Alguien especial

19. UNOS SEGUNDOS

Es tan difícil no llorar en este lugar.

Cada persona que entraba se detenía a agradecer e incluso muchos estaban con lágrimas en los ojos. Vi a una mujer con dos pequeños niños y a un señor mayor que parecía tan agradecido como si hubiera ganado la lotería.

Estar aquí me ha hecho darme cuenta de lo poco que agradezco por lo que tengo y aunque no soy rica, tengo más de lo que necesito.

Nosotros estamos en una mesa también, nos preguntaron si queríamos comer pero yo rechacé amablemente. Aunque le he robado algunas cosas del plato de Roger, no quiero comer mucho ahora, después estaré probando comida hecha por mis tías y todo lo que prepararemos con mis padres.

— ¿Todo bien? —pregunta Roger.

Tomo su tenedor otra vez y le quito el ultimo trozo de papa, que por cierto, le han puesto un poco de mantequilla y está deliciosa. —Sí, estoy bien.

—Qué bien, ahora deja de comerte mi comida, te ofrecieron también —me quita el tenedor.

Ruedo los ojos. —Como sea. Oye, me dijiste que era por turnos o algo así, ¿a qué te refieres?

—Ah —Roger toma un trago de agua—. Roman va a otros lugares después de aquí. Ahora mismo están empacando unos recipientes para repartirlos, él conduce y los da a la gente que no tiene acceso a estos lugares.

Abro los ojos. —Vaya, es como si Roman fuera un ángel, no deja de hacer el bien.

—Pues sí, así es él —sonríe—. Él tiene una frase, dice algo como: estuve tanto tiempo en la oscuridad que ahora quiero llevar la luz a todas partes.

—Que bien, es genial —afirmo—. Entonces, ¿tú también lo ayudas?

Niega. —No después de aquí yo regreso con el abuelo pero Brandon e Iker van a venir a ayudarlo, Helen también lo hace.

—Y Brooks —asumo.

Niega. —Brooks va a la casa de sus abuelos, es muy joven todavía.

— ¿Sus abuelos? ¿Los padres de Roman?

—Sí y de su mamá, son hermanos.

Me ahogo con mi propia saliva. Toso tantas veces que me cubro la boca para dejar de hacer ruido aunque a nadie parece importarle. Roger me da el vaso con agua para que tome un poco.

Respiro profundo. —Espera, repite eso, ¿sus padres son hermanos?

Roger abre la boca y luego sonríe. — ¿Creíste eso? ¡No! Ay, Molly —toma una servilleta de papel y limpia el agua de mis labios, mi corazón se detuvo—. Mira, la mamá de Brooks era la hermana de Roman, él no es su papá biológico pero ella murió cuando Brooks tenía un año entonces, ¿entiendes?

—Ah, entiendo —hago una mueca—. Entonces, ¿Quién es el papá de Brooks? ¿No tiene?

—Todos tenemos un papá, que estén presentes o no es otra historia —responde—. Bueno, su papá es Roman y siempre ha sido así. Él lo cuidó, lo alimentó y él lo ama sin condiciones. El otro hombre se fue cuando vio que Brooks tenía síndrome de Down.

Abro los ojos tanto como puedo. — ¿En serio? ¿Por eso? Que idiota, que… no puedo creerlo.

—Lo sé —se encoje de hombros—. Pero está bien, Brooks está con alguien como Roman, alguien que todos quisiéramos tener como papá.

Recuesto los codos sobre la mesa y niego. —Brooks es tan increíble, me alegra que tenga a alguien así. Estoy tan enojada ahora, no puedo creerlo.

Roger coloca una mano sobre mi hombro. —No te preocupes, Brooks no perdió nada, ganó mucho y ahora tiene muchas personas que lo quieren.

Veo los ojos de Roger. —Tú eres bueno con él —afirmo.

Roger mueve su mano de mi hombro a mi mentón y aplasta mis mejillas. —Soy bueno con todo el mundo.

Mi corazón reacciona en contra de mi voluntad. — ¿Qué? No, no eres bueno con todos.

Sigue aplastando mis mejillas aunque intento retirarme. —Mira que linda te ves así, eres tan adorable.

Aparto sus manos finalmente pero él las toma y no me suelta. —Roger, que fastidioso eres.

Tira de mis manos hacia él. —Sabes que eso te gusta de mí.

Antes de responder, vemos a alguien mover la silla del frente y sentarse. —Hola chicos —es Iker.

Roger suelta mis manos. —Hola, viniste temprano.

Iker esta vestido con un suéter rojo y eso hace que sus ojos resalten más. —Sí, no quería atrasarme por el tráfico —me mira y sonríe—. Hola Molly, ¿Cómo estás?

Incluso su voz grave es bastante atractiva. No es como si me gustara Iker en el sentido de soñar con él como ocurría con el tonto de Gavin pero eso no significa que no pueda admirarlo visualmente.

Es que enserio, es guapo ahora que lo he conocido mejor.

—Bien —respondo, tímidamente.

Roger bufa y sigue comiendo, yo lo fulmino con la mirada.

Iker coloca sus manos sobre la mesa. —No pensé que estarías aquí, parece que ya no están peleando, ¿no?

Roger me señala con su tenedor plástico. —Es ella, es tan estresante.

Ruedo los ojos.

—Oye Iker, Molly Bolly me contó que le pediste su número — ¿Qué?

Le doy una patada por debajo de la mesa. —No… eso no…

—Sí, lo hice —responde Iker, enderezando la espalda—. Solo pensé que tal vez deberíamos agregarla al chat grupal, ¿no lo crees?

Oh, ¿para eso quería mi número? No me quejo, digo, está bien si era para eso pero una pequeña parte de mí creyó que tal vez quería hablar conmigo y no en un chat grupal precisamente.

— ¿El chat? —Roger me da una mirada—. Um, sí supongo que es una buena idea.

Iker asiente. —Sí, así nos puede dar ideas o ayudar, Molly parece una persona inteligente.

Sonrío a medias. —Gracias.

Roger bufa. —Parece, pero no lo es. No te dejes engañar, Molly Bolly es torpe.

Iker niega, sonriendo de lado. — ¿Por qué le dices Bolly?

—Es una tontería —respondo—. No le hagas caso, es el peor poniendo apodos.

—No es un mal apodo —me toca la punta de la nariz con su dedo—. Es un buen apodo, ella es adorable, ¿no lo crees?

— ¿Ahora soy adorable? —qué raro está actuando.

—Sí, lo eres —Iker dice y ambos lo volteamos a ver.

Mi corazón late con fuerza, estoy sorprendida aunque no me ilusiono por nada. Ya dejó en claro que solo quería mi número para algo normal y nada relacionado con las citas.




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