El curso a pesar de que ha empezado muy bien, yo sigo estancada. A pesar de que no conocía a algunos de mis compañeros, hemos conectado muy bien. Todos nos llevamos muy bien y se respira un buen rollo increíble. Excepto por tres chicas que son insoportables, son las típicas que no se separan ni con agua caliente y estan todo el tiempo criticando a los demás, ya sea por su forma de vestir, sus actos, etc.
No he hablado con Héctor todavía, pero he descubierto que tambien está su hermana en nuestra clase, Sandra. Tiene seis años menos que él y dos menos que yo. La conocí de casualidad, ni siquiera sabía que era su hermana. Me la presentó Maite, una compañera con la que me llevo bien, ya que ella la conocía desde hace mucho tiempo. Sutilmente le pregunté por Héctor y me pudo decir más bien poco ya que la diferencia de edad es un problema.
Los días seguian pasando y mi relación con mis compañeros iba mejorando, en concreto con Maite. No se como pero se dio cuenta de que Héctor me gustaba y se le ocurrió esto:
-Tía, ¿y si le decimos a Sandra que sondee sutilmente a su hermano para ver quien le atrae y quien no? Sería una buena forma de saber si se ha fijado en ti o no.
No se porque me pareció buena idea, yo creo que fue el momento. Acababamos de terminar historia y el profesor era lo más coñazo que te podias echar a la cara, un día voy a grabar una clase y me la voy a poner para dormir, seguro que me voy a quedar dorrmida al momento.
Volviendo al tema que nos ocupa, Maite llamó a Sandra ,y en el tiempo que llegaba la profesora de latín, Maite la puso al día:
-Sandra, a Sara le atrae tu hermano,-en este momento la quise matar- no me mires así que no hay porque negarlo. Hemos pensado que si tu le podrías preguntar a tu hermano si le ha gustado alguien de la clase pero todo muy sutil. Para comprobar si ella tiene alguna posibilidad o no.
Sandra estaba a punto de echarse a reir, y cuando pensaba que había hecho el ridiculo por culpa de Maite escuché:
-Claro, me parece buena idea. Mañana os cuento lo que me diga.
En este momento llegó la profesora y yo estaba tan feliz y asustada que no atinaba ni a sacar los libros.