Alguien especial

1. POR SEGUNDA VEZ

Ajusté mi suéter antes de entrar, mi corazón latía con fuerza.

No puedo creer que lo veré de nuevo, luego de un año, luego que me rompiera el corazón en vísperas de navidad.

La casa de Emily ya está llena de nuestros compañeros, todos con atuendos de la temporada y suéteres con diseños divertidos. Veo que algunas chicas llevan diademas como si fueran renos y otros chicos llevan gorritos de santa Claus con luces en el borde blanco.

Intento no ser tan evidente cuando paso mis ojos por el lugar buscando entre todas esas caras conocidas, el rostro del chico a quien mi corazón pide volver a ver pero al mismo tiempo le aterra.

—Molly —Emily se acerca, me gusta ese vestido rojo que lleva—. Pensé que no vendrías… ya sabes…

Niego. —Está bien…

Emily es mi mejor amiga pero su lealtad fue dividida hace un año cuando Gavin, quien ha sido su amigo desde la infancia, me dejó con el corazón roto. Según entiendo la relación de ellos es como hermandad, a veces no hablan por semanas pero siempre se preocupan el uno por el otro.

Muchas veces me he resistido las ganas de preguntarle sobre él, sobre su vida, preguntarle si ha encontrado a alguien más o si piensa en mí, pero Emily afirma que no hablan de mí.

— ¡Emily! —su novio, Luis, la llama desde la puerta de patio trasero.

Ella me sonríe. —Espera aquí, o ve a la cocina, hay comida y todo eso —me da un apretón en el abrazo antes de irse.

Esta no es necesariamente una fiesta, es más como una reunión. A Emily le gustan estas cosas y por eso ha organizado las tres últimas, donde hay un santa secreto y luego salimos a su jardín mientras bebemos chocolate (algunos beben cerveza que traen a escondidas) y simplemente nos relajamos.

Siempre las realiza el primer día de diciembre pues en los días siguientes, hay fiestas en otras casas con otras personas y ella quiere ser la primera.

Me gustaban estas reuniones, en especial la del año pasado pero mucho ha cambiado desde ese día hasta ahora.

Me muevo a la cocina para buscar algo de beber cuando escucho que en la sala de estar, las personas de pronto suenan animadas y alguien dice: — ¡Gavin! ¡Al fin te apareciste!

Mi corazón se detiene y yo estoy totalmente congelada. Sabía que iba a verlo, yo lo sabía perfectamente sin embargo esperaba que algo sucediera para que no viniera.

No sé cómo reaccionar ahora, no sé qué hacer pero será inevitable que nos encontremos en este lugar. Será inevitable sentir como mi corazón es aplastado otra vez.

Escucho pasos, automáticamente retengo la respiración para intentar controlar el ahora acelerado latido de mi corazón.

Por favor, por favor, por favor, que no sea él. No estoy lista, tal vez nunca estaré lista para verlo otra vez.

—Molly —pego un pequeño salto cuando escucho mi nombre aunque no es Gavin.

Giro y veo a Roger acercándose para tomar una galleta en forma de bota de santa Claus.

—Ah, Roger —junto las cejas—. ¿Qué haces aquí?

Traga. —Acabo de traer a mi prima pero me dijeron que hay comida así que… —da otro mordisco.

Roger ya no es amigo de mi hermano pero eso no ha evitado que lo vea seguido pues él a diferencia de la mayoría, no fue a la universidad y trabaja en trabajos de medio tiempo. Incluso en verano trabajamos en un restaurante, no hablábamos mucho realmente pero siempre estaba ahí.

Miro a la entrada de la cocina solo para asegurarme que el fantasma de mi pasado no entre todavía. No quiero quedarme aquí pues siempre hay silencios incomodos con Roger, en especial luego que mi hermano y él se pelearon, pero tampoco quiero ir donde está Gavin.

Roger se mueve para tomar una lata de gaseosa mientras que yo alterno mi vista entre mis pies y el reloj de la cocina.

— ¿Qué haces tú aquí? —pregunta, recostándose en la encimera.

Me encojo de hombros. —Nada, solo, vine aquí.

—Claro —Roger se mueve para darse la vuelta y salir de la cocina.

Sé que tengo que moverme, que aunque me arrepiente de venir o desear que de pronto me convierta en un electrodoméstico más no va a suceder. Tengo que ser valiente y encarar a Gavin.

Tomo varias respiraciones, empiezo a darme una charla motivacional para no sentirme mal porque él esté ahí afuera, saludando a todos como si no hubiera pasado casi un año desde que se fue.

Desde que rompió mi corazón.

Luego me enojo pues no debería ser yo quien sienta la pena y el miedo, debería ser él. Yo no lo dejé sin explicaciones, fue él.

Eso es todo, lo haré. Saldré y dejaré que me vea para que descubra que el mundo no se terminó cuando él me dijo adiós. Que sigo aquí y que no me afecta tanto como cree.

Acomodo mi cabello y finalmente empiezo a dar los pasos necesarios para salir de la cocina.

Como una escena en cámara lenta entro a la sala de estar donde se escucha la música de fondo, una canción navideña se reproduce en este momento. Elevo la mirada y noto que todos están sentados pero sus ojos van al sofá del medio y entonces, lo veo.

Gavin, mi primer amor y el primer chico que rompió mi corazón.

Pero no está solo, está sosteniendo la mano de una chica que es totalmente opuesta a mí. Ella luce como en los anuncios de tiendas de ropa, promocionando la nueva temporada. Su cabello es marrón oscuro, sus ojos verdes y su sonrisa amplia.

Ahora lo entiendo, jamás iba a ser lo que él quería.

Ellos se miran como si no hubiera nadie más en la habitación, provocando que mi corazón vuelva a sentir el dolor que pensé había dejado atrás.

Es tan difícil ver como Gavin siguió con su vida, incluso encontró a alguien que lo hace sonreír de una manera que yo nunca logré, mientras que yo sigo exactamente en el mismo lugar. Él avanzó, cambió, mejoró y yo no. Yo seguí esperando por un milagro que lo incluía a él y a mí.

Sé que todos aquí saben que estuvimos juntos y sé que todos aquí saben que he sido una tonta por quedarme esperanzada, deseando que las respuestas que nunca iban a llegar aterrizaran.




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