Capítulo 4

Amanda

¿Cómo puede demostrar amor alguien que nunca lo ha sentido?

quizá sea una pregunta irreal, pero solo cuando realmente la entiendes llegas a ver cómo funcionan los sentimientos y lo realmente fuertes que pueden llegar a ser.

El recuerdo de una pequeña niña haciéndose la misma pregunta regresa a mi he incluso ahora después de tantos años sigo sin encontrar una respuesta…

A la mañana siguiente quiero hacer todo menos despertar, me siento realmente exhausta por todo lo que paso ayer, aunque debo admitir que me siento realmente extrañada por el comportamiento de Lucas, nunca he conocido a alguien como él, parece distante de los demás, pero conmigo es distinto y eso me desconcierta, desde que era una niña todos me han tratado de cierta manera, incluso mis padres debo admitirlo, pero él desde que me vio, parece no importarle como me vea o si soy alguien difícil de descifrar, él simplemente parece romper con mi idea de cómo siempre seré tratada y eso me asusta.

Entre tanto pensamiento, no había notado la hora, así que salgo deprisa de casa 《como nueva costumbre voy a la cafetería, creo que será mi rutina favorita 》pienso y luego de comprar y salir rumbo a la universidad, aunque decido quedarme afuera en el jardín ya que aún tengo tiempo《 si al final me sobro algo de tiempo 》y recuerdo que no he sabido nada de Diana aun《 no lo recuerdes, no lo recuerdes 》pienso y ahí estaba yo recordando lo de ayer mientras le marcaba a Diana, sin embargo luego de tres intentos de llamada decido entrar al salón de clases, ya que todas las llamadas me han enviado al buzón, y no entiendo que sucede, tendré que averiguarlo en el receso, pienso.

Las clases transcurren lento en las próximas horas, y no he tenido, noticias de nadie, incluso Mark ha estado ausente en clases, realmente no entiendo que sucedió, así que para salir de dudas me dirijo al salón de Diana y al parecer también ha faltado, solo está Emily a la que le dedico una sonrisa y un pequeño saludo, pero ella tampoco sabe que ha sucedido, al parecer Diana a desaparecido de la faz de la tierra, así que “solo me queda una persona a la que recurrir” digo y me dirijo al salón de Lucas.

Al llegar lo encuentro con facilidad sentado al final con auriculares y una gorra puesta “porque no me sorprende” pienso y sonrió acercándome a él, ahí veo a un par de chicas viéndolo desde adelante y conversando entre ellas sobre lo lindo que se ve y si tendrá novia, por dios, acaso no tienen nada que hacer, digo en voz baja a lo que parecen escucharme y salen lentamente del salón mientras yo me acerco y me paro detrás de él, pero claro él no me nota al estar con los ojos cerrados y el volumen muy alto, así que decido molestarlo un poco y le quito los auriculares, a lo que el reacciona de golpe y me dirige una mirada nada amistosa, es más me causa un escalofrió y casi logrando asustarme.

—Lo si- siento—logro articular por la mirada que me ha dedicado—no- no te quería mo- molestar—digo un poco asustada ya que se puso de pie al instante, pero al mirarme, noto que tiene una expresión totalmente diferente a la que esperaba, parece sorprendido y alguna otra emoción cruza por sus ojos tan rápido que no logro reconocerlo.

—No yo lo siento, no debí reaccionar así, pensé que era alguna de mis compañeras, que no han hecho más que molestar en toda la mañana—dice cansado y arrepentido, pero al no ver respuesta mía ya que aún estoy tratando de recomponerme para levantar la vista.

De repente siento unos brazos rodearme y al hacerlo escucho varios “lo siento” que me dejan pasmada, no los esperaba, sin embargo no me niego a recibirlos, ni al abrazo que me ha proporcionado.

Luego de un tiempo que parece eterno “pero en el buen sentido” se separa y me mira rojo como una manzana en su mejor momento, incluso sus orejas parecen arder y justo ahí me sonríe, y sin notarlo ya le estaba sonriendo.

—Y a que debo su sonrisa señorita—espera, también me ha llamado así ayer.

—yo… yo… ¿a qué he venido? —pregunto cómo idiota.

—No lo sé, dilo tú—dice riendo y ahí apenas reacciono.

—A sí, te quería preguntar si no has sabido nada de Diana o Mark desde ayer, parece que han desaparecido— pregunto y su sonrisa parece haberse apagado un poco, lo que me desconcierta.

—La verdad es que no, desde anoche no los he visto— dice sincero.

—Enserio, qué más da, cuando los vea les preguntare—digo con falso desinterés— pero bueno no te molesto más, te dejo—digo y le entrego los auriculares que seguían en mi poder he intento salir. —Espera—dice y volteo—Ya que está aquí señorita, porque no salimos juntos tengo 40 minutos de receso—dice animado—es más yo invito lo que quieras—dice y estoy desconcertada, lo dice enserio o es una broma, aunque por su sonrisa no lo parece —Si no quieres— empieza.

—No está bien, solo me tomaste por sorpresa—digo aun meditándolo.

—Entonces vamos señorita, se nos hará tarde— dice y me toma de la mano para salir del salón hasta la cafetería.

“De seguro es algo que hacen normalmente las personas” voy pensando durante el trayecto ya que él no ha soltado mi mano aún. Si, seguro es porque en mi vida me he llevado con un chico aparte de Mark y ahora todo me sorprende, si seguro es eso digo confiada.

Luego de haber vuelto a la universidad, nos despedimos y cada quien fue a su salón, debo decir que no apareció Mark en las clases restantes del día de hoy, sin embargo la jornada terminó y me dirigía a la salida cuando vi que Diana pasaba cerca mío pero ni siquiera volteo a verme, solo note que iba deprisa “quizá no me vio” me dije a mi misma y como no logre alcanzarla fui a casa tranquilamente, pasando por la parece ser la guardería de la hermanita de Lucas que al parecer aún estaba abierta y precisamente salen Lucas y Valentina, el primero con cara de amargado “que sorpresa” y la segunda feliz saltando a su alrededor, hasta que se percata de mi mirada y me ve fijamente, Lucas al ver lo concentrada de su hermanita, voltea a ver y nuestras miradas se chocan.