Alguien especial

24: MUY DIFERENTE

—Lo siento Molly, me gustas.

Escucho esas palabras y no puedo creerlas realmente. ¿Yo? ¿Le gusto a Roger?

— ¿Estás bromeando? —junto las cejas.

Él me observa en silencio por unos segundos y finalmente, asiente. —Sí… si estoy bromeando.

No lo está. Sé cuándo bromea, sé qué tipo de bromas me hace y esto no parece ser una de ellas. —Mientes.

Mueve la mirada al frente, el viento sacude su cabello. —No, olvida lo que dije. Olvídalo todo.

Me coloco de pie y cruzo los brazos. — ¿Te parece gracioso jugar conmigo? ¿Me dices que te gusto y luego me pides que lo olvide?

Abre los ojos y se levanta, negando con la cabeza y las manos. —No, Molly, no —pasa la mano por su cabello y luego su rostro—. Escucha, lo siento, no estoy jugando contigo es solo que hablé de más y no quiero alejarte.

Entonces es cierto.

—Roger —tomo sus brazos—. Dime la verdad, deja de mentir, odio que me mientan y odio tanto que no me digan las cosas tal y como son.

Aprieta la mandíbula y exhala. — ¿Quieres la verdad? ¡Bien! —mueve sus manos para tomarme de los hombros, acerca su rostro al mío—. Me gustas, Molly. Me gustas lo suficiente para que piense en ti todas las noches por alguna razón, trato de no hacerlo pero no puedo dejar de ver tu sonrisa, tus ojos y escuchar tu risa. No puedo alejarme de ti aunque quiera, no quiero alejarme de ti. Me gustas tanto que quiero besarte pero no quiero hacerlo ahora porque el idiota de Gavin te hizo llorar y no quiero que pienses que voy a tomar ventaja de tu vulnerabilidad.

Abro la boca incapaz de formar una oración. Esto es repentino y tan sorprendente. Roger realmente está siendo sincero y no sabía que sentía esto sobre mí.

—Odio que Gavin haya sido quien estuvo a tu lado, odio que yo mantuve mi distancia porque eras hermana de mi amigo, odio que ahora que estamos cerca y que finalmente nos estamos conociendo, Gavin esté arruinando todo y que tal vez ni siquiera tengo un mínimo chance contigo y no quiero dejar de verte, así que solo olvida todo lo que te dije, no necesito que me rechaces. Sé que tu mereces a alguien mejor, mucho mejor.

Realmente estoy congelada escuchándolo hablar. Estoy repasando sus palabras en mi mente mientras mi corazón golpea con fuerza.

No sé qué responder. Quisiera decir algo pero no tengo idea de qué. Mentiría si digo que estoy lista para algo nuevo y a pesar que ahora sé la verdad sobre Roger, eso sería complicado. Yo lo sé, pero los demás no. Mis amigas, mis padres, nadie más.

Respiro profundo. —Lo lamento…

—Basta —pide—. No tienes que decírmelo. Lo sé, lo sé Molly. Solo finjamos que jamás ocurrió esta conversación.

Niego. —No puedo hacer eso, no quiero hacer eso. Roger, agradezco que pienses todo eso sobre mí pero no creo que sepas todo. Soy una persona bastante aburrida, me gusta planear mi vida y no soy espontanea. Creo que nos hemos llevado bien pero, ¿salir conmigo? Sería como perder el tiempo.

Junta las cejas. — ¿Porque dices esas cosas sobre ti?

Bajo el rostro. —Porque, eso es lo que Gavin dijo —odio mencionarlo—. Bueno, algo así. Gavin siempre quiso más de mí y yo no quería.

— ¿Más?

Esto es un poco vergonzoso pero siento que esta noche, no hay más secretos ente Roger y yo.

—Gavin quería que tuviéramos relaciones porque ya llevábamos saliendo un tiempo pero yo no me sentí lista. Sé que es normal pero me asustaba, tenía miedo y él me prometía que iba a estar bien, que sería bueno conmigo pero quería ir a un hotel y no lo sé, no me encantaba esa idea.

—Molly —ahora su voz suena firme—. ¿Crees que porque no quieres tener sexo eres aburrida? ¿De verdad? Gavin es un idiota sin duda porque tenía a su lado a la chica más linda, dulce, inteligente y divertida y lo dejó por una razón estúpida. Molly, escúchame, nadie puede jamás obligarte a hacer o no hacer algo con lo que no te sientas cómoda, en especial algo tan importante.

—Lo sé pero es lo que todos hacen, a veces siento que voy diez pasos atrás.

Roger me toma del brazo. —Molly, está bien si quieres hacerlo o no, no se trata de eso. Se trata que no cedas a nada solo porque los demás lo hacen, solo porque piensas que deberías hacerlo. Hazlo o no lo hagas, pero que esa sea tu decisión y la de nadie más.

Asiento. —Gracias.

—Mira, es cuestión de perspectiva. Después de hablar con personas como Roman, Helen, Brandon e Iker me he dado cuenta que todo eso que parece que me “estoy perdiendo” no vale la pena. Helen suele decir que lo que realmente estoy perdiendo son decepciones, dolor, tristeza y arrepentimientos. No las cosas buenas. No se trata de ser un santo, se trata de respetar lo que tú quieres y no importa si un chico te insiste para que cedas, no vale la pena.

Sabía que algo había diferente en Roger pero ahora puedo identificarlo mejor y es que ha madurado. —Gracias, lo sé, ahora lo sé y me alegra no haberlo hecho con él porque así de fácil cambia de chica. Espero que no lastime a Mónica o nadie más, no vale la pena.

—No, no lo vale —toma mi mentón con su mano—, pero tú sí vales la pena. Molly, eres una persona muy especial y un día llegará alguien especial como tú para que cuide tu corazón. No te conformes con mediocres como Gavin o, como alguien que no puede darte lo que mereces.

No sé cómo llegué a gustarle a Roger, no sé qué cambió en su corazón para que llegue a decirme todas esas cosas pero lo que estoy segura es que después de mucho tiempo me siento como si estuviera en un refugio. En esta terraza hemos hablado de cosas que manteníamos en secreto y no siento que quiera huir para olvidar que lo he dicho, solo quiero quedarme más tiempo.

— ¿Ahora qué? —pregunto, viéndolo a los ojos.

Él exhala lentamente. —Ahora, no lo sé. Dime, qué estás pensando.

Me encojo de hombros. —Estoy pensando en muchas cosas a la vez. Siento que no tengo el control de nada y eso me estresa, no me gusta no tener el control.

Sonríe de lado. —Eso lo sé.




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