Capítulo 3

Lucas

En la mañana…

—Enana apresúrate, llegaremos tarde.

—Voy, ¡eres molesto!

—Respeto niña soy tu hermano mayor—Digo con falsa molestia —Y que, yo soy más bonita, ya vámonos que ya estoy lista—suspiro negando con la cabeza.

—De acuerdo solo iré por mis cosas—digo y comienzo a subir las escaleras.

—Y luego yo soy la que tardo demasiado—dice la enana con voz alta para que lo escuche《 se parece demasiado a mi 》pienso y sonrió.

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20 minutos más tarde me encuentro buscando como un desquiciado en la repisa de enfrente aquellos “pastelitos de caritas felices con chispas de colores”, al carajo, pienso y volteo a ver a la mesa de mi hermanita que me ve como si fuera su peor enemigo en tiempos de guerra 《no me queda de otra a seguir buscándolos 》pienso. Pero el tiempo pasa y no los encuentro, así que me dirijo a la mesa nuevamente y la enana antes de que llegara me señala una caja sobre el mostrador que precisamente tiene aquellos “pastelitos de caritas fe…” ¿qué? al demonio con el nombre, esos pastelitos, así que con la mayor paciencia del mundo voy al mostrador por ellos. —Buenos días señorita, me podría vender aquellos pastelitos—

—Lo siento, estos le pertenecen a aquella señorita— me dice aquella chica y volteo hacia la dirección que ha señalado con disgusto, ya cansado de esto, pero… al voltear… todo en mí se detiene… nunca había visto tal belleza, 《es única 》es lo único que logro susurrar y no escucho nada de lo que la chica del mostrador me dice, creo que es algo de un teléfono o una cita, algo así, pero lo único se me ocurre es ir hacia la mesa de aquella linda señorita.

Me quedo alucinando durante unos minutos hasta que ella se percata de mi presencia.

—Eh hola, disculpa— es lo único que articulo.

— ¿Si? —dice ella girando un poco la cabeza y con una imperceptible sonrisa《 ¡que tierna!》pienso.

— ¿Te podría pedir un favor? — digo con un tonito que no sé de dónde sale. 《 deja de parecer un idiota 》me regaño.

—Creo que sí, ¿Cuál es? —dice sonriendo aún más y yo solo pienso 《me podrías dar tu número de celular, dirección y nombre completo》

— ¿podrías elegir otro pastelito? —es lo único que me atrevo a decir, pero veo cómo cambia su expresión, así que algo asustado le explico— es que veras, mi hermanita que está allá—digo y señalo la mesa donde está Valentina sorprendida por mi cara de gatito mimado — ella no puede comenzar un día sin un “pastelito de carita feliz…” que es casualmente, el que tu elegiste y el ultimo de

esos—digo y parece comprenderlo de inmediato. 《que comprensiva 》pienso.

—Oh, de acuerdo cambiemos el pedido—me dice y se pone de pie para caminar a mi lado y cambiar el pedido mientras yo solo la admiro…

—Gracias—digo cuando me hace señas para que acepte el recibo que me da la chica del mostrador, que por cierto por haber estado tan distraído no note un número anotado encima del total a pagar por la cuenta, así que tan solo recojo el recibo— la verdad no quería problemas con mamá y si no compro ese pastelito de seguro los tengo— pienso en voz alta, así que ella lo escucha todo pero no es un problema.

—No te preocupes—dice tranquila con una sonrisa y veo que elije del mostrador otro postre para acompañar.

Me dirijo a la mesa de mi hermanita querida《 ya que gracias a sus

“pastelitos de carita feliz con chispitas de colores” la conocí》 pienso y me siento en la silla enfrente de ella y me mira perpleja ante mi cara y la gran sonrisa que llevo en ella, aunque claro yo no lo noto.

—Te pasa algo—dice Valentina.

— ¿A mí? —Ella asiente— no para nada, quedémonos un rato más aquí.

—Pero mis clases empiezan en 10 minutos—refuta ella.

—No pasa nada yo puedo justificar el retraso.

—Y acaso tú no tienes clases también—cierto.

—De acuerdo vamos—digo malhumorado por tener que irme sin saber el nombre de aquella señorita.

Antes de salir recojo el pedido y lo meto en la mochila de mi hermanita, pero no me voy sin antes agradecerle una vez más a aquella señorita.

Al salir dejo a mi hermana en la guardería de enfrente y veo el reloj así que corro o llegare tarde a la universidad 《ya faltaste ayer no puedes faltar hoy 》pienso.

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Más tarde…

Ya casi se acaba el día de clases solo debo asistir a esa molesta reunión de grupo para el proyecto final, cabe decir no me hace gracia, suficiente tuve con un día lleno de gente nueva y sonriente que ha drenado hasta mi ultima energía, si a eso le sumamos mi mal humor por el mensaje de mamá ya que la enana le conto mi cara de gatito regañado, como ella dice, que tuve en la mañana y mamá me esta cuestionando todo, como si no fuera suficientemente traumático haberme mostrado tan apacible ante alguien que apenas he visto.