a visitarte, yo te quería en mi empresa e iba a hacer todo lo posible por tenerte, después de tu negación regrese a casa tome mi auto personal y fui hasta la dirección que marcaba tu hoja de vida, me estacione frente a tu edificio y espere; estaba pesando en todo lo que podía ofrecerte para que aceptaras cuando te vi por el retrovisor de mi espejo, venias caminando, pero no venias sola, un niño te acompañaba, primero pensé que era tu hermano, pero vi la forma en que lo mirabas, la misma mirada en que yo miraba a mi hijo, la misma mirada que le daba a mi nieta.

Mi corazón empezó a palpitar muy fuerte al enterarme que el Señor Song ya me había visto con Eun Min.

-Gracias a los vidrios negros de mi auto no pudiste verme cuando pasaste junto a mi ventana, pero el niño si miro hacia mí, fue como si pudiera atravesar el cristal con sus ojos, su rostro se me hizo muy familiar, pero todo en mi mente tomo forma cuando me sonrió, lo vi, era el vivo retrato de Eun Yeong. Después de que entraste a tu edificio me dirigí a casa, toda la noche estuve pensando si tal vez era solo casualidad pero ¿no fue después de que C.E.N.T.S llegara que tú te fuiste de esa forma tan rápida?

Mi mente estaba en blanco, no estaba preparada para esto, yo pensaba que ya a esta hora estaría recogiendo mi escritorio, o pensando cómo explicarle todo esto a mi hijo. Estaba preparada para muchas cosas desastrosas pero no para esto.

-¿Pero cómo todo eso lo llevo a confirmar que yo era el padre del hijo de Hyorin?

-Gracias a sus hojas de vida, las busque en el archivo y descubrí que ambos venían de la misma ciudad y del mismo pueblo, eso ya era más que una mera casualidad así que simplemente asumí que esto podía pasar y si me equivocaba bueno jamás pasaría nada, pero si no lo hubiera hecho esto me hubiera tomado por sorpresa, y no hubiera tenido tiempo a pensar que acciones tomar con detenimiento.