Antes del Caos

A fines de enero China había advertido a la OMS (Organización Mundial de la Salud)  la existencia de un nuevo virus de la familia de los coronavirus, que infectó a 62 personas y provocó la muerte de dos en la ciudad de Wuhan. Ya para el 21 de enero apareció el primer afectado en los Estados Unidos, y así se siguió propagando. Antes que nada cabe destacar que la ONU recién declaró al virus como una Pandemia el 11 de marzo dando una alerta mundial, en donde ya habían más de 118.000 casos en 114 países y 4291 personas que habían perdido la vida.

Mi nombre es Valentina Brun de 20 años, y vivo en Argentina; Córdoba más específicamente. Me acuerdo que había empezado el 2020 muy entusiasmada, ya que se acercaba el comienzo al segundo año de mi carrera universitaria (Licenciatura de Teatro).

No recuerdo muy bien el día pero si que fue como a mitad o fines de febrero, en donde se comenzó a hablar de un tal virus que se había formado en China, y bueno como es el común de la gente (por lo menos la mayoría de los jóvenes) empezaron a aparecer ciertas burlas hacia los chinos; se hicieron memes, chistes, videos, hasta los trataron de sucios, y desde mi opinión personal creo que nunca antes había visto un grado tan alto de xenofobia en mi vida.

Creo que entre risas nunca pensamos que se iría a mayores. Pensamos que iba a ser pasajero,  que quedaría en la historia como algo polémico de China, un mini recuerdo que marcaría una porción pequeña del 2020. Me apiado de cualquiera que haya pensado así, y me incluyo. Admito que fui ignorante de la enfermedad al principio, sinceramente no me importaba mucho el tema, es decir, yo estaba bien en mi casa, juntándome con amigos, saliendo, contando los días para volver a la facu después de 4 largos e interminables meses de vacaciones. Estaba cansada y extrañaba tener una rutina (bueno por lo menos eso me pasa a mí cuando estoy meses sin hacer nada productivo, más que ver series, dormir o juntarme de vez en cuando con amigos).

Apareció el primer caso en la Argentina. Era de un señor que había estado en Roma y Milan, había vuelto el 1 de marzo y el 3 de marzo comenzó a tener síntomas. Se dice que las personas que viajaron en ese vuelo fueron contactadas y puestas en cuarentena. Yo empezaba en dos semanas las clases, y con mis amigas organizamos una salida el 12 de marzo. Esa misma noche hablamos de como estaba el país reaccionando ante el virus, nos comenzamos a informar un poco más y descubrimos que el intendente había pedido el cierre a lugares  que concentre a mas de 60 personas. 

Mi mamá, trabaja en una clínica como fisioterapeuta, me empezó a decir que no salgamos que nos quedemos en casa, pero con mis amigas no hicimos caso y fuimos al bar. La pasamos bomba, hacía mucho que no salíamos las cinco juntas y creo que a todas nos hizo bien. quien iba a pensar que esa iba a ser nuestra última noche estando fuera de casa...

Todo eso había sido un jueves. El domingo el presidente, Alberto Fernandez, suspendió las clases primarias y secundarias,  y por otra parte el rector, Hugo Juri,  de la UNC (Universidad Nacional de Córdoba) suspendió las clases superiores. Dijeron que solo seria por precaución y que retomaríamos la normalidad la semana que viene.

La gente que trabajaba seguía en lo suyo, mientras que los jóvenes estaban, algunos, disfrutando de su semana libre. Las noticias comenzaron a incrementarse, todo comenzó con la consumo excesivo de alcohol en gel y barbijos en el mundo, la ONU hablando de una Pandemia, la gente yendo a los supermercados con el miedo de se generaran atolondramientos de miles de personas, como ya había pasado en Italia, y se quedaran sin comida. Todo comenzó a dejar de ser un "acá no va a pasar nada" a escucharlo al presidente un 19 de marzo decir "cuarentena obligatoria hasta el 31 de marzo".

En esos momentos pensé, "mierda, tendré que esperar unos días más para volver a la facu", ojalá hubiera sido verdad que fueran sólo esos 12 días de cuarentena.