Capítulo 2

¡Bendito karma! Estoy en una espiral de felicidad que ni yo misma me lo creo. Salgo de mi estado de shock antes de que alguien lo note, pero ya es tarde, María se ha dado cuenta y me mira con una sonrisa maliciosa que da hasta miedo.

-Tía, tienes una suerte increíble. Es tu oportunidad perfecta para saber cosas de él y poder hablarle.- Pero me conoce y sabe como soy.- Deja de pensar en el fracaso que te pego una torta en la cara que se te quita la tontería. O le hablas tú o me presento yo, le hablo de ti y le cuento todas las anécdotas vergonzosas.

-Vale, yo le hablaré pero dejame hacerlo a mi manera. Quien quiere tener enemigos teniendote a tí de amiga.- La miro con cara de mala hostia.

Me quedo pendiente a que llegue su turno de presentación mientras dibujo una muñequita en la libreta que me he traido por si acaso. El profesor dice su nombre y se levanta:

-Me llamo Héctor Cifuentes Flores, tengo 21 años y estoy aqui porque lo necesito para ser policía.

Primera cosa en común, yo también quiero ser policía. Estoy pensando en lo que ha dicho cuando oigo mi nombre y veo que todo el mundo, incluido él, me esta mirando. Mi turno para presentarme. Me levanto lentamente, creo que estoy mas roja que un tomate ya que tengo demasiada calor pero allá voy.

-Me llamo Sara Ruiz Martín, tengo 17 años y también quiero ser policía.- Después de decir esto el profesor empieza a hacerme las mismas preguntas de presentación que le ha hecho a mis compañeros. Voy contestando como puedo hasta que lo miro, veo que me esta mirando con curiosidad y sonrie. A mi me ha vuelto a dar un infarto.

Me siento en mi sitio y María me mira con cara de "le gustas" e instantaneamente yo la miro como "ves donde no hay". Eso es lo bueno de la amistad, que cuando tienes cierta confianza no hace falta hablar para saber lo que piensa la otra.