¿alguien quiere adoptarme?

capitulo 9

 

Al finalizar la jornada, la familia Smith salió a caminar y comprar algunas cosas para sus empleados, los Smith están muy agradecidos con todos ellos. Al terminar las compras fueron a descansar al hotel pues al siguiente día regresarían a Norteamérica. Por la noche, Gabriel caminó hasta el cuarto en el que su hermana y Monique se hospedaban. 

Elena: ¿Gabriel? Deberías estar durmiendo. 

Gabriel: Hola hermanita, solo vine a ver si tu o Monique necesitan algo. Elena: Yo lo único que necesito es dormir, tal vez Monique necesite 

algo. Monique: La verdad, no. 

Elena: ¿Quieren hablar? 

Gabriel: Si, pero no creo que Monique desee hacerlo. 

Monique: ¿Qué comes que adivinas? 

Gabriel: Tal vez otro día, cuando estemos en casa. 

Monique: Si, buena idea. 

Gabriel: Ok, descansen. 

Elena: Buenas noches Gabriel. 

Amaneció, y durante el viaje los jóvenes no cruzaron una sola palabra. Luego de casi diez horas de vuelo, lo único que la joven Monique quería era descansar. Al día siguiente, los padres de Gabriel salieron. El joven quedó a cargo de la casa y Elena no hizo más que relajarse en el jardín bajo ese enorme árbol en el que todos suelen disfrutar su sombra. 

Monique seguía trabajando con sus compañeros como de costumbre. Ayudó a Renata y Carlos a preparar el almuerzo y luego a las chicas de la limpieza; Sara, Cristina, Salomé y Nereida. Para la joven Monique era un placer ayudar. Tenía un corazón de miel, aunque ese día... 

Sebastián: Monique, hay una pareja que dice conocerte-- 

Monique: ¿A mí? 

Sebastián: Si. 

Monique: ¿No te dijeron sus nombres? 

Sebastián: Regina y Patricio. 

Todos vieron a Monique de manera extraña, la joven no sabía qué hacer. Elena al ver lo que estaba pasando decidió acercarse. Monique les dijo quiénes eran y salió a ver lo que

querían. 




 

Los Smith regresaron a casa y vieron que a las afueras estaba la extraña pareja. Gabriel y sus padres observaban todo desde el jardín delantero. Ellos notaron que a Monique le desagradó totalmente ver a sus padrastros. 

 

Monique: ¿Qué demonios hacen ustedes aquí? 

Regina: Monique, te vimos en la tele y... Queríamos felicitarte por tus diseños. Monique: No quiero que me feliciten, quiero que ahora mismo se marchen. Patricio: Pero Monique, caímos en error y venimos a que nos perdones. 

Monique: ¿Y por qué he de hacerlo? ¿Creen que es fácil perdonar casi una década de abusos, malos tratos y humillaciones? Ahora vienen porque me vieron en la televisión "triunfando" en Europa. ¿A qué se debe? 

Gabriel: (se acerca) ¿Ocurre algo, Monique? 

Monique: Gabriel no quiero volver a ver a estas personas. 

Regina: Somos tus padres. 

Monique: No lo son. Mis padres murieron en una explosión. (se retira) Gabriel: Por favor... Les pido que se vayan. 

Los padrastros de Monique se retiraron decepcionados al ver que su plan no funcionó. Pensaron que la joven había hecho una millonaria fortuna y que si él le pedía perdón gozarían de la misma. 

Gabriel: ¿Quiénes son? 

Monique: Mis tutores. Me esclavizaron durante muchos años, escapé por querer ser libre y cambiar mi destino. 

Gabriel: Por lo que veo no te agradó nada verlos. 

Monique: Así es, dime una cosa... Pero antes quiero que imagines lo 

siguiente. Gabriel: De acuerdo. 

Monique: Tienes diez años y estás un día normal en la escuela, de repente recibes la terrible noticia de que en casa tus padres fallecen por una explosión y tiempo después te envían con una pareja de holgazanes abusivos que te tratan mal por varios años. Luego escapas y vives en la calle como gamín unos meses, una familia buena te hace feliz y ellos aparecen pidiendo perdón porque están arrepentidos justo cuando ven que haces algo grande. ¿Te sentirías feliz? ¿Bien? ¿Cómodo?

Gabriel: Enfadado y con ganas de matarlos. 

Monique: Eso siento yo. 

Gabriel: ¿Es por eso que eres así de cruel conmigo? 

Monique: ¿perdón? 

Gabriel: Todo el mundo lo sabe menos tú... 

Monique: ¿De qué hablas? 

Gabriel: Hablo de que te amo, estoy profundamente enamorado de ti. 

Monique: (sorprendida) ¿Qué? Gabriel, ¿Estás seguro de lo que estás 

diciendo? 

Gabriel: Absolutamente. Sé que esto suena loco para ti. 

Monique: Es cierto, jamás creí que esto pasaría. 

Gabriel: Hace mucho que siento esto por ti, pero fue en el crucero que confirmé mis sentimientos, por eso fui tan especial contigo desde el principio. Lástima que tú nunca lo hayas visto así. 

Monique: La verdad es que siempre tuve los pies en la tierra, todo el tiempo creí que era por amistad y nada más. solamente esto ocurre en las telenovelas. 

Gabriel: ¿Qué cosa? 

Monique: Que un chico apuesto y adinerado se enamore de una campesina huérfana.

 Gabriel la tomó de las manos, la miró a los ojos y con un tono de voz tierno le dijo: "Si eso es así, quiero ser el primer chico en hacer realidad esa historia cliché". 

Monique solo inclinó su cabeza, en ese momento no sabía qué hacer. Gabriel disfrutaba de los nervios de Monique, eso para él era señal de que la chica estaba enamorada pero no quería que se supiera. En el fondo la joven tenía miedo, le tenía miedo al amor en todos los sentidos. 

Así pasaron los días, se acercaban las clases, Monique y Gabriel casi no hablaban y si lo hacían solo conversaban sobre la vida universitaria. El joven Smith estaba en la etapa final de ingeniería aeroespacial, carrera que tanto ama. Su hermana apenas estaba a la mitad de su carrera de arquitectura, Monique en cambio, estaba ansiosa por iniciar. 




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